Una escuela sin gas en Rosario, en el contexto actual, significa un problema mucho más grave que una hornalla que no puede prenderse. El perjuicio directo es la imposibilidad de los establecimientos para funcionar como comedores o copas de leche que puedan alimentar a los chicos que asisten a clases, algo que sucede en más de la mitad de los edificios escolares del departamento Rosario, según un relevamiento realizado por Amsafé Rosario. Representantes del gremio se lo presentaron al Ministerio de Educación provincial para exigir una pronta solución de ese y otros problemas que presentan las instituciones educativas, como la falta de espacios para albergar a los alumnos en algunos edificios o los sucesivos robos de cables de electricidad que se da en otros.
Hace poco más de diez días el gremio dio a conocer un relevamiento realizado sobre 223 instituciones educativas de la ciudad con especial foco en cuestiones esenciales, como la provisión de agua, el servicio eléctrico y el suministro de gas. A ello le sumaron el estado de las instalaciones eléctricas, las condiciones de los baños, la existencia o no de ventilación cruzada, la cantidad adecuada de aulas, si cuentan con servicio de comedor o copa de leche y si la escuela está en obras.
De ese análisis, se constató que en 137 no funciona el servicio de gas, que en 81 hay problemas con las instalaciones eléctricas y en 13 no tienen servicio eléctrico. Por su parte, en 71 escuelas la provisión de agua no es adecuada y en 9 es nula.
Sobre el segundo grupo de consideraciones del relevamiento se verificó que en 81 escuelas no hay baños en condiciones, en 92 no hay ventilación cruzada, 91 no tienen aulas suficientes para la cantidad de alumnos matriculados y 67 están en obra.
En diálogo con La Capital, la secretaria de Asuntos Sociales de Amsafé, Paula Nardini, comentó que el relevamiento se realizó en conjunto con la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y que se relevaron 223 establecimientos, “porque es la mitad de los edificios escolares que hay en el departamento Rosario”.
El “caso emblemático”, como lo mencionó Nardini, se da en la Escuela 1.209, en Cabín 9, que según comentó “es la más grande de la provincia, la que más alumnos tiene y carece de agua potable. En el último informe de bromatología salió que no era apta para el consumo”. Y agregó: “Tiene todo un ala sin luz y, además, tiene cortado el gas”.
Sin alimentación saludable
En referencia a este último punto, la gremialista hizo hincapié en la dificultad que presentan los establecimientos que tienen que contar con gas para poder cocinar y brindar comida a los chicos que van a la escuela, pero que tienen el suministro cortado: “Es una cuestión que se agudiza más con la apertura de los comedores. Desde que abrieron el 2 de marzo, en muchísimas escuelas se están dando sandwiches de fiambre porque no hay gas, sin poder garantizar una mínima alimentación saludable”.
Nardini indicó que en 2019 ya habían presentado un relevamiento sobre cómo se encontraban las conexiones de gas en las escuelas y en ese entonces “más de la mitad tenían problemas. Sería un retroceso volver a instalar garrafas en las escuelas en las que se corta el gas. Tenemos el caso de la Escuela Especial 2.010, que no tiene gas y en la que tienen la idea de instalar, en un salón, una garrafa. Nos parece algo muy poco cuidado y peligroso”.
Por zonas
Al momento de ubicar los lugares donde más problemas edilicios y de infraestructura hay, Nardini explicó: “Observamos que la mayor problemática se da en escuelas del suroeste, oeste y noroeste, zonas hacia donde tiene posibilidades de crecer la ciudad, pero donde los servicios no van a la par”.
Otro de los problemas es la cantidad de espacio que hay para los cursos disponibles, un déficit que presentan 91 de las 223 escuelas relevadas por el gremio: “Se da mucho en los secundarios, que por la obligatoriedad de la modalidad presencial y la falta de inversión, se avanza sobre espacios de primaria para suplir los que faltan en las secundarias”.
“Hay escuelas que no tienen especialidades. La Escuela 1.333 (Nueva Esperanza) tiene ocupados el salón de artesanías, el comedor, la biblioteca y el salón de música con grados. Hay diez divisiones de nivel inicial”. Y remarcó que “hace años” que piden un nuevo jardín en la zona. “Parece que ahora hay un terreno asignado para su construcción, pero se tendría que haber hecho mucho antes”, agregó.
Robo de cables
Por último, Nardini mencionó que sólo en enero hubo 29 escuelas que sufrieron robo de cables, una problemática que también remarcan desde el Fondo de Asistencia Educativa de Rosario (FAE). Su titular, Rubén Rosa, indicó que entre lunes y martes recibieron denuncias por robos de cables en seis establecimientos: “Es un problema diario. Roban muchos cables y es una carrera en la que siempre vamos por detrás. A veces tenemos que desviar a nuestros propios electricistas, que están haciendo tareas de mantenimiento, para que vayan a reconectar el servicio en las escuelas. Y al no tener luz, se quedan sin agua”.