No todo negocio puede jactarse de cumplir 40 años de historia a paso firme y con perspectivas de expansión, menos una inmobiliaria, ya que en la ciudad el sector está lleno de pesos pesados con espalda para acaparar y llevar adelante acuerdos en el mercado de viviendas.
Sin embargo, CC Carlachiani supo abrirse camino en este rubro, usando a su favor el conocimiento del territorio provincial y el vínculo que desde sus inicios tuvo con el campo, por haber comenzado su historia en la ciudad de Las Parejas, uno de los núcleos más dinámicos de la actividad agroindustrial santafesina.
Esta historia comienza en 1985 con la decisión del matrimonio compuesto por Sergio Carlachiani y Adriana Ciccioli de brindar soluciones profesionales en la compra, venta y gestión de inmuebles. En ese entonces, los socios fundadores recordaron que la actividad inmobiliaria en Las Parejas se realizaba de manera informal, de boca en boca y de propietario a dueño, sin tener procedimientos claros ni un respaldo técnico o legal que ofreciera seguridad a las partes involucradas, lo que evidenciaba la necesidad de una propuesta seria y profesional en el rubro.
Los años pasaron y la confianza generada en sus clientes, muchos ligados a la actividad agropecuaria de la zona, les permitió afianzarse y trazar una estrategia de apertura de oficinas en nuevas plazas como Las Rosas y Rosario, a la vez que sumaron unidades de negocio en puntos clave como Roldán, Funes y Fisherton. Además, el directorio se agrandó algunos años atrás con el ingreso de sus tres hijos: Mauro, Pablo y Santiago a la actividad. Cada uno pasó a ocuparse de distintas áreas, lo que le dio a la empresa dinamismo y una mirada joven que aplican a la hora de comunicar la marca y en el vínculo humano.
Negocios de La Capital tuvo la posibilidad de entrevistar a los cinco miembros de esta familia para quienes, tal cual exhibe el eslogan de la inmobiliaria, “los ladrillos siempre están”, ya sea como forma de inversión o como respaldo financiero. Tan sólida es esta convicción y los cimientos de su empresa, que el hecho de cumplir 40 años es para todos ellos la clara muestra de que saben hacer lo que hacen y de que supieron adaptarse a los cambios del mercado sin perder de vista los valores que los vieron nacer.
Animarse a lo nuevo
Cuando arrancaron, el matrimonio recuerda que tenía un estudio jurídico y comenzaron a ver que necesitaban generar más ingresos. Aprovechando sus conocimientos en la materia legal, se animaron a administrar algunas propiedades de la zona y empezaron a realizar publicidad por cuenta propia. “Muchas casas que estaban cerradas las empezamos a tomar para gestionarlas y buscarles una utilidad. Para tener una idea, en ese momento no existía la matriculación ni el Colegio que regulaba esta actividad, pero íbamos perfeccionándonos como podíamos: curso que había, lo hacíamos”, sostuvo Ciccioli.
Un hito importante lo dieron con la apertura de su segundo local en la ciudad de Las Rosas, donde, en palabras del especialista inmobiliario, tomaron dimensión de que la región en sí compartía aspectos culturales, productivos, económicos y sociales de zona a zona, y que entre ellas interactúan. “Entendimos que quien se acerca a un negocio de este tipo necesita construir confianza, sin importar en dónde está. Para nosotros es la base de cada relación que establecemos”, explicó el empresario.
55.jfif
Instalaciones de las oficinas que CC Carlachiani tiene en Rosario.
Foto: gentileza CC Carlachiani.
La posibilidad de conocer a fondo la idiosincrasia de los habitantes del interior santafesino fue un punto fuerte en el crecimiento de la marca y en el vínculo con los clientes. Muchos de estos eran personas ligadas al campo o al negocio de la maquinaria agrícola con ganas de comprar una vivienda en Rosario y alrededores, a modo de inversión. También se daba el caso de familias con hijos o nietos que venían a estudiar a la ciudad y necesitaban un lugar donde vivir y referentes en quienes confiar la búsqueda de esa vivienda.
“Llegamos a Rosario con nuestra oficina a finales de los 90. Cuando desembarcamos, prácticamente había muy poca construcción nueva y un mercado muy fuerte en lo que eran unidades usadas. Después comenzaron a surgir nuevos proyectos y a venderse fideicomisos o propiedades en pozo. Fue un boom de construcciones a estrenar y eso impulsó el negocio”, recuerda Ciccioli.
>> Leer más: Lo que dejó Agroactiva 2025: el campo y el ladrillo demostraron que siguen de la mano
Sergio dio otro dato interesante de ese momento. Los campos, en su valor de precio por hectárea (ha), aumentaron muchísimo: pasaron de un valor de ha de u$s 2.500 o u$s 3.000 a valores de entre u$s 15.000 y u$s 20.000. Eso hizo que los pequeños y medianos productores no pudieran crecer en este terreno que era su actividad económica principal y a volcar sus excedentes en la compra de departamentos. “Esa fue la primera clientela que nos permitió llegar a la plaza rosarina”, explicó Carlachiani.
Segunda generación al frente
En la actualidad, la inmobiliaria tiene 1.250 propiedades para alquiler, pero reconocen que el negocio más fuerte está en la compra y venta de inmuebles. Con este público se forja una relación a largo plazo, donde más de la mitad de quienes se acercan a la inmobiliaria son personas que ya vendieron una vez con la familia y los vuelven a buscar para la operatoria de una segunda unidad. También, al momento de adquirir una propiedad, en los casos en que no van a habitarla de inmediato, la mayoría la deja en manos de la empresa para que esta la alquile y administre.
Las tareas diarias hoy recaen principalmente en los hijos del matrimonio, quienes aportan su expertise particular al negocio, ya que estudiaron distintas carreras, aunque los tres están matriculados como corredores inmobiliarios. “Si es para renta se prioriza cierta zona, si es para uso personal otras, y después hay cambios que se van dando en el mercado cada cierta cantidad de años. Antes, las unidades más rentables eran los monoambientes o deptos de un dormitorio chico y hoy las unidades de dos dormitorios tienen mejor desempeño. Históricamente, el inmueble te daba una renta de entre el 5% y el 6% anual; pero ese monto bajó en la pandemia y hasta el 2023 a un 3%. Ahora se volvieron a recuperar los márgenes que había y la compra/venta está dinámica”, explicó Mauro, al frente del área de Administración y Alquileres y del segmento de Funes, Fisherton y Roldán.
Por su parte, Pablo señaló que otra variable para tener en cuenta es en quién confiar desde el lado de la obra. Es decir, desde su rol como especialistas, les toca asesorar sobre decisiones como si conviene comprar en pozo o comprar en construcción. “A partir de 2001 se fueron sumando muchos actores al sector inmobiliario y, así como aparecen oportunidades, surgen otras que no lo son. Entonces, confiar en un profesional que pueda identificar las necesidades y ofrecer algo acorde a esto es importante”, indicó el empresario, quien se encarga de la comunicación y el desarrollo de la marca.
Apostar al ladrillo
Durante la entrevista, los socios subrayaron que si una persona tiene un sobrante en dólares, es momento de comprar, ya que el costo de la construcción se encareció y se espera una baja en la puesta en marcha de nuevas unidades. Coincidieron en que hay una incertidumbre de los desarrollistas en torno al costo y al precio que va a consentir el mercado. “Va a haber una revalorización importante en los precios, así que el momento de comprar es ahora, y confiar en un corredor inmobiliario es fundamental para que esta operación sea manejada desde el ámbito del negocio. Si se hace por afuera, se puede convertir en un juego de azar, y una inversión de este tipo no es una timba: tiene variables concretas”, sostuvo el fundador de CC Carlachiani.
Algo que la familia palpó de primera mano es que la provincia ofrece oportunidades para un amplio abanico de inversores, y el profundo conocimiento que tienen del territorio santafesino les permite detectar dónde están las mejores opciones según el perfil del cliente. De hecho, Santiago se encarga específicamente de atender las oficinas de Las Parejas y Las Rosas, a la vez que lleva adelante la estrategia de desarrollo y ventas a nivel regional. En total, son 35 miembros quienes integran el equipo de la empresa entre las distintas ciudades donde tienen presencia.
equipo2025 edicion 4a.jpg
El equipo completo de la inmobiliaria celebrando los 40 años cumplidos.
Foto: gentileza CC Carlachiani.
Como parte de su profunda inserción en la región, Carlachiani fue la única inmobiliaria presente con un stand propio en la edición Agroactiva 2025, la feria del agro que es un punto de encuentro y referente para los principales sectores productivos. Para la familia, fue la posibilidad de estar cerca de quienes les permitieron llegar a donde están hoy y, de hecho, participan de otras exposiciones de relevancia como la Fiesta del Trigo en San Genaro o la Fespal en Chabás.
“En estos 40 años nos tocaron adversidades de todo tipo, como el corralito en 2001. Las personas se daban cuenta de que, si querían sacar los dólares del banco, iban a una acción de amparo, y nosotros hicimos un gran trabajo de asesoramiento para que compraran propiedades, ya que el Gobierno, durante tres meses, permitía que la persona sacara los dólares si era para comprar un inmueble, y los precios habían bajado mucho. Un depto de dos dormitorios en el centro de Rosario costaba 27 mil dólares. Agradecemos a todos los que confiaron en nosotros y lo siguen haciendo”, resumió Carlachiani.