Hay un par de verdades incontrastables a esta altura del torneo sobre el presente futbolístico de Central y una de ellas, quizá la principal, es que el equipo no tiene la misma consistencia que en el torneo anterior. A partir de allí unos cuantos desprendimientos hacia diferentes análisis en medio de una competencia en la que el canalla ya la está corriendo desde detrás, pese a que no son muchos los puntos que lo separan de los equipos clasificados a los playoffs. Ahora, en medio de esa discontinuidad en el juego y en los resultados, Central tiene algo de qué aferrarse, aunque ello también le demandará cierta estabilización futbolística. Es que si hay algo que el equipo de Miguel Angel Russo hizo bien a lo largo de todo 2023 fue lograr una localía fuerte y casualmente de los próximo cinco partidos tendrá cuatro en el Gigante de Arroyito.
Por supuesto que cada uno de ellos tendrá la particularidad del momento, de los jugadores que pueda poner en cancha, de las virtudes y defectos del rival y de un montón de cosas más, pero, a priori, es una situación de la cual debería sacar provecho. Todo esto, claro está, pensando en recuperar terreno lo más rápido posible para acercarse a los puestos de clasificación para los playoffs finales y, además, mantener intactas las ilusiones de la clasificación a alguna copa internacional del año próximo.
A este Central se le ha achacado hasta el hartazgo la deficiencia que muestra en condición de visitante, pero e equilibrio a todas esas críticas se encontró en los elogios sobre la consistencia mostrada jugando en el Gigante de Arroyito.
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Si hay algo que Central demostró hasta aquí es que se hace fuerte en su estadio. Aún no perdió en lo que va del año.
Virginia Benedetto / La Capital
Claro, de poco le servirá aferrarse al invicto si en la mayoría de estos cuatro partidos de local no logra sumar de a tres en varios de ellos, pero al menos cuenta con el aval de los números.
El primer desafío será este martes, cuando reciba al Independiente de Carlos Tevez, luego de lo que fue el porrazo que se dio en cancha de Colón. Será una cita impostergable con el triunfo para que la cosas no se le complique más de la cuenta.
Después llegará el viaje a La Plata, para enfrentar a Gimnasia, de inmediato una seguidilla de tres partidos en condición de local.
Como se dijo, cada partido tendrá sus características y el primero de ellos será ni más ni menos que el clásico, en el que además de las cuestiones futbolísticas lo que habrá sobre la mesa serán elementos emocionales. Es por eso que ese choque ante Newell’s se presentará como el más complejo.
Sorteado ese partido, el canalla tendrá la posibilidad de volver a jugar dos partidos seguidos en condición de local. Primero recibirá al renovado Huracán y de inmediato a Vélez. Ambos equipos, al igual que Independiente, con la necesidad de llevarse algo de Arroyito por la situación crítica que atraviesan, en esto de estar luchando por la permanencia.
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Campaz busca el desborde ante Atlético Tucumán, en el debut en la Copa de la Liga. Ese día Central n pudo sumar de a tres.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Este crédito que se le abre a Central para esta seguidilla tiene poco que ver con el nivel que el equipo está mostrando en esta Copa de la Liga, sino con todo eso bueno que hizo durante el año. No obstante, en medio de esta ciclotimia futbolística, el canalla viene de dar una muestra más que positiva en ese triunfo que logró contra Talleres, uno de los mejores equipos del fútbol argentino, después de lo que había sido el pésimo partido en cancha de Banfield.
Todo este análisis que se hace encuentra anclaje en ese 75 por ciento de eficacia que carga sobre el lomo, en los 16 partidos que disputó en el Gigante en lo que va del año, con 10 triunfos y seis empates.
Puede ocurrir que la taba se dé vuelta y que de aquí en más pierda efectividad en su casa y que comience a transformarse en un equipo imbatible en condición de visitante, pero suena a poco creíble. Es decir, bajo la especulación de que si hasta aquí no encontró regularidad jugando afuera, la misma se podría hacer pero a la inversa: que de local pueda sostener esa localía fuerte.
En un momento que quizá no sea del todo crítico, pero que sí amerite un llamado de atención, Central está frente a una seguidilla de cinco partidos de los cuales cuatro serán en el reducto que mejor le sienta. Una chance propicia para aferrarse a la historia reciente y, si obra en consecuencia, ilusionarse con el futuro.