Antes de morir, el Papa Francisco decidió donar el papamóvil para que se transforme en una unidad de salud móvil para los niños heridos de la Franja de Gaza. Ahora, el vehículo se encuentra en Jerusalén para su reacondicionamiento.
El vehículo ya se encuentra en Jerusalén, donde será reacondicionado para adaptarlo con servicios de salud móviles para niños
Francisco donó su papamóvil para ayudar a los niños en Gaza
Antes de morir, el Papa Francisco decidió donar el papamóvil para que se transforme en una unidad de salud móvil para los niños heridos de la Franja de Gaza. Ahora, el vehículo se encuentra en Jerusalén para su reacondicionamiento.
De acuerdo a lo informado por el sitio oficial Vatican News, la donación fue su último deseo para “las personas con las que mostró tanta solidaridad a lo largo de su pontificado, especialmente en los últimos años”.
El papamóvil reacondicionado se está equipando con equipos de diagnóstico, exploración y tratamiento, incluyendo pruebas rápidas para infecciones, instrumentos de diagnóstico, vacunas, kits de sutura y otros suministros vitales.
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“En medio de la terrible guerra, el colapso de las infraestructuras, un sistema de salud desmantelado y la falta de educación, los niños son los primeros en pagar el precio, con hambruna, infecciones y otras enfermedades prevenibles que ponen sus vidas en peligro”, señaló Vatican News.
En sus últimos meses, el Papa confió la iniciativa a Cáritas Jerusalén, buscando responder a la grave crisis humanitaria en Gaza. En un comunicado de prensa, Peter Brune, Secretario General de Cáritas Suecia, escribió: “Con el vehículo, podremos llegar a los niños que hoy no tienen acceso a atención médica: niños heridos y desnutridos”.
“Esta es una intervención concreta que salva vidas en un momento en que el sistema de salud en Gaza está prácticamente colapsado”, aseguró Brune.
Con este gesto, el Papa Francisco materializó un aspecto constante de su discurso: su cercanía y preocupación con el conflicto entre Israel y Hamas en Gaza. "Los niños no son números. Son rostros. Nombres. Historias. Y cada uno es sagrado", solía decir el Sumo Pontífice.
Desde que estalló el conflicto, Francisco siempre llamó a la paz en la Franja de Gaza y, de hecho, solía telefonear a su única parroquia católica durante su difícil convalecencia por una infección respiratoria y hasta pocos días antes de fallecer.
Por Carina Bazzoni
Por Miguel Pisano