Una joven de 21 años sufrió lesiones en ojo izquierdo este martes a la noche por el ataque a piedrazos al colectivo en el que viajaba. La pasajera quedó fuera de peligro luego del primer examen médico en el lugar.
La joven de 21 años quedó en shock luego del ataque. Personas que iban a bordo de la unidad responsabilizaron a un grupo de chicos por el piedrazo
La conductora del colectivo asistió a la víctima apenas estalló el cristal.
Una joven de 21 años sufrió lesiones en ojo izquierdo este martes a la noche por el ataque a piedrazos al colectivo en el que viajaba. La pasajera quedó fuera de peligro luego del primer examen médico en el lugar.
La joven estaba a bordo del ómnibus de la línea 112 negra en Gutiérrez al 2700 y fue la única víctima alcanzada por las esquirlas de la ventana rota. Otra mujer sentada detrás de ella sintió el roce de algunos restos de vidrio en la cabeza, pero no requirió asistencia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies).
Otras personas que iban a bordo responsabilizaron a un grupo de chicos por el piedrazo que destrozó el cristal apenas cruzaron la calle Casaccia. La víctima no llegó a ver nada antes del estallido. Al principio pensaba que el ruido había sido producto del impacto de una bala pero esa hipótesis fue luego descartada.
Alrededor de las 20.30 de este martes, el viaje hacia los barrios Plata y Hume se detuvo mucho antes de lo previsto por un fuerte golpe contra la parte izquierda del vehículo. Un cascote perforó una de las ventanas y quedó tirado entre las dos filas de asientos del coche.
"Quedé en shock, no entendía nada. Veía vidrios encima y no entendía qué había pasado", comentó Brisa el día después del incidente. La joven recibió asistencia inmediata de la conductora mientras los demás pasajeros le preguntaban si estaba bien, aunque tardó en reaccionar ante el estruendo.
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Apenas sintió el piedrazo, la chofer fue a buscar a la joven y la llevó hacia el otro lado del ómnibus para que volviera a sentarse. Los médicos del Sies constataron que no tenía heridas graves, pero este miércoles continuaba con molestias en el ojo izquierdo. Ante la consulta de Telefe Rosario, añadió: "Anoche me empezó a doler la cabeza. No podía estar con el celular ni mirar tele".
"Veía vidrios encima y no entendía qué había pasado, si había sido un tiro", recordó la pasajera lesionada este miércoles. Su madre se enteró de lo ocurrido debido a la demora de su hija cuando volvía de trabajar como empleada doméstica en el centro y advirtió que los problemas también son un problema en la zona donde viven, muy lejos del sitio donde ocurrió el ataque.
Uno de los detalles llamativos del caso es que el interno 338 fue atacado muy cerca de la zona donde suele incorporar custodia policial. Según explicó Brisa, integrantes de las fuerzas de seguridad provinciales suelen subirse cuando el colectivo llega a Ovidio Lagos para controlar el recorrido hasta el extremo sudoeste de Rosario.
Atenta a esta situación, la conductora fue a buscar a dos agentes que esperaban el ómnibus de la línea 112. De esta manera, las autoridades reaccionaron de inmediato para asistir a la víctima y reportar lo ocurrido. Hasta la mañana siguiente no había personas detenidas ni identificadas como responsables de la agresión.