La repentina internación de la Locomotora Oliveras, una de las constituyentes elegidas para participar del histórico debate, generó una postergación en el inicio de la Convención Reformadora de la Constitución de Santa Fe, este lunes. La deportista sufrió un ACV isquémico. El diagnóstico fue confirmado desde el Hospital Cullen, donde se encuentra internada en terapia intensiva. La mujer de 47 años le pidió ayuda a su hijo menor apenas se despertó ya que no se sentía bien, y estaba en un estado de confusión.
A las 8 fue ingresada a la guardia donde después de las primeras evaluaciones decidieron trasladarla a un sector de mayor complejidad para seguir su evolución y brindarle la asistencia necesaria.
¿Qué es un ACV isquémico y por qué se produce? ¿Pude haber influido la cirugía estética de mamas a la que se sometió hace una semana? ¿Qué influencia pudo tener el boxeo en esta situación? ¿Cuáles son las posibles consecuencias de este episodio de salud?
Alejandra Marina Oliveras, del Frente de la Esperanza, que también integran Ariel Sclafani y Caren Danisa Fruh, está en cuidados intensivos. Las primeras 48 horas pos ACV son cruciales para determinar su evolución, según lo señalado por el director del Hospital Cullen, Bruno Moroni.
¿Por qué sucede?
El ACV isquémico se produce cuando el flujo sanguíneo a una parte del cerebro se interrumpe, generalmente debido a un coágulo, tal como le sucedió a Locomotora, de acuerdo a la información oficial. Ese coágulo impide que las células cerebrales reciban oxígeno y nutrientes, pudiendo provocar daño o muerte celular.
Es más frecuente que el ACV hemorrágico, al punto que el 87% de todos los ACV son isquémicos. El isquémico puede derivar en uno hemorrágico, que suele ser más grave.
Las causas del ACV isquémico (también denominado ictus o infarto cerebral) pueden ser múltiples:
_ presión arterial alta
_obesidad
_ sedentarismo
_tabaquismo
_ mala alimentación
¿Puede una cirugía previa predisponer a un ACV? Locomotora Olivares se había realizado una intervención estética de mamas la semana anterior. Está descripto en la literatura médica que en una persona con presión arterial alta tiene un mayor el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular después de una cirugía. Por el momento no se determinó si la exboxeadora estaba diagnosticada por hipertensión, aunque el director del Cullen aseguró que "en principio no se trata de una paciente con factores de riesgo".
En cuanto a la cirugía estética, el profesional no quiso marcar una posible relación directa con el ACV y señaló que todo "se está evaluando".
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Secuelas de ACV
Entre las consecuencias de un accidente cerebrovascular isquémico se encuentran: parálisis en la mitad del cuerpo o en determinadas zonas como extremidades y/o rostro (Locomotora Oliveras ingresó con la mitad izquierda del cuerpo sin movimiento).
Dificultades en el habla, en los movimientos y confusión espacio temporal (los médicos que la atendieron señalaron que la paciente fue internada en ese estado de confusión).
Problemas emocionales y de comportamiento: pueden aparecer depresión, ansiedad, cambios en la personalidad, dificultad para controlar las emociones.
Dificultades para alimentarse: problemas para tragar alimentos o líquidos, lo que puede llevar a desnutrición o neumonía.
Afectos en el control de esfínteres: puede generar incontinencia urinaria o fecal.
Rigidez muscular en las áreas afectadas por la parálisis.
Las secuelas del ACV isquémico serán más o menos grave dependiendo de la zona afectada del cerebro y los antecedes de salud de la persona, además de la edad y el tiempo que haya tardado en llegar a un centro de salud para su atención.
El boxeo y el ACV
Los reiterados golpes que sufren los boxeadores en la cabeza pueden relacionarse con distintas patologías neurológicas. El ACV no está ligado de manera directa pero sí el Alzheimer, el Parkinson y la demencia.
Estudios realizados en distintos países del mundo vinculan que la mayoría de los boxeadores desarrollan encefalopatía traumática crónica (ETC), una degradación cerebral provocada por traumatismos craneales reiterados que, además de acarrear consecuencias tardías como la dificultad para ver, hablar y coordinar ciertos movimientos del cuerpo, también favorece algunas enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer.