El gobierno sigue en su exitosa gira internacional, se desvela por conseguir inversiones que son necesarias para potenciar el crecimiento del PBI, y diluir el enorme déficit fiscal que resulta difícil de reducir.
El gobierno sigue en su exitosa gira internacional, se desvela por conseguir inversiones que son necesarias para potenciar el crecimiento del PBI, y diluir el enorme déficit fiscal que resulta difícil de reducir.
Según el presupuesto 2017, el déficit fiscal del Estado nacional 2016 rondaría los $400.000 millones, y el déficit del conjunto de provincias los $110.000 millones, esto equivale a unos $510.000 millones, o su equivalente u$s 32.900 millones.
Para 2017 el gobierno trabaja en la hipótesis de un déficit fiscal de $480.000 millones para el Estado nacional, y un déficit provincial que rondaría los $90.000 millones, esto equivale a unos $570.000 millones. El presupuesto reza un tipo de cambio promedio de $18, esto implica que podría terminar 2017 en torno de los $19,50, lo que daría un déficit global de u$s 29.230 millones. En términos de dólares el déficit tendría una baja sustancial. Si lo comparamos contra un PBI que se ubicaría en los u$s 544.000 millones para 2017, el déficit seria del 5,4 por ciento del PBI. En este escenario vemos dos amenazas, una interna y otra externa.
1) La amenaza externa viene de la mano de la posible suba de la tasa de interés internacional para 2017. Si Estados Unidos comienza un proceso de suba de tasas, se encarecerá el endeudamiento de los países emergentes, y esto implicaría mayores costos presupuestarios.
2) En el plano interno, el gobierno paga intereses que representan el 10 por ciento del total presupuestado, y esto equivale a 2,5 por ciento del PBI. Superar estos límites nos pondrá en alerta. Si no bajamos el nivel de deuda, en algún momento nuestros bonos deberán mostrar más premio para que el mercado internacional salga a tomar posición en los mismos.
En resumen, vemos que las tasas de interés en dólares están en un piso de mercado. En Argentina los bonos de corto plazo rentan cerca del 3 por ciento anual, y a 10 años su rentabilidad se ubica en torno del 6 por ciento anual. Son rendimientos muy bajos ante un escenario internacional de suba de tasas y un alto déficit del gobierno nacional.
Por el lado de la tasa en pesos, vemos una considerable baja en las Lebac, a 35 días ya rinden el 26,75 por ciento anual, a 252 días el 24 por ciento anual. Son tasas muy atractivas, si observamos que la inflación mensual se estaciona por debajo del 1,5 por ciento. Las tasas de corto plazo de las Lebac a 35 días deberían rendir el equivalente a 3 por ciento más la inflación proyectada a 12 meses vista. No descartamos que dicha tasa siga a la baja hasta aproximarse a niveles del 23 por ciento anual. Si este análisis es correcto no habría que descartar colocarse a 8 meses vista a una tasa del 24 por ciento anual.
Las acciones han vuelto a mostrar un escenario alcista. Aquí dos recomendaciones. Los que tienen acciones y ganaron dinero, se les recomienda tomar ganancias en los días que corren. En octubre opera el vencimiento del mercado de futuros y opciones, esto le pone un techo transitorio al mercado.
Creemos que en la segunda quincena de octubre podremos apreciar una suba importante, pero antes el mercado debe depurar la última suba, y quedar limpio de vencimientos. Si querés comprar no lo hagas ahora, espera a octubre.
El blanqueo sigue varado, sin información oficial, el 30 de septiembre vence la posibilidad de suscribir el bono a 3 años a tasa 0 por ciento. Su colocación pasa sin pena ni gloria. El 31 de octubre vence el blanqueo para los que tengan dinero efectivo. Creemos que habrá más movimiento, pero por ahora, el mercado está muy tranquilo.
Lo bueno de la semana: la gira presidencial y la posibilidad de que lleguen más inversiones al país. Santa Fe colocaría deuda por u$s 500 millones, y la ciudad de Córdoba lo hizo por u$s 150 millones. Todo este dinero será volcado a obra pública. Lo malo de semana. Que la Nación compre un porcentaje de Transener a Electroingeniería. No pasa por seguir engordando al Estado. Lo que preocupa es que el Estado nacional y provincial sigue teniendo déficit, en algún momento habrá que bajar el gasto o subir ingresos. Para hacerlo, ¿habrá más presión tributaria o bajaran el gasto público?