Rosario es una buena plaza para la industria audiovisual. Películas, series, cortos y publicidades, son los principales formatos que se producen en la ciudad y los alrededores. También están los estudiantes de cine, de las distintas casas de estudios como puede ser la Escuela Provincial de Cine y Televisión de Rosario (EPCTV), la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Universidad Abierta Interamericana (UAI), quienes precisan de gran cantidad de equipos y estudios para formarse. Para todas estas realizaciones existen los llamados rentals, es decir, quienes se dedican exclusivamente a alquilar equipos de filmación y son los proveedores del sector.
Los rentals cumplen un rol fundamental en la producción audiovisual, ya que son los que facilitan la disposición de elementos para los registros sin que deban comprarlos. Teniendo en cuenta que la industria precisa de materiales grandes, pesados, específicos y, sobre todo, de gran costo, los rentals se transforman en los proveedores claves de todo proyecto audiovisual.
Tres rentals, tres estilos
“En Rosario no hay una industria tan grande como en Córdoba, Mendoza o Buenos Aires, donde se divide en servicios para publicidad o largometraje. Acá todos hacemos ambos mercados”, explica Victorio Parodi, responsable de Anfibia Rental. Hace 10 años, junto a Aldo Dignani, se asociaron en este proyecto. Hoy son cuatro personas en total las que se ocupan de tomar reservas, hacer los despachos y mantenimiento desde su espacio de almacenamiento.
En este rubro, el conocimiento técnico es central para poder resolver dudas de clientes respecto a cámaras, iluminación y sonido: “Y también para solucionar ciertas roturas sin tener que mandar los equipos al servicio técnico”, amplía Victorio. Además de Anfibia, tienen Teras, un espacio y estudio de grabación que alquilan para producciones, a la vez que dan cursos audiovisuales “para acompañar la formación técnica”, aclara.
German Irurzun es el representante de La Nave, con 25 años de experiencia en la producción audiovisual. Él tiene un galpón de 330 mt2 y ha decidido especializarse en un segmento en particular: “Nosotros no tenemos cámaras, sí mucho de iluminación, estructuras, grúas y carros. También armamos estructuras para cámaras que se utilizan para filmar en autos, por ejemplo. Tenemos un camión propio grande y con eso montamos en las mismas producciones”, explica.
Para Germán, como para los otros especialistas consultados, la especificidad es una estrategia comercial para generar una competencia más leal: “Así nos complementamos con los otros rentals”, dice. Al igual que Anfibia, La Nave también tiene otra unidad de negocio vinculada. Se trata de un estudio compartido con la empresa de escenografía Artificio. En conjunto, ambas ofrecen el armado de escenografías y equipos para las producciones, además de alquilar el espacio formalmente a la UAI y a la EPCTV para sus clases prácticas.
El tercer proveedor de esta industria en Rosario es Martin Llarin Amaya. Es el fundador de FDB Rentals junto a su socio Belisario Gronda. Los realizadores audiovisuales se dedican principalmente a la productora, FDB Films de 24 años de antigüedad. El rental lo crearon hace 15, con el fin de cubrir otro segmento de alquiler que los colegas de La Nave y Anfibia no profundizaban: “Tenemos un público filmmaker que demanda equipos menores. Nosotros elegimos no cargarnos de una inversión grande en fierros pesados ya que ese aspecto está cubierto por los demás rentals. Nosotros no podemos dar un soporte completo a una miniserie, por ejemplo, como sí puede hacer La Nave, ni tampoco tenemos un estudio de grabación como los demás”, explica Martín.
La elección de él y su socio por especializarse aún más en un tipo de público está directamente vinculada con el rendimiento de la industria: “Es un nivel de inversión que no es correspondiente a la devolución que puede tener la ciudad. Yo tengo que crear y atender nichos de mercado, sino es una competencia permanente”, explica y agrega: “El filmmaker trabaja principalmente en atender contenidos para empresas, pequeñas, grandes, eventos sociales, actividades culturales deportivas, va más allá de un proyecto audiovisual tipo película. Necesitan la cámara de manera diaria y de menor valor.
Al igual que sus colegas, Martín hace énfasis en el público estudiantil como un fuerte del sector: “Coincido con Germán y Victorio respecto al aporte educativo del rubro. Cuando yo estudiaba no existía la posibilidad de alquilar y que estemos los rentals abre una oportunidad de capacitación. Ese segmento lo atendemos con descuentos y paquetes integrales”, comenta.
El retorno de inversión de los alquileres
Teniendo en cuenta la inversión que precisa el rubro, la gran pregunta es cuánto y cuándo vuelve: “Hay equipos que tenés que alquilarlos 200 o 300 veces para amortizar lo que pagaste. Sinceramente no sé cuán rentable es, nuestra filosofía es traer cosas que no están y democratizar el acceso para que los estudiantes no tengan que esperar una producción gigante para probar ciertos equipos”, comenta Victorio de Anfibia Rental.
Por su parte, Germán de La Nave, aporta un poco de estructura a la dinámica de alquiler: “Por día el alquiler tiene un precio, por semana otro, y si es por un tiempo más prolongado como para una película se contempla un descuento. También tiene que ver con el volumen de alquiler, por ejemplo, para una publicidad te pueden llegar a alquilar 30 o 40 equipos distintos”, dice.
Martín de FDB Rental vuelve sobre la importancia de enfocarse en nichos de mercado para un retorno de inversión más eficiente: “No es lo mismo invertir en fierros o electrónica, algunos se degradan por el uso, cambia la tecnología o simplemente cambia la moda”. A lo que refiere el productor audiovisual es que cuanto más se abre el abanico de productos a ofrecer, más inversión exige para actualizarlos.
Paramantenerse todos en una misma línea, los tres rentals de la ciudad se reúnen una vez al año para unificar criterios y valores de trabajo, con el fin de que no haya tanta diferencia entre cada uno: “Cobramos la mitad que en Buenos Aires porque de lo contrario no se alquila, pero también la gente lo reconoce y alquila con gusto porque tienen acceso a variedad y calidad entre los tres”, opina Germán.
Situación del rubro audiovisual en la ciudad
Las empresas consultadas dicen que la oferta de Rosario es de alta calidad, además de abundante. La plaza local ofrece técnica y locaciones variadas para producciones de todo tipo, algo que de a poco empieza a ver el mercado porteño que se ha encarecido demasiado. “Desde la productora FDB Films hemos recreado el mar usando el río para hacer un comercial. Acá se puede hacer de todo y por eso queremos fomentar y consolidar a Rosario como una plaza de producción con el fin de profesionalizar la actividad, algo que beneficia a todos los segmentos de trabajo”, dice Martín.
La caída de producciones de cine nacionales por parte del INCAA, se ha sentido en la demanda de la ciudad: “Se venían haciendo muchas cosas, pero hace tres años que está todo muy parado, casi no se producen películas. Ha habido muchos recortes en el cine. Son épocas y nos pegamos sustos importantes”, aporta Germán. Victorio, adhiere: “El mercado está flojo debido a que el INCAA tiene muchas partidas postergadas”.
Las tres empresas hacen énfasis en la producción publicitaria y el registro audiovisual en ferias como Agroactiva, que son “picos de trabajo de la mano de producciones privadas institucionales”, allí cada uno encuentra la forma de trabajar: ya sea montando estructuras para las filmaciones, alquilando equipos o incluso ofreciendo otras soluciones, como FDB Rental que está alquilando antenas Starlink para que las empresas cuenten con Internet de calidad en el medio del campo. Los rentals dicen que no hay temporadas puntuales, pero reconocen que la demanda baja en enero y febrero, siendo diciembre un buen momento por la necesidad de hacer registros anuales de las empresas e instituciones.
El arte del arreglo
Al trabajar con equipos de gran complejidad técnica, la reparación y el acceso a los repuestos es un desafío del rubro: “Cuando se rompe un equipo tenés un problema. Por ejemplo, una fuente es difícil porque es un producto importado y suelen quedar bloqueados en la aduana. Si se demora mucho el ingreso, te conviene comprar uno nuevo”, comenta Victorio. También, con la experiencia, llega el arte del reparar: “Con los años aprendés a arreglar y atender todo. La mayoría se reparan y si tenés que ir por ese camino, siempre es con service oficial”, agrega Martín. Además del arte de la reparación, también está el arte de conservar para reutilizar: “Yo guardo todo desde hace 25 años y con eso voy arreglando cosas porque algunos que no tiene sentido venderlos”, aporta Germán.
Los equipos se rompen por el uso, por accidentes o simplemente se pierden piezas claves que tienen un gran valor: “A veces el cliente no se da cuenta de que se le pierde una mariposita que ajusta y eso solo puede salirte 60 dólares. Cuando salen los equipos informás el valor de mercado, las piezas que incluye y si falta algo pasás el link de venta al cliente y le cobrás el faltante. Hay mucha confianza, todos entienden las reglas y las respetan”, dice Victorio.
Para evitar problemas, Martín hace énfasis en los seguros: “Los seguros en los alquileres son importantísimos. Dependiendo el valor, si es alta gama, solicitamos al cliente que tome un seguro con la información que le damos. Si es gama media o baja, el alquiler ya incluye esa protección”.
Los tres profesionales coinciden en que es un rubro de mucha camaradería, colaboración y que los clientes son cuidadosos porque todos son parte de una gran comunidad: “Somos todos colegas y apuntamos para el mismo el lado: Que la industria rosarina crezca y se profesionalice”, concluye Martín.