Laica, con perspectiva de derechos humanos, género y diversidades sexuales y con presencia en todos los establecimientos tanto públicos como privados. Entre estos términos define el nuevo proyecto de ley de educación sexual integral _que esta semana ingresó a la cámara de Diputados de la provincia_ a los contenidos que llegarán a los estudiantes, en forma gradual y de acuerdo a su edad. Para los secundarios, la ESI se plantea como área específica curricular, lo mismo que en los institutos superiores de formación docente.
No hay dos sin tres. El refrán encaja de manera literal en la historia de los proyectos legislativos para que la provincia tenga su propia ley de educación sexual integral. La primera iniciativa, presentada por el socialista Paco Garibaldi logró media sanción en Diputados en 2018, pero perdió estado parlamentario en el Senado. La segunda, impulsada por la diputada socialista Gisel Mahmud, también logró acuerdo en la Cámara baja el año pasado, pero el Senado ni siquiera trató el proyecto.
La propuesta de ley que volvió a ingresar a Diputados esta semana está firmada por Mahmud y el justicialista Leandro Busatto, y el texto se ajusta el consenso obtenido en la Cámara baja cuando la ley logró por segunda vez la media sanción hace dos años. La iniciativa tiene el apoyo de legisladores de UCR Evolución, PJ, Ciudad Futura, GEN y PS.
Son 16 artículos que el Ministerio de Educación de la provincia tendrá 90 días para implementar después de la aprobación de la ley y, entre otras cosas, se crea un equipo de ESI dentro de la cartera educativa y la obligación de informar a las comisiones de Educación de ambas Cámaras y a la Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes, los avances en la implementación del programa de ESI en las escuelas.
Del nivel inicial y hasta los terciarios
El proyecto de ley establece que recibir educación sexual integral es un "derecho de niñas, niños, adolescentes y jóvenes de la provincia". La norma afirma que la implementación de esta problemática en las escuelas "es de carácter obligatorio y está destinada a estudiantes de todos los niveles, modalidades y servicios del Sistema Educativo de la Provincia, desde el nivel inicial hasta el nivel superior de formación docente y de educación técnica no universitaria, tomando en consideración la edad de los y las estudiantes con sentido de gradualidad y especificidad".
Y señala que el abordaje de estos temas será "integral, superando cualquier concepción reduccionista de tipo moralista, biologicista, genitalista o patologista", con un enfoque basado en derechos humanos, igualdad de género y el respeto por la diversidad como constitutiva de la condición humana.
Estos contenidos llegarán en forma interseccional e interdisciplinaria "en todos los niveles y modalidades de enseñanza". Pero en el caso de los cinco años de escuelas secundarias, los seis años de escuela técnica y los institutos de formación docente será un "área específica curricular"; es decir una materia más como matemática o lengua.
La propuesta indica también que cada institución educativa incluirá la ESI en su proyecto institucional, "asegurando la transversalidad e interdisciplinariedad de sus contenidos en la currícula; adaptándola a su realidad sociocultural y las necesidades de sus estudiantes". Para esto, señala, se podrán realizar talleres, cátedras abiertas, espacios de reflexión con los centros de estudiantes o jornadas con la comunidad educativa.
Una ley para la provincia
La Educación Sexual Integral está contemplada en la ley nacional N° 26.150 desde 2006 y establece el derecho de todos los estudiantes a recibir contenidos de educación sexual de manera integral y acorde a las distintas edades en todas las escuelas del país desde el nivel inicial hasta superior no universitario. Desde hace varios años, la Legislatura provincial busca que la provincia tenga su propia ley, pero quince años después de la sanción nacional los proyectos siguen sin poder traspasar la barrera del senado.
Para Gisel Mahmud no se trata de un reclamo caprichoso. “Cada vez que escuchamos en las noticias sobre abusos sexuales, violaciones, embarazos adolescentes, discriminación hacia las diversidades o situaciones de violencia en las parejas es inevitable pensar que con otra educación la historia sería otra", indicó.
El texto que se vuelve a presentar es fruto de un proceso de debate e intercambio y de los aportes colectivos que docentes, especialistas, académicos, estudiantes, organizaciones sociales, madres y padres hicieron durante el 2020 en la comisión de Educación.
“Tenemos en claro que todavía hay que recorrer un largo camino, pero estamos dispuestos a trabajar para encontrar consensos en la Legislatura para que este derecho se garantice con una ley propia para Santa Fe”, sostuvo Mahmud.
La legisladora anticipó que se propondrá la creación de una mesa de trabajo con el Senado para dialogar sobre un texto de acuerdo para que, por primera vez, después de perder estado parlamentario dos veces, pueda ser discutida y tratada en las comisiones y pleno del Senado.
En esto, consideró, la vicegobernadora debería jugar un rol articulador y promotor, ya que ha manifestado en distintas oportunidades estar a favor de una ley propia para Santa Fe.
Y apuntó que seguirán trabajando en conjunto "con el frente por la ESI, las organizaciones de la sociedad civil, los centros de estudiantes y los miembros de la comunidad educativa que en toda la provincia vienen impulsando la ley y que han sido parte de la conquista de esta media sanción en 2020".