En los tres escenarios sobre los que Central todavía transita, en uno se le baja el telón para un final de obra en la que en muchos actos se olvidó del libreto. Justo en la Copa de la Liga, donde mantendrá el rótulo de campeón hasta dentro de unos pocos días, cuando haya un nuevo rey del fútbol argentino. Pero más allá de que se haya quedado sin chances de clasificación ya desde hace dos fechas, el cierre ante Deportivo Riestra tiene motivos para afrontarlo con seriedad, para que le sirva de motor e incentivo en la Copa Libertadores que transita con mucha más seriedad y compromiso. Será el cierre de un ciclo, pero también el combustible para otra competencia.
Suele ocurrir que a lo bueno se lo ubica sobre lo malo y en este caso de Central no está mal manejarse de esa forma, pero ello no invalida recordar que la defensa del título tuvo demasiados rounds que lo golpearon, al punto de parecerse en contadas ocasiones a ese equipo sólido del semestre pasado. Por eso esta fecha de cierre el canalla la vivirá como un mero compromiso, como algo con lo que debe cumplir por la obligación del fixture.
Pero alrededor de esta campaña deficiente en la Copa de la Liga hay un contexto insoslayable. El haber sido el equipo con mayor desgaste físico y emocional de la temporada pasada hizo que los tiempos para la reparación en todos esos aspectos se le acortaran más que al resto. Y, por supuesto, el inicio de la Copa Libertadores es otro de los motivos a partir del cual se puede entender la variación en el foco de atención. Hay otros equipos que también están jugando la Copa y marchan mucho mejor en el plano local, pero a Central su fútbol no le dio para tanto.
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Central viene de tres derrotas consecutivas en la Copa de la Liga y necesita recuperarse, justo en la última fecha.
Leonardo Vincenti / La Capital
Sí es un hecho que Central necesita como el agua cerrar en alza su participación en la Copa de la Liga. Porque por más que no pelee por nada importante, el sólo hecho de sumar será un buen objetivo. Russo repite cada vez que puede que el torneo local jamás debe ser descuidado (salvo alguna contingencia especial, como sucedió frente a River) y por eso estos tres puntos tientan. No sólo porque se juega en el Gigante, sino por el aporte que brindarían para la tabla acumulada, la que determina la clasificación a las copas internacionales del próximo año y, además, por la zona roja de la permanencia.
Ganar será un punto central
De esas tres derrotas consecutivas que lleva en el torneo intentará recuperarse Central contra Deportivo Riestra, pero a la hora de buscar justificativos de por qué el canalla necesita estos tres puntos la mirada gira hacia el plano internacional. No será lo mismo para el equipo de Russo viajar a Venezuela para enfrentar a Caracas (el martes 23, a las 19) con el envión de un triunfo en el cierre de la Copa de la Liga que habiendo acumulado otro traspié.
Por eso, este partido tiene mucho de motor. Es que todo lo que al equipo le sirva para fortalecerse, en Arroyito será bienvenido para sumar puntales (emocionales y futbolísticos) en ese tránsito convincente en la Copa Libertadores, donde estuvo a la altura de las circunstancias en el debut contra Peñarol y donde quedó a nada de traerse algo de la excursión a Belo Horizonte.
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El último en el Gigante de Arroyito fue con derrota. El canalla perdió frente a Barracas Central.
Marcelo Bustamante / La Capital
Como si todo eso fuera poco, el tiempo que estará sin atención obligada en el torneo local (hasta el inicio de la Liga Profesional) le servirá para ajustar la mira en esos partidos clave que tiene por delante en una Copa en la que hay depositadas demasiadas expectativas.
Nada en el fútbol es de carácter transitivo y así como las tres derrotas (fueron cinco en los últimos seis partidos) al hilo que acumula el canalla no le impidieron mostrar un ropaje distinto en la Libertadores, un triunfo contra Riestra no le asegurará absolutamente nada a futuro, pero sobran los motivos en Arroyito para pensar que esta despedida de la Copa de la Liga tiene un valor agregado a los tres puntos de ocasión.