Las frutas suelen ser elementos recomendados en la mayoría de las dietas, ya que los especialistas destacan que son nutritivas y saludables. Si bien cada persona tiene su favorita y cada estación ofrece algunas en particular, también es posible seleccionar las frutas en base a sus principales aportes nutricionales. Y en lo que respecta a la digestión y control del colesterol, los especialistas señalan una en particular.
Por sus altos contenidos en vitaminas, minerales, fibra e hidratación, entre otros, las frutas en general deben estar presentes en la alimentación diaria. Comer frutas no solo permite disfrutar de un delicioso snack, sino que además cuida al cuerpo y le aporta beneficios innumerables.
El sistema digestivo, por su parte, puede recibir múltiples beneficios de la incorporación de frutas. Asimismo, los niveles de colesterol pueden ser reducidos con los aportes de ellas. Aunque nunca estos objetivos dependen exclusivamente de las frutas incorporadas, si se insertan entre hábitos saludables y favorables, las frutas pueden ser grandes aliadas.
Cuál es la fruta que mejora la digestión y controla el colesterol
El mango es una fruta que en lugares como india es conocido como “el rey de las frutas”. En culturas como en el hinduismo y el budismo se asocia con la fertilidad, el amor, la abundancia y la iluminación. La fruta, y su árbol y hojas, son símbolos de prosperidad y buena suerte.
Pero más allá de su simbolismo, el mango es un gran aliado nutricional. Desde esta perspectiva, la fruta es rica en vitamina C y potasio. Además, son fáciles de incorporar en ensaladas de frutas, licuados e incluso directamente solas, ya que su sabor exótico suele agradar a las personas de forma especial.
Alto contenido en azúcar, pero positivo
La cantidad de azúcar de los mangos puede parecer una contradicción para el propósito de controlar el colesterol, ya que la mitad de un mango pelado contiene alrededor de 23 gramos de azúcar, más de lo que contienen, por ejemplo, las galletitas de chocolate que se consiguen en el supermercado.
Sin embargo, ese azúcar natural que tienen los mangos no eleva la glucosa en sangre como lo hace el azúcar añadido en los demás alimentos, según explicó la dietista del programa de Medicina del Estilo de Vida de NYC Health + Hospitals Woodhull, Jessica Higgins. La explicación es que el cuerpo debe descomponer la fibra beneficiosa del mango para acceder al azúcar de la fruta. Y como este proceso lleva su tiempo, le da al cuerpo la posibilidad de procesar gradualmente la glucosa. Esto no ocurre con los alimentos como las galletitas, donde el azúcar refinado está disponible de manera inmediata.
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Buen contenido en fibra
Medio mango contiene alrededor del 10% de las necesidades diarias de fibra, explicó la profesora adjunta y especialista en programas de extensión de nutrición de la Universidad A&M de Texas, Stephanie Rogus. Aunque los mangos no sean considerados dentro de las frutas que mayor fibra aportan, aún así superan el umbral de “buena fuente de fibra”.
La fibra de los mangos, además de ralentizar la digestión, puede ayudar a mantener controlado el colesterol en la sangre y favorecer las bacterias buenas del intestino, según enseñó la dietista y profesora asociada de nutrición de la Universidad de Rhode Island, Maya Vadiveloo.
Vitamina C como un cítrico
Medio mango contiene 61 gramos de vitamina C, una cantidad muy parecida a la que se obtiene de la mitad de una naranja. La vitamina C es importante porque ayuda al organismo a absorber el hierro de alimentos vegetales y es rica en propiedades inmunitarias, según contó Vadiveloo.
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Cuál es la mejor forma de comer mango
Existen diversas formas de comer mango. Su sabor distintivo lo convierte en una fruta ideal para comer sola o como acompañamiento de otros platos. Algunas cuestiones a tener en cuenta son:
- Probar mango congelado: algunas veces, encontrar mangos en países donde no crece naturalmente puede ser difícil. En estos casos, es posible comprar el mango en trozos congelados. Siempre y cuando no contenga azúcar agregada, mantiene sus aportes nutricionales y se convierte en un snack fresco.
- Comer mango fresco: “Cuando quitamos toda el agua estamos concentrando los azúcares y los macronutrientes que contienen calorías”, manifestó Higgins. Es importante intentar consumir la fruta fresca, para que no se modifiquen de manera drástica los niveles de azúcares.
- Para saber si la fruta está madura, usar el pulgar: Higgins aconseja una técnica para saber si el mango está maduro. El “método de presionar” es ideal para seleccionar un mango perfectamente maduro. Este consiste en presionar suavemente la fruta con el pulgar, y si el mango está maduro deberá ceder un poco.