El presidente Alberto Fernández rechazó sin nombrarla las críticas de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, contra las organizaciones sociales y afirmó que “el problema de la Argentina no está en los necesitados”, aunque reconoció que algunas agrupaciones hacen “picardías”. Asimismo, el jefe del Estado señaló: “Al odio lo enfrentaremos con la razón, a la violencia con la Justicia. La verdad está de nuestro lado”. Hizo esas declaraciones al encabezar en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada el lanzamiento del III Foro Mundial de Derechos Humanos que se desarrollará en la ciudad de Buenos Aires en mayo de 2023, en el marco de los festejos por los 40 años desde el retorno de la democracia en la Argentina.
“El problema de la Argentina no está en los necesitados, definitivamente, sino que la Argentina crezca. Tenemos que crear muchos más empleos para que los que hoy reciben un plan social puedan ser empleados formales y gozar de todos sus derechos”, sostuvo el mandatario.
El jefe del Estado destacó el rol de las organizaciones sociales, que “han trabajado denodadamente para que la Argentina no explote”.
“Acuérdense, hagan memoria. Cuando llegamos, la verdadera discusión era cuánto tiempo iba a pasar para que hubiera un estallido social, el primer saqueo, que la gente se levantara para demandar comida. Nada de eso pasó porque las organizaciones sociales estuvieron acompañándonos, al lado de los más necesitados, no se llevaron la plata de los más vulnerables”, indicó.
“Le quiero agradecer a las organizaciones sociales que estuvieron al lado nuestro ayudándonos a contener definitivamente a esos sectores vulnerables llevando solidaridad y compromiso donde no existía”, señaló. Y añadió: “Quiero agradecérselo aún cuando algunas hagan picardías, que nosotros no convalidamos. Lo que no es bueno es generalizar”.
Alberto recogió el guante tras los cuestionamientos de Cristina Kirchner y reconoció: “Tendremos que tomar las medidas que haya que tomar para ordenar el Estado en lo que sea necesario ordenarlo y pueda acompañar el crecimiento”.
“Les pido que no cedamos, que sigamos firmes en nuestras convicciones, que nada nos confunda, que nuestras diferencias no nos hagan decir cosas a veces injustas y que estemos muy unidos”, indicó el presidente.
La titular del Senado había vertido duros conceptos sobre las organizaciones sociales durante el acto de la CTA. “El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta y la baja”, había lanzado la ex mandataria.
En su discurso, Fernández hizo hincapié en el crecimiento de los movimientos de derecha, especialmente aquellos que niegan la existencia de violaciones a los derechos humanos por parte de los Estados y que hacen “rediscutir” temas que “no deberían ser objeto” de análisis.
“Somos millones los que no estamos dispuestos a dar un paso atrás, a volver a permitir que lo que fue el dolor, la pérdida de seres humanos y la tortura vuelvan a ser puestos en duda, en una Argentina que fue capaz de juzgar cada uno de esos hechos”, estimó.
Acompañado por el ministro de Justicia, Martín Soria; por el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti; por la representante de Abuelas de Plaza de Mayo, Buscarita Roa; y por el premio Nobel, Adolfo Pérez Esquivel; el mandatario dijo que no se puede dar lugar a que la violencia institucional “pueda florecer” en una sociedad que padeció el terrorismo de Estado.
“Los derechos humanos nos interpelan. Es la vida de los pueblos, que cada uno de nosotros pueda crecer libre, sentirse respetado para que tengamos la sociedad que nos merecemos”, agregó.
Fue en ese momento en el que dijo que hay que luchar “con la Justicia” y “en paz” contra los “los cultores del odio, los que quieren reivindicar un genocidio en la Argentina”.