El sospechoso fue identificado como Orlando Guzmán Donoso, chileno de 64 años y por ahora el único identificado en el atraco al hermano del gobernador. Junto con él imputaron a Jonatan S., de 20 años, y Maximiliano F., de 28, los tres como coautores de cinco asaltos a comercios —entre ellos tres inmobiliarias— en mayo y junio.
Los ladrones ingresaban a los locales como clientes hasta que sacaban las armas, maniataban a las víctimas y huían con botines que incluían grandes sumas de dinero.
Los fiscales Juliana González y Maximiliano Nicosia les imputaron robo calificado agravado por el uso de arma de fuego y privación de la libertad agravada por la violencia empleada. El juez Gustavo Pérez de Urrechu les dictó prisión preventiva por ocho meses, medida que podrá extenderse si en ese lapso se presenta el requerimiento acusatorio previo al juicio.
Saga en el cordón
El primer robo atribuido al trío fue el pasado 14 de mayo en una inmobiliaria de San Lorenzo. Eran las 11.55 cuando ingresaron a un local de Hipólito Yrigoyen al 2100. Primero lo hicieron Maximiliano F. y Guzmán Donoso como falsos clientes y segundos después Jonatan S. tocó el timbre. Cuando quien atendía el local le fue a abrir la puerta los otros dos lo redujeron a punta de pistola, maniataron a los presentes y se llevaron 2.900.000 pesos de un cajón.
El asalto siguió en la casa lindera donde abordaron a una persona de 74 años, la maniataron y se dedicaron a recorrer la vivienda para llevarse una pistola Bersa calibre 22 y un revólver calibre 38.
El segundo atraco similar fue el 19 de mayo en España al 500 de Timbúes. Sobre las 9.20 ingresaron como clientes a un local de indumentaria. Enseguida extrajeron las armas, amarraron con precintos a los presentes y huyeron con 1.500.000 pesos y 600 dólares. Botín en mano, huyeron en un Fiat Palio Weekend en el que los esperaba otro cómplice.
El tercer hecho achacado a la banda fue el 5 de junio en una inmobiliaria de Chiavarini al 800 de Pérez. También en horas del mediodía , también simularon ser clientes hasta que sorprendieron a las víctimas con amenazas a punta de pistola. En este caso Jonatan S. maniataba a la víctima con precintos mientras que otro de los ladrones, no identificado hasta el momento, bajaba las cortinas del local y luego ingresaba a la oficina para taparle la boca a la víctima con cinta de embalar. En ese marco los ladrones se alzaron con 70 mil pesos que manotearon de un bolsillo de la víctima, otros dos millones de pesos en efectivo, una cámara de vigilancia y huyeron en un Volskwagen Gol azul en el que los esperaba Maximiliano F.
Calcados
Otra inmobiliaria del cordón industrial fue asaltada por el grupo el 6 de junio en San Lorenzo al 400 de Capitán Bermúdez. Sobre las 13.50 de ese día ingresaron como clientes Jonatan S y Guzmán Donoso. Pero éste último fue reconocido ya que días antes había ido a consultar por un alquiler. Inmediatamente comenzó un forcejeo que terminó con la víctima caída en el piso con un culatazo que le causó un corte en el labio.
El atraco siguió en una oficina contigua y, una vez con las víctimas maniatadas y amordazadas, los ladrones revolvieron el lugar para llevarse 40 mil pesos de un cajón, otros 100 mil pesos en efectivo, una pulsera de plata y un reloj plateado.
Otro atraco que se les atribuyó se perpetró el 24 de junio en un local de estética de Los Inmigrantes 60 de Capitán Bermúdez. También en este caso entró primero Guzmán como cliente y comenzó una conversación que terminó segundos después cuando extrajo una pistola y amenazó a la dueña, una empleada y una clienta. Entonces entraron dos cómplices para amordazarlas y maniatarlas con precintos.
Los hampones comenzaron a sustraer elementos de valor y los guardaban en mochilas. Guzmán y Jonatan S. se metieron en la casa de la dueña del local, junto al comercio, y robaron 15 relojes, alhajas, accesorios, una cartera, una campera y 9 millones de pesos. A eso se sumaron los 2.000 pesos que Maximiliano F. le sustrajo a la empleada del local junto con un celular iPhone 16 PRO.
Un atraco distinto
En el medio de esa saga se perpetró un hecho que, en rigor, solo comparte con los otros la presencia de Guzmán Donoso entre los imputados. Fue el sábado 14 de junio pasado , ceca de las 21.30, en la casa donde vive Martín Pullaro, hermano del gobernador santafesino, en el barrio privado Pinares del Sur de Piñero.
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En este caso se le atribuyó a Guzmán Donoso haber ingresado con tres hombres no identificados hasta ahora que perforaron un tejido perimetral para entrar al predio y luego cortaron el suministro eléctrico para que la víctima saliera de la casa a ver qué había pasado.
Fue entonces que los ladrones abordaron a Pullaro a punta de pistola y lo obligaron a ingresar a la casa. En ese momento se incorporó un cuarto delincuente al grupo que según la acusación recibía las órdenes del veterano hampón chileno. Los hampones exigieron a las víctimas la entrega de dinero, dólares, joyas y armas de fuego.
Según la acusación, mientras las otras dos personas que estaban en la casa estaban maniatadas y con sus rostros tapados por prendas de vestir en otro sector de la casa, los ladrones hicieron ingresar a Pullaro al baño principal, donde lo ataron con precintos en muñecas y tobillos, y lo obligaron a quedarse boca abajo contra una pared. En un momento, según la investigación, uno de los ladrones intentó sofocar a la víctima con una campera.
A punta de pistola, los delincuentes obligaron a las víctimas a que les dijeran dónde estaba el sistema de monitoreo de las cámaras de vigilancia de la casa para desconectar y llevarse el DVR que almacenaban las grabaciones.
Según la información proporcionada por la Fiscalía Regional 2 los delincuentes se llevaron documentación personal, 900 mil pesos en efectivo, una consola PlayStation 5 Pro, un celular Samsung S24 Plus, otros dos teléfonos Samsung, un cargador multicarga, una notebook, una valija, indumentaria y accesorios.