Dos alumnos del Politécnico, Juan Esteban y Agustín Barrios, salieron terceros en un certamen internacional de diseño de videojuegos disputado en la ciudad china de Shangai, en el que compitieron con 80 proyectos de todo el mundo, como únicos representantes de América Latina.
El programador Juan Esteban, que diseñó el videojuego, y su compañero del Poli, el violinista Agustín Barrios, que compuso la música, estuvieron una semana en Shangai, donde compitieron contra 80 equipos de los lugares más diversos del mundo, según narraron ahora a La Capital.
“Cuando tenía nueve años empecé a programar, haciendo proyectos sencillos, y, lentamente, comencé a ser parte en proyectos de mayor complejidad, y empecé a participar en competencias de programación competitiva (Stems), y ahora, además, en hackatones”, se presenta en sociedad Juan Esteban, en diálogo con este diario.
-¿Cómo diseñaste este videojuego?
-Estuve los últimos dos meses desarrollando este videojuego para un evento de programación realizado por Hackclub, llamado Juice.
-¿Qué es Hackclub?
-Hackclub es una organización sin fines de lucro que realiza eventos de programación conocidos como hackatones. Esta vez realizaron uno menos convencional, ya que en lugar de llevarse a cabo en unas semanas, como son la mayoria de los hackatones, fue realizado en el lapso de dos meses. Luego se realizó un encuentro de todos los programadores y además una exposición de los proyectos en Shangai, de los cuales alrededor de 80 terminamos viajando a Shangai, cuando ya teníamos todos los videojuegos terminados.
"El viaje fue una absoluta locura"
-¿Cómo fue viajar a Shangai?
-El viaje fue una absoluta locura, todavía no puedo creer que llegué hasta ahí. Conocí personas de más de 27 países de todo el mundo, e hicimos un muy buen grupo de amigos.
-¿Qué fue lo más sorprendente en Shangai?
-Me sorprendió demasiado la gran variedad de personas que había, de todas las culturas del mundo, pero todas con algo en común: la pasión por la programación. Supe conocer personas que no sólo compartían mis gustos sino que, además, aprendí de lo que hacían para mejorar lo que hago.
-¿Cómo es Shangai?
-Shangai es hermoso, absolutamente maravillosos los templos y el área donde se encuentra la segunda torre mas alta del mundo, junto a la torre de telecomunicaciones de Shangai.
-¿Con qué soñás en la programación?
-Yo voy a seguir participando de estos eventos, y además de la programación competitiva, ya que me dio las habilidades para lograr este viaje.
-¿Cuánto influyeron el Politécnico y la UNR en este logro?
-Estoy muy agradecido con el Politécnico y la UNR por darme esta oportunidad, quiero agradecer particularmente a Sebastián Braida, Tomás Antonelli, Gastón Martínez Castro y Alejandro Schujman por darme los conocimientos necesarios para competir y el espacio de olimpíadas.este año. Además un estudiante del Poli, llamado Santiago Trifu. participará del Mundial de Informática.
“Chicos de todo el mundo”
“Estuvimos junto a chicos de todo el mundo que hacen lo mismo que nosotros y en un ambiente superagradable trabajamos una semana poniendo a punto cada uno de nuestros juegos, en un ámbito de trabajo conjunto. En el último día se realizó una votación con los organizadores y los demás participantes y ¡nuestro juego quedó entre los tres mejores de entre más de 80!” declaró Agustín el sábado a la tarde a este medio, antes de irse a jugar al fútbol con sus amigos.
-¿Cómo fue la elección?
-Fue extraña para nosotros porque votaron todos los participantes en el certamen, incluidos los asistentes y los acompañantes, es decir que nuestro videojuego salió tercero entre los 80 que participamos por el voto de todos los que asistieron.
-¿Qué buscaste con la música que compusiste?
-Yo realicé la música del juego. Con las 16 canciones que compuse busqué crear una atmósfera que permita que quien lo juega se pueda sumergir en el mismo, que se relacione con los desafíos que presenta el juego, buscando también generar un ambiente, una experiencia emocional que sea más intensa en la medida que los niveles del juego sean más difíciles.
-¿Cuánto hace que estudiás música?
-Toco el violín desde los cuatro años, me formé en el ProMusica con el método Suzuki. En paralelo a esas clases de violín estudié Iniciación Musical, Audioperceptiva y clases de Teoría Musical con mis docentes Alejandra Teidons y Susana Rinesi. Gracias a esas clases adquirí conocimientos de Teoría Musical, Lectura de Partituras y Composición Musical, como la división de los compases y los ritmos que pueden tener las canciones, los diferentes acordes, la melodía, es decir, aprendí las bases de la composición musical. Todo esto junto a experiencias como la de participar en el Conjunto Instrumental del ProMúsica, dirigido por Felicitas Santone y Carolina Helmann, pero también fueron muy importantes para mí las clases recibidas en el Poli, específicamente las del área de Lenguajes Artísticos (Visual, Sonoro y Teatro), que dimos en primero con Roxana Ascierto y en segundo con Antonella Fugini.
-¿Cómo les fue en Shangai?
-Cuando teníamos tiempo libre, conocimos un poco de la ciudad de Shanghai, que es fantástica: tomamos el subte, caminamos sus calles, quedamos admirados con sus edificios, recorrimos distintos negocios, comimos comida típica (que es riquísima), fuimos al zoológico, a la torre de comunicaciones y a la zona histórica de Shanghai. Fue una experiencia fantástica.