El secuestro de cinco celulares y el registro de una cámara de vigilancia fueron el resultado de un operativo que desplegó la policía provincial en la investigación de la balacera al boliche Mora de Capitán Bermúdez, donde resultaron baleados dos policías y un paramédico el pasado 5 de julio. Los allanamientos se concretaron en cuatro domicilios de Rosario y Granadero Baigorria y, si bien un joven de 19 años fue trasladado a sede policial para su identificación, fuentes judiciales indicaron que no hubo detenidos en relación al caso.
El operativo estuvo a cargo de la Policía de Investigaciones y grupos tácticos de la policía santafesina que actuaron a órdenes del fiscal Leandro Lucente, de San Lorenzo, quien lleva adelante la causa por la ataque a tiros. La investigación se encuadra como tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y avanzó en los últimos días a partir de filmaciones y evidencia digital.
Así, el personal policial llegó a los domicilios allanados en los que se incautaron los cinco teléfonos móviles y el registro de una cámara de vigilancia, material que una vez peritado podría arrojar claves sobre la procedencia del ataque. Si bien partes oficiales dieron cuenta de que el procedimiento arrojó la detención de Martín Ezequiel V., de 19 años, fuentes del caso precisaron que sólo se requirió su identificación por encontrarse en uno de los domicilios, pero no quedó preso.
El boliche Mora, ubicado en San Lorenzo al 2500 de Capitán Bermúdez fue atacado el pasado sábado 5 de julio cuando un grupo de personas que llegaron a pie abrieron fuego contra el frente alrededor de las 2 de la madrugada. Un suboficial respondió con disparos y los agresores escaparon. Fue la segunda vez en poco más de dos años que el local fue blanco de un ataque a balazos con uniformados heridos.
Tres heridos
Como resultado de la balacera, dos suboficiales que realizaban servicios de custodia adicional y un paramédico contratado por el local resultaron heridos. Todos fueron asistidos en el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Tras la huida de los atacantes, personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) trasladó a una mujer policía que trabajaba en el lugar y a su compañero hasta el centro médico.
Los dos uniformados resultaron heridos en las piernas. El agente fue asistido por lesiones en ambos miembros inferiores, en tanto que la mujer recibió un disparo en el pie derecho. En el caso del paramédico, el personal de guardia del nosocomio provincial detectó que había resultado con heridas en la rodilla y el talón izquierdo.
“No entendíamos nada. Estábamos en la entrada, como siempre. Vi pasar a tres personas corriendo y en segundos empezaron los tiros. Sentí el ardor en la pierna, caí al suelo y pensé que era fuego cruzado. Pero después me di cuenta que nos estaban apuntando a nosotros”, dijo una de las víctimas al portal SL 24.
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Si bien efectivos de la PDI acudieron de inmediato al local, en un primer momento no estaba clara la procedencia de la balacera. Se recogieron en el lugar vainas servidas y se recolectó material de cámaras de vigilancia de la zona. Con el avance de la pesquisa, el sábado se realizaron los allanamientos a cargo del Departamento Operativo Región II de San Lorenzo y grupos tácticos de distintas unidades regionales.
Operativo en dos ciudades
Los procedimientos se realizaron en domicilios de Caña de Ámbar al 1800 y Martínez de Estrada al 7700, en las zonas sur y noroeste de Rosario, y en otras dos viviendas de Granadero Baigorria: Las Piedras al 300 y Rivadavia 300. El resultado fue la identificación de Martín Ezequiel V., quien recuperó la libertad tras cumplir los trámites de rutina, además del secuestro de cinco teléfonos celulares y un DVR, material que será sometido a pericias.
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El ataque cuenta con un antecedente casi idéntico del 3 de abril de 2023, cuando dos personas pasaron en moto frente a Mora y les dispararon a los policías que estaban realizando servicios adicionales por la madrugada.
Santiago V. recibió un disparo que le atravesó la pierna izquierda, mientras que Federico G. requirió asistencia médica por el impacto de un proyectil en el tobillo del mismo lado. Los uniformados tenían 24 y 35 años, respectivamente. Los balazos perforaron entonces las láminas de chapa de la fachada. Ambos fueron atendidos en el Hospital Eva Perón y quedaron fuera de peligro.
Aunque no estaba claro el motivo de la balacera, el intendente de Capitán Bermúdez, Daniel Cinalli, ordenó entonces el cierre de los locales nocturnos desde la 1.30 de la mañana. El funcionario advirtió que algunas organizaciones dedicadas a la venta de drogas en Rosario estaban desplazándose hacia el cordón industrial para continuar con su actividad.
