A unas pocas horas de haberse habilitado, la doble traza de la avenida de la Costa cosechó algunas críticas. Si bien fue inaugurada como una "solución" en el tránsito de la ciudad, fundamentalmente para conectar el área central con el distrito norte, desde el Laboratorio de Movilidad Urbana no sólo consideraron que "no resuelve los problemas de hoy y plantea dificultades para el futuro", sino que además pusieron bajo la lupa algunos detalles que la traza ofrece a los actores más vulnerables del tráfico, como son los ciclistas y los peatones. El titular del Laboratorio, Mario Raimondi, la definió como "infraestructura obsoleta".
"Creemos que no resuelve los problemas de movilidad de hoy y genera más problemas para mañana", opinó y agregó: "No conocemos un solo urbanista en toda la ciudad que apoye lo que se hizo en la avenida de la Costa".
El Laboratorio de Movilidad Urbana es un proyecto conjunto de diferentes organizaciones, Rosario en Bici, el Instituto Drift de la Universidad de Rotterdam (Holanda) y la Fundación El Desafío; un espacio que se plantea "la movilidad como un catalizador para el desarrollo sustentable de Rosario".
Entre los déficits de la obra apuntó tanto a la ciclovía como a las sendas peatonales.
"El espacio para el ciclista está mal diseñado y hay demasiado lugar para los autos. Ahora hay seis carriles y solamente hay senda para peatones en Oroño, mientras después vuelve a haberla recién frente a las torres Maui. Es decir, para cruzar seis carriles, se deben caminar 500 metros para tener una línea peatonal", detalló.
Asimismo, apuntó que las veredas "del lado nuevo son extremadamente angostas y hasta hay postes en el medio", y graficó: "Una persona en silla de ruedas no puede pasar, ni tampoco con un cochecito".
Cuando La Capital recorrió ayer la zona pudo observar cómo se estaban colocando conos y otras señales en la intersección de Wheelwright y Dorrego para evitar encontronazos repentinos con los vehículos que se suman a la primera arteria provenientes de la avenida de la Costa. Además, en la calzada se dibujó una isleta que los vecinos cuestionaron: "Reduce el paso por Wheelwright y le quita una mano".
Sólo para autos
"La avenida está pensada en los autos", sentenció Raimondi y sumó: "Con la cantidad de metros viales y los problemas que tenemos, es una invitación a que la gente circule a alta velocidad".
Otro ejemplo de las dificultades por venir que planteó es que "para llegar al parque de las Colectividades hay que cruzar muchos carriles de autos; hay un espacio verde fantástico, usado por toda la ciudadanía, y ahora le pusimos un río de rodados pasando por el medio".
Dijo que el proyecto "va en contra de las tendencias mundiales que priorizan la movilidad activa, pensada en el peatón, en el ciclista y en el transporte de pasajeros y que tiende en todo el mundo a desmotivar el uso del auto privado. Acá se hace lo contrario, invertimos una millonada de dinero en una obra que no resolverá los problemas de congestión sino que los incrementará".