Dos títulos y otras actuaciones que valieron como tales. Así fue el gran año de la Rusa Podoroska

La rosarina Nadia Podoroska tuvo un año brillante. Al inicio de temporada impecable, que incluyó dos títulos ITF, lo empalmó con semanas inolvidables, pese al parate obligado en el circuito internacional por la pandemia por el Covid-19. Y con ese andar fue posicionándose en el primer plano deportivo. La llegada a las semifinales de Roland Garros en París, en septiembre, constituyó el punto más alto del 2020, encima, arribando desde la clasificación.

En 2016, con apenas 19 año,s había logrado meterse en su primer Grand Slam de mayores, el US Open, aunque no pasó primera ronda y luego vinieron tiempos difíciles de lesiones y de volver a empezar. En Roland Garros la llamaron Cenicienta, por su crecimiento imparable a lo largo de tres semanas, pero lejos estaba Nadia de ser esa chica a la que todo le llegó muy rápido. Al contrario, trabajó mucho para lograrlo, especialmente desde los 14 años cuando ingresó al ranking de la WTA.

En 2020 la Rusa rosarina se posicionó en la élite mundial, algo que siempre soñó. Y lo hizo con un tenis exquisito, del que se ve menos, del que ya queda poco y nada. Lo hizo crecer semana a semana, día a día y lo acompañó con desarrollo profesional en muchos aspectos, sobre todo físico y mental. Al final, los números le dieron otro espaldarazo, como si hiciera falta.

Estos son algunos de los datos más resonantes en el andar de Nadia de este año, el mejor de su carrera hasta aquí.