Por supuesto que en el Paseo del Chocolate de la calle Mitre, donde se encuentra la mayor cantidad de locales del rubro, hubo extensas colas para comprar chocolates y helados y huevos de Pascua, la principal atracción en medio de unos conejos gigantes que completaba el decorado a la tradicional festividad en aquella ciudad turística.
Mamushka, un chocolate de autor
Como si se tratara de Willy Wonka, Matías Carzalo es un obsesivo del cacao y eso se nota a la hora de catar los diferentes tambores en los cuales se fabrica "el más rico chocolate", tal cual reza el eslogan de Mamushka. El chocolatero ofrece una recorrida por la fábrica fundó su padre hace tres décadas y, de entrada, aclara que no se puede ingresar con elementos que contengan gluten. Es quien conduce los procesos de elaboración y quien explica las bondades y especialidades que ofrece el cacao desde que es exportado de distintos productores del continente americano para ofrecer un producto superlativo.
“Cuando mi padre fundó la empresa comprábamos cobertura estándar y después pasamos a una cobertura taylor made. Pasaron 20 años hasta que pudimos trabajar con el licor de cacao, que es la materia prima con la que trabaja la mayoría, y después pasamos al grano que, si bien es complejo, es lo que le da la identidad que buscamos”, explica Matías, cuyos chocolates ya obtuvieron premios a nivel internacional en varios países.
En el extenso proceso de elaboración, que comienza desde el tostado del cacao al empaquetado del producto, se puede apreciar la calidad y el sabor del chocolate. Allí se perciben notas desde café hasta frutos cítricos, propio de un porcentaje de cacao que va de un 100% hasta mixturar con leche, dulce de leche, cognac, licor o frutos del bosque. De ahí surgen chocolates, bombones, alfajores, helados, tortas y café.
Para Matías, el secreto está en conocer a los productores de cacao de Latinoamérica en lugar de comprar a la masa de productores manufactureros. “Vamos a las plantaciones de cacao, conocemos a los productores y juntos seleccionamos los granos de acuerdo a su sabor. Cada tipo dará como resultado chocolates con diferentes identidades y sutilezas. Así, perfeccionamos y desarrollamos los sabores del chocolate”. Y es cierto, desde gustos semiamargos a cítricos, esa gama de sabor puede apreciarse en cada producto.
Cómo surgió Mamushka
“Mi padre trabajaba en el Centro Atómico, pero desde chico le apasionaba la cocina. Eran otras épocas y mi abuela lo sacaba de ese lugar porque estaba considerado para mujeres. Así que de más grande conoció a unos amigos rusos y húngaros y tenían estas muñecas (de ahí el nombre) e incursionó en la industria del chocolate con ganas de innovar”, cuenta Matías a la hora de explicar los orígenes de la fábrica con asiento en Bariloche.
Y en tal sentido, se enorgullece: “Somos la única empresa del país que hace el chocolate Bean to bar, somos los que inventamos el Timbal del dulce de leche, tenemos chocolates infusionados como el de berries; menta, jengibre y limón; también inventamos las exuberancias de dulce de leche con chocolate, tenemos alfajores de almendra y cada mes vamos cambiando cosas como haber trabajado con una fruta sagrada mapuche; ahora queríamos probar algo con cúrcuma y así seguir innovando”. Además, los productos son libres de gluten y así están certificados en cada envoltorio. Toda una artesanía, sin dudas.
La recorrida por la industria del chocolate continúa y la próxima parada es la chocolatería Del Turista. Allí, el gerente Martín Castro y el maestro chocolatero Carlos Zapata explican cuál es el secreto para crear deliciosos chocolates y bombones. “Compramos el licor y el polvo de cacao y lo combinamos como nosotros queremos para crear nuestro propio chocolate. Hay muchos chocolateros que compran la cobertura y la derriten; nosotros, en cambio, generamos esa cobertura desde cero, puesto que nuestras materias primas vienen de Brasil y también le hemos comprado a Colombia”, comenta Martín.
Todo comenzó por un descuido
A la hora de explicar cómo surgió el chocolate en rama, tan famoso y solicitado por los fanáticos del chocolate, Carlos Zapata explica que “una vez, el chocolatero Aldo Fenoglio se le cayó chocolate arriba de la mesa, y para no ensuciar lo quiso levantar. Ahí quedó la forma que todos conocemos y que dio el paso al chocolate en rama como lo conocemos hoy”.
Entonces, Carlos toma un bol con chocolate, vierte una porción sobre una mesa y lo esparce con una espátula. Apenas en un instante y luego procede a levantar capas de chocolate hasta formar la típica rama que se forma producto de ese arrastre.
Del Turista fue fundado por Irene Seco y don Benito Secco en Veneto, Italia, donde el matrimonio aprendió los secretos del chocolate al límite con los alpes suizos. Por cosas del destino, viajaron hacia Bariloche y allí se instalaron para fundar la chocolatería Del Turista.
Hoy cuentan con una gran local en Bartolomé Mitre, donde ofrecen una amplia y variada gama de productos. “Traemos la manteca y licor de cacao de Bahía (Brasil), y acá en la fábrica nos encargamos de procesarlo a nuestra manera para elaborar distintas figuras de chocolates, conos, alfajores, helados y pastelería italiana, entre otros productos”, destaca.
La fábrica produce alrededor de entre 40 y 60 toneladas de chocolate de forma mensual en más de doscientas variedades, entre las que sobresale el chocolate en rama y surtidos, aunque el turista extranjero suele inclinarse por los sabores amargos, según explica Carlos, quien se desenvuelve como pez en el agua a la hora de elaborar toda clase de chocolates a la vista de los clientes y turistas que visitan en local ubicado sobre Bartolomé Mitre.
Bariloche a la Carta
“Eso motiva a los vecinos de la ciudad y turistas a conocer lugares que en otra época al encontrarse con una propuesta gastronómica más amplia en todo sentido”, agrega.
Según indicó el secretario de Turismo de Bariloche, Gastón Burlón, la ocupación hotelera en la ciudad se ubicó cerca del 82% más allá de la pandemia de coronavirus. Y en esto cabe destacar la articulación a la hora de poner a prueba los protocolos. Según agregó, se extendieron 25 mil permisos mediante la aplicación de Río Negro, sólo para Bariloche.
A orillas del lago
Dos lugares para conocer y no perderse la oportunidad de disfrutar en la zona céntrica de Bariloche son Almado, que ofrece una vista hacia el lago Nahuel Huapi y una carta para cada momento del día con deliciosos e innovadores platos gourmet. Sólo basta hacer un click desde la página web y su cuenta en Instagram para reservar y conocer el menú. Está ubicado en Juan Manuel de Rosas 435. El otro es la cervecería Manush, ubicado en Morales y Ada María Elflein, a escasos metros del Centro Cívico. Allí, se ofrecen exquisitos platos para acompañar con una cerveza artesanal patagónica de primer nivel.
A la hora de buscar platos sofisticados y gastronomía de alta gama, hay dos sitios sobre los kilómetros que valen la pena visitar. Ambos son íntimos, bien ambientados y delicados platos dispuestos en un menú por pasos, donde las sensaciones y los sabores van acompañados por el buen vino, luces tenues y música agradable y sutil.
Gastronomía en “los kilómetros” de la avenida Bustillo
Quiven Patagonia house kitchen está ubicado sobre la avenida Bustillo 19688, a escasos metros del lago Nahuel Huapi. Se trata de un restó que cuenta con dos plantas, un sector al aire libre y una cava para degustar los mejores vinos de la Patagonia. Allí Pablo Quiven intenta deconstruir la cocina tal cual la conocemos para brindar un servicio innovador que conquiste todos los sentidos, puesto que el menú puede ser alterado sin previo aviso. Una experiencia recomendable para no dejar para otro momento. En tanto, sobre el kilómetro 18 del Circuito Chico se encuentra Anima, una casa decorada con cuadros del artista y diseñador barilochense Pablo Bernasconi, sobria y una gama de platos dispuestos en pasos.
Allí el trato también es ameno y hospitalario y atendido por Leandro y Flor, los promotores de ese espectacular banquete de exquisiteces para compartir con amigos, en pareja o en familia, en un ambiente privado y acogedor.
Gastronomía panorámica y de altura
Para el que va por primera vez o para aquel que ya conoce el cerro Otto, no puede perderse la oportunidad de conocer el refugio Arelauquen. Ubicado sobre la ladera sur del cerro, a 1200 metros de altura, la única vía de acceso es por medio de un vehículo 4x4 o moto de nieve en caso de invierno. Si bien existe un camino alternativo para subir a pie, lo ideal es ascender en un vehículo ideal para transitar caminos de ripio hasta llegar al refugio. Contemplar la vista panorámica sobre el lago Gutiérrez, mirar el cielo como una verdadera “crema de estrellas” como reza la canción de Soda Stereo por una constelación poca veces vista para todo “bicho de ciudad”. No obstante, las fondeu de queso y chocolate que ofrece el lugar hacen que todo el intenso recorrido de subida y bajada valgan realmente la pena.
De regreso al Circuito Chico, el restaurante del Punto Panorámico es realmente el lugar para almorzar y disfrutar de la inigualable postal que ofrece el pintoresco paisaje del bosque andino patagónico. Muchos recordarán que ese sitio fue visitado por el expresidente de los Estados Unidos Barack Obama cuando vino de visita al país. Además de hospedarse en el Llao Llao, el punto panorámico fue el lugar elegido por el mandatario norteamericano.
Bariloche: hoja de ruta sobre las actividades y eventos