La agencia espacial rusa Roscosmos desarrollará tecnologías y aparatos para evitar el posible impacto del asteroide Apophis contra la Tierra en 2036, según informó ayer su director, Anatoli Permínov.
La agencia espacial rusa Roscosmos desarrollará tecnologías y aparatos para evitar el posible impacto del asteroide Apophis contra la Tierra en 2036, según informó ayer su director, Anatoli Permínov.
“Los cálculos matemáticos demuestran que en este plazo es posible crear un aparato cósmico especial que permita evitar esta colisión sin destruir ni volar el asteroide”, aseguró en una entrevista con la radio La voz de Rusia.
“Nada de explosiones nucleares. Todo se hará de acuerdo con las leyes de la física”, dijo sobre las técnicas que se emplearían para desviar supuestamente la trayectoria del Apophis, llamado por la prensa rusa el “asteroide asesino”.
Permínov indicó que la lucha contra los asteroides y grandes meteoritos está entre los principales proyectos de Roscosmos y que la amenaza que representa el Apophis centrará próximamente una reunión del consejo científico de la agencia espacial rusa.
“Cuando la decisión se adopte, la anunciaremos. La amenaza de colisión puede ser neutralizada”, manifestó.
Permínov adelantó que Rusia, previsiblemente, propondrá a la Unión Europea, Estados Unidos, China y Japón desarrollar conjuntamente este proyecto, para unir sus tecnologías y posibilidades en la lucha contra esa amenaza común.
“Está en juego la vida de mucha gente. Mejor desembolsar varios centenares de millones de dólares y crear juntos un sistema que permita evitar la colisión, que esperar pasivamente el impacto y la muerte de centenares de miles de personas”, señaló.
El jefe de Roscosmos recordó que el Apophis (asteroide 2004 MN4), de 270 metros de diámetro, es casi tres veces más grande que el supuesto meteorito que provocó el fenómeno de Tunguska. En junio de 1908 tuvo lugar junto al río Podkamennaya (región siberiana de Tunguska) una explosión de entre cinco y 30 megatones de potencia, lo cual condujo a la devastación de un área de 2.150 kilómetros cuadrados. En total quedaron arrasados unos 80 millones de árboles.
En su camino hacia el Sol, el Apophis pasará en 2029 muy cerca de nuestro planeta, a una distancia de 30.000 kilómetros, inferior a la de los satélites geoestacionarios, y amenaza con impactar en la Tierra a su regreso, hacia 2036.
Ese impacto tendría un efecto devastador superior al de varios miles de bombas atómicas, lo que según algunos medios convertiría en desierto un territorio equiparable al de Francia.
La Nasa informó en octubre último de que sus científicos habían reducido de manera considerable la posibilidad de que el Apophis impacte contra la superficie terrestre en 2036. Esas posibilidades, que antes eran de una entre 45.000, son ahora de cuatro entre un millón, señaló entonces Steve Chesley, del Laboratorio de Propulsión a Chorro, en un estudio preparado para la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica de EEUU.
Sin embargo, un grupo de renombrados científicos y exploradores agrupados en la Asociación de Exploradores del Espacio instó a la comunidad mundial en noviembre de 2008 a desarrollar un mecanismo global para defender al planeta de posibles impactos devastadores de meteoritos.
Por su parte, el astronauta español Pedro Duque subrayó en abril pasado durante la Conferencia Internacional sobre Defensa Planetaria en Granada la necesidad de desarrollar la tecnología y los aparatos necesarios parar evitar que algún asteroide colisione con la Tierra.
Según el experto español Adriano Campo, la comunidad científica actualmente conoce sólo unos 5.000 de los hasta un millón de objetos celestes de entre 100 y 200 metros de diámetro que podrían colisionar con la Tierra.
La Nasa se anticipó. La Nasa, por su parte, ha enviado con éxito al espacio la principal baza para proteger a la Tierra del impacto de un asteroide no detectado. Se trata de la sonda Wise (siglas en inglés de Wide-Field Infrared Survey Explorer), un potente telescopio espacial que escaneará el cielo entero en luz infrarroja con el objetivo de descubrir miles de objetos que permanecen ocultos.
El lanzamiento del telescopio se concretó el pasado martes 15 desde la base aérea de Vandenberg, en California (EE.UU.).
La sonda dará la vuelta a la Tierra sobre los polos y explorará el cielo entero una vez y media cada nueve meses, en cuatro longitudes de onda y con una sensibilidad cientos de veces superior a la de sus predecesores.
El Wise está en condiciones de localizar cientos de miles de asteroides, entre ellos los que pasan relativamente cerca de la Tierra, analizarlos y medirlos y lanzar advertencias con anticipación. (AP)
Otros casos
La advertencia rusa puede parecer exagerada, pero los especialistas no son tan escépticos. En las últimas semanas tres asteroides han pasado rozando la Tierra sin que fuesen detectados a tiempo. Uno de ellos se destrozó en el cielo de Indonesia en una explosión equivalente a tres bombas atómicas. Pequeñas rocas impactan en el planeta una vez cada 5 años.
Por Alicia Salinas
Por María Laura Neffen