Un proyecto de ley presentado por la diputada nacional de La Libertad Avanza (LLA) Marcela Pagano busca establecer el libre ejercicio notarial de los abogados. De esta manera, el objetivo es que cualquier letrado matriculado pueda ejercer como escribano público sin necesidad de realizar una carrera específica, rendir exámenes corporativos o someterse a cupos impuestos por colegios notariales ni exámenes adicionales.
"Toda persona con título de abogado expedido por universidad argentina reconocida o debidamente revalidado conforme a la normativa vigente, queda habilitada para ejercer la función de escribano público, sin necesidad de cursar carreras adicionales, rendir exámenes corporativos o someterse a cupos cerrados impuestos por colegios notariales u organismos intermedios", establece el artículo 1º del proyecto que fue girado a la comisión de Justicia y apunta a desregular el actual sistema notarial.
Asimismo, el artículo 2º establece que los abogados matriculados podrán ejercer funciones de fe pública, autorizando instrumentos públicos "conforme a la legislación vigente, debiendo cumplir los mismos estándares técnicos, registrales y de responsabilidad profesional que rigen para los escribanos públicos".
"Quedan sin efecto todas las disposiciones normativas, reglamentarias o estatutarias que restringen el ejercicio notarial exclusivamente a quienes posean título de escribano o pertenezcan a un colegio notarial en carácter cerrado. El título de abogado será título habilitante suficiente", versa el artículo 3º.
La fundamentación del proyecto: ampliar la competencia y "eliminar privilegios gremiales"
En la fundamentación presentada por la diputada libertaria se sostiene que el objetivo es "garantizar el libre ejercicio profesional de los abogados de la República Argentina, reconociendo su plena capacidad legal para ejercer funciones de fe pública, hoy indebidamente restringidas por estructuras corporativas y normativas heredadas de modelos cerrados".
"En gran parte del país, la función notarial está reservada a cupos limitados bajo control exclusivo de colegios notariales, que imponen condiciones restrictivas, exámenes internos o cargos vitalicios, que impiden el acceso de miles de abogados al ejercicio público de sus funciones profesionales", afirma el proyecto.
"Esta situación no solo restringe derechos laborales y profesionales, sino que encarece y limita el acceso de la población a servicios notariales, concentrados en pocas manos y distribuidos de forma desigual en el territorio nacional. En sistemas jurídicos modernos y democráticos —como Estados Unidos, Canadá o Reino Unido—, los abogados ejercen funciones notariales sin necesidad de pertenecer a una estructura corporativa separada, garantizando el acceso ciudadano a servicios jurídicos simples, descentralizados y fiscalizados".
"Este proyecto propone una solución concreta y sencilla: reconocer que el título de abogado habilita a ejercer como escribano público, con las mismas obligaciones legales, fiscales y técnicas que ya establece la normativa notarial vigente. Se trata de desbloquear el acceso a una función pública, ampliar la competencia profesional, fomentar el federalismo profesional y eliminar privilegios gremiales que distorsionan el mercado de servicios legales y públicos", concluye.
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Polémica de un lado y de otro
Como es costumbre, los usuarios se volcaron a las redes sociales a dar su opinión al respecto. "Ahora apareció este proyecto que pretende que cualquier abogado pueda dar fe sin rendir examen, sin preparación específica, y sin respetar el sistema actual. Un disparate jurídico, social y económico", sostuvo el usuario "Tu vecino el escribano" en X.
"Sin escribano, no hay certeza en la propiedad, ni en las transferencias. La función social del escribano es garantizar la validez, legalidad y eficacia de los actos jurídicos. Eso requiere preparación específica y formación permanente", continuó.
"No se trata de defender un privilegio. Se trata de defender una función esencial para una sociedad libre y jurídicamente segura. Que se discuta lo que haya que mejorar. Pero no con ignorancia ni oportunismo político. Lo último: 92 países del mundo integran el notariado como lo conocemos acá. Es casi el 50% del mundo", señaló el usuario.
Por supuesto, la respuestas no se hicieron esperar: "Presenten un escrito con sus inquietudes y una propuesta mejoradora y, sobre todo, bajen los precios. Mi madre y yo no podemos hacer la transferencia de nuestra casa porque no podemos pagar el escribano. Decime el sentido de eso. No se hubieran abusado", fue uno de los testimonios.
Lo cierto es que muchos plasmaron en redes su insatisfacción con los servicios notariales. Los altos precios son el foco de la mayor parte de las críticas así como su sistema cerrado y hermético. En este sentido, muchos acusaron de ser cargos "hereditarios", de "tener tarifado el costo de cada operación" y de ser un negocio "de unos pocos".