En cualquier video de Instagram de marcas de ropa se pueden ver prendas colgadas o sobre una mesa para mostrar el surtido o variedad de colores a sus compradores. En 80, la marca rosarina del diseñador de indumentaria y vestuarista Santiago Piro, hay contenido de ese estilo, pero también otro: el que muestra el detrás de escena de las peripecias de emprender. Uno de esos videos finge ser un falso documental que sigue la vida del diseñador, lejos del glamour que se esperaría en ese tipo de producciones. Piro cuenta los sacrificios que tiene que hacer con mucho humor, mientras se toma un colectivo para ir a comprar elásticos y realizar sus prendas.
La propuesta de su marca nació a finales del año pasado con el fin de ofrecer nuevas ideas en mallas para personas con genitales masculinos: “Los modelos de mallas para personas con pene son muy básicos. Solo vienen en formato de short; falta variedad”, explica Santiago. La intención con 80 es sumar surtido para las disidencias que quieren salirse de los moldes tradicionales que la indumentaria piensa en términos binarios: “Si una chica trans quiere usar una bikini, no está bien contenida”, aclara el diseñador, que ofrece opciones más cómodas para que puedan usar.
Antes de dedicarse a 80, Piro trabajó como vestuarista en varios espectáculos, lo que le dio trayectoria para emprender con una marca propia. Entre sus experiencias destaca Servián, El Circo, para el cual confeccionó mallas sublimadas, pantalones y accesorios para los números de gauchos. Ese trabajo le valió una nominación a los Premios Estrella de Mar: “El vestuario te da una gimnasia creativa. Me ayudó a sacarme el miedo a probar y resolver cosas rápido”, recuerda. Hoy también colabora con El Circo Mundial, con el sueño de llegar a diseñar, algún día, desde cero, el vestuario integral de un show: “Ahora tengo equipo, tengo proveedores, gente con la que me gusta trabajar. Siento que puedo hacerlo y estoy esperando que llegue ese desafío”, afirma.
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Santiago Piro es vestuarista y desafía los estándares tradicionales de la moda.
Foto: gentileza lamarca.80.
Mucha tela para cortar
Uno de los conceptos que el diseñador busca llevar al frente con su emprendimiento es la transparencia sobre el esfuerzo que implica sostener un proyecto, desde el humor y con un tono sarcástico. “Noto que algunas marcas a veces son muy impostadas, hablan siempre de lo bien que les va, pero no tanto de los problemas que tienen”, dice el emprendedor en diálogo con Negocios de La Capital. Esa lectura humorística le dio la difusión y relevancia que buscaba para su marca: “Esos contenidos me ayudan a hacerme conocido en mi público, que es de nicho, pero los nichos son difíciles. Una cosa es dar con tu audiencia ideal y otra es dar con el cliente que te compra”, analiza el emprendedor, y agrega que la aceptación de sus contenidos y productos es muy buena por parte de los seguidores.
La exploración de Santiago siguió también con modelos básicos, como musculosas y poleras, prendas a las que se abrió para “entrar en el mercado” y poder vender con más facilidad a quienes buscan otro tipo de indumentaria. Las más vendidas hoy son las musculosas, que están en promoción: cuatro unidades por $28.500. También tiene poleras de algodón grueso de alta calidad, a $19.000, en blanco y negro.
Actualmente, 80 se comercializa a través de su sitio web, al que se puede acceder desde la cuenta de Instagram de la marca. La indumentaria también se puede encontrar en el showroom de Espacio Filum, en Rosario, y en la ciudad de Santa Fe, en el espacio cultural Colectivo Nudo.
Sobre sus planes a futuro, Santiago cuenta que quiere seguir ampliando la gama de sus productos y próximamente piensa sumar lencería. Mientras tanto, intenta conectar con sus compradores para entender qué puede ofrecer como diseñador y dueño de un proyecto de indumentaria independiente: “En Santa Fe tuve muy buena recepción y se vende bien. Acá en la ciudad cuesta un poco más. Se nota que estoy cubriendo una necesidad, pero no se representa tanto en las ventas”, comenta. Frente a la pregunta de si hay marcas que propongan mallas y ropa interior sin género en otros puntos del país, dice que no conoce, y que si las hay, también tienen los desafíos de ganar visibilidad en el mercado.
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Las prendas diseñadas por el emprendedor buscan dejar atrás los esterotipos de género que abundan en la industria textil.
Foto: gentileza lamarca.80.
Visión de moda circular
El proyecto 80, además, plantea un fuerte componente ético en cuanto a la producción. Por fuera de los diseños mencionados, Santiago produce a pedido prendas a partir de jean reciclado y otras telas recuperadas, sin generar stock innecesario: “La industria textil es la segunda más contaminante del mundo. Yo trato de trabajar con lo que ya existe, a veces el cliente trae un pantalón viejo y yo lo convierto en otra cosa. Eso también lo involucra en el proceso y genera consciencia”, explica. Las prendas únicas hechas con este método, como camperas, pantalones teñidos, enterizos o ponchos, se venden entre $100.000 y $200.000, dependiendo del diseño y los detalles.
Mientras 80 crece, Santiago proyecta seguir expandiéndose y probar suerte en mercados más grandes como Buenos Aires. A pesar de las dificultades del contexto, se mantiene fiel a su estilo: audaz, directo y sin filtros: “Lo que logré hasta ahora es gracias a jugármela. Si no me hubiese animado con lo primero, hoy no estaría acá”, cierra con convicción.