El centenario de YPF será la excusa para que, después de tres meses, el presidente Alberto Fernández y la vice Cristina Kirchner vuelvan a mostrarse hoy juntos en un acto. La Asamblea Legislativa del 1º de mazo pasado fue la última vez en que se los vio a la par. La titular del Senado nacional ya confirmó su presencia, el jefe del Estado recibió la invitación y, según indicaron fuentes de Casa Rosada, asistirá Tecnópolis “tal como estaba previsto”.
YPF le hizo llegar al presidente la invitación por los cien años de la empresa estatal de energía, a través del secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello. Según deslizaron en Balcarce 50, Alberto asistirá al acto “tal como estaba previsto”.
En el acto que se realizará en Tecnópolis, desde las 17, está previsto que hable primero la vicepresidenta y luego cierre corra por cuenta de Fernández.
Tensiones
La última vez que al presidente y a la vice se los vio juntos fue en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso nacional, el 1º de marzo, donde ya se hablaba de cierto distanciamiento por diferencias sobre la política económica.
La discusión en el Congreso del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) fue la gota que colmó el vaso y detonó la ruptura entre Alberto y Cristina.
Previo a eso se habían dado planteos claros de la vicepresidenta, marcando que el rumbo que llevaba el gobierno no era el correcto, según su punto de vista.
“Funcionarios que no funcionan”, las fuertes críticas al ministro de Economía nacional, Martín Guzmán, la advertencia de que a la recuperación económica “no se la lleven cuatro vivos”, fueron algunas de las críticas de Cristina que resintieron la relación con el presidente, que —vale recordar— ella eligió y ungió como tal.
“Fui generosa al permitir que el presidente pudiera elegir a su gabinete económico”, dijo CFK cuando recibió el doctorado Honoris Causa de la Universidad Nacional del Chaco Austral. En ese mismo discurso apuntó contra el Poder Judicial y denunció operaciones en off por parte de funcionarios del Ejecutivo.
Las voces aduladoras de los funcionarios cercanos al jefe del Estado lo convencieron de que era él quién mandaba y el que tenía la lapicera. Y aprovechó el reciente viaje a Europa para responder algunas de las críticas a Cristina e insinuar la posibilidad de pelear una reelección.
Mientras tanto, Cristina junto a los senadores del Frente de Todos (FdT), por un lado, y mandatarios provinciales peronistas, por el otro, construyeron puentes de gobernabilidad y agendas políticas comunes, sabedores que una división o ruptura del oficialismo significaba una derrota segura en 2023.
Capitanich llevó en menos de 30 días a Cristina y a Alberto a Chaco, de donde se fueron ovacionados" Capitanich llevó en menos de 30 días a Cristina y a Alberto a Chaco, de donde se fueron ovacionados"
El proyecto parido en el Senado para pagar la deuda de 45.000 millones de dólares contraída por el ex presidente Mauricio Macri, con los dólares fugados al exterior, como la embestida de los gobernadores por ampliar una Corte Suprema Justicia nacional para que sea, de una vez y para siempre, federal y represente a las provincias, sumada a la parada de manos que les hicieron los mandatarios provinciales a los cuatro cortesanos para que no fallen a favor de devolver los fondos federales que se le recortaron a Caba, y el reclamo para que los subsidios a todos los servicios se distribuyan de manera democrática (no el 80 por ciento a la Capital Federal y un 20% al resto de país), marcó a las claras cuál era la agenda del peronismo, más allá de Alberto y de Guzmán.
Ese intento de construir el albertismo alrededor de Alberto quedó rápidamente en el olvido y los ministros más cercanos al presidente —muchos de los que le endulzaban los oídos— rápidamente empezaron a ir al principal despacho del Senado, a reunirse con Cristina.
Dicen los conocedores de los intersticios del peronismo que hoy solo quedan al lado del jefe de Estado el Movimiento Evita y Agustín Rossi (La Corriente).
El gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, un orfebre de la política, llevó en menos de 30 días a Cristina y a Alberto a su provincia y les armó un acto a cada uno, de donde se fueron ovacionados.
Algunos ven es ese gesto, sumado a charlas privadas previas y otros interlocutores de ambos sectores, la decisión de Alberto de finalmente aceptar volver a mostrarse con Cristina y, tal vez, dar vuela la hoja, recomponer el rumbo y poner la proa del escorado gobierno de cara a la pelea por 2023, para llegar con un Frente de Todos unido y una economía que da signos de recuperación.
La pregunta es si esas mejoras económicas seguirán quedando en manos “de cuatro vivos” o, finalmente, irá a los raídos bolsillos de los trabajadores.
Cumbre de las Américas
En tanto, Fernández dialogó durante 25 minutos con su par norteamericano, Joe Biden, y le confirmó que irá a la cumbre de las Américas, que se realizará en Los Angeles el 9 y 10 de junio próximos.
Frente a esa decisión, el jefe de Estado norteamericano invitó a Fernández a una reunión a solas el 25 de julio, una vez pasada la cumbre.
De ese modo, el jefe del Estado llevará las quejas de América latina a Washington, en nombre de la Celac, por la exclusión de Nicaragua, Cuba y Venezuela de ese encuentro de presidentes.
La decisión de la Argentina de ir a la Cumbre de las Américas se cristalizó a pleno tras un llamado telefónico que Biden le hizo a Fernández. En ese marco, se ratificó la presencia del argentino en Los Angeles y la invitación para una bilateral en julio.