Angeles Rawson, la chica de 16 años que fue encontrada estrangulada en un predio de tratamiento de residuos de la Ceamse en la localidad bonaerense de José León Suárez el martes pasado, había vuelto a su casa del barrio porteño de Palermo antes de ser asesinada.
La confirmación surgió cuando los pesquisas determinaron que la víctima se cambió las zapatillas con las que había concurrido a la clase de educación física y, además, dejó en su departamento A de la planta baja de Ravignani 2360, donde residía, el morral con el que había salido a la mañana.
El cadáver tenía colocada una sola zapatilla negra y las imágenes de cámaras de seguridad así como compañeras de la víctima precisaron que tenía el calzado blanco, como el que fue secuestrado anteanoche por la policía en su domicilio.
Además, los mismos testimonios y videos detallaron que la chica llevaba consigo, durante la clase en el predio de la Ceamse del barrio porteño de Colegiales y cuando se retiró, una mochila tipo morral negra que fue hallada en la vivienda.
Los datos corroboraron que Angeles volvió a su casa antes de desaparecer, por lo que ahora se centraron en determinar si salió del lugar y, de ser así, en cuáles circunstancias.
Las imágenes registradas por cámaras fueron las que determinaron que la fiscal Paula Asaro allanara anteanoche el departamento, en el que fueron secuestradas bolsas de supermercado como la que tenía colocada el cadáver en la cabeza.
Un investigador explicó que existen dos cámaras muy claras que pudieron ser observadas y que aportaron datos concretos a la pesquisa.
En una, se la ve a la chica a pocos metros del predio de la Ceamse en Colegiales, cuando acababa de salir de sus clases de gimnasia pasadas las 9.40 del lunes. Esa mañana caminó algunos metros con sus amigas y luego se separó de ellas para dirigirse a su casa donde tenía previsto almorzar, cambiarse y concurrir al colegio Virgen del Valle.
La otra cámara está ubicada en el edificio de Ravignani 2330, a metros de su casa, donde la familia de Angeles tenía alquiladas una cochera y una baulera.
La clave para los pesquisas es que esa cámara la toma minutos antes de las 10 pasando en dirección a su edificio, pero luego no se la ve salir.
Por eso, los detectives, a pedido de la fiscal, buscaron ayer nuevas cámaras a 300 metros a la redonda del departamento que pudieran haber captado el paso de Angeles.
Por su parte, Sergio Opatowski, el marido de la madre de Angeles, dijo ayer que sintió el allanamiento al departamento "como una gran invasión" y en ese sentido sostuvo: "Pareciera que uno es el asesino de su propia hija".
Consultado sobre los elementos secuestrados, el padrastro de Angeles señaló: "Se llevaron la computadora de la nena, los libros del colegio, una notebook de mi mujer, los útiles y las carpetas, y algunas agendas escritas de la nena con nombres y teléfonos".
Respecto de una sábana con sangre que también fue secuestrada en el departamento, dijo: "La usaba mi hijo y se la llevaron porque en febrero lo operaron de una fístula y por ahí quedó una manchita de sangre. Nada que ver con esto".
Sobre si, tal como creen los investigadores, Angeles volvió a su casa antes de ser asesinada, el hombre contestó: "Yo estuve con mi hija a las ocho de la mañana, desayuné con ella, nos despedimos, yo me fui antes y ella se quedó porque salía un poquito más tarde y eso fue lo último. No volvió a la casa", afirmó.
Los restos de Angeles fueron inhumados ayer en el cementerio privado Jardín de Paz, en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas. Familiares, compañeros y amigos formaron un numeroso cortejo.