Robaron, pero se arrepintieron y devolvieron lo sustraído. Aunque cueste creerlo, dos adolescentes que se habían apoderado de computadoras, notebooks y un reproductor de DVD por un valor de 50 mil pesos confesaron el delito en una rueda de oración religiosa mientras se encontraban en un centro de rehabilitación en adicciones. Para los responsables del Instituto San Pablo, de Bolivia al 2000, Dios escuchó sus plegarias. "A las 7.57 del lunes hicimos una declaración donde dijimos que nos iban a restituir los equipos y, a las 19 del mismo día, nos llamaron que habían aparecido", señaló la representante de la institución evangélica, Patricia Pavón.
El incidente se produjo en la madrugada del lunes, a las 3. Ingresaron a las oficinas de la administración de la institución escolar que alberga a 296 alumnos del nivel secundario. Por los techos y trepando un muro con púas, los delincuentes violentaron una ventana consiguieron unas llaves y abrieron las puertas. Se llevaron dos computadoras, notebooks, dos proyectores, equipos de sonido y el DVD por un monto de unos 50 mil pesos.
Por la mañana, cuando las autoridades escolares se dieron cuenta del robo, se organizaron para realizar una plegaria. "Pedimos perdón y misericordia y oramos por las personas que nos robaron. Dijimos que Dios nos iba a restituir todas las cosas que nos habían llevado y, a las 19 del mismo día, nos llamaron de la fundación Crea (dedicada a la contención espiritual y la rehabilitación de personas con adicciones) y nos contaron que unos chicos confesaron el robo, estaban arrepentidos y querían devolver lo sustraído", contó Pavón.
Del centro de adicciones de Ecuador e Ituzaingó se recuperó de los techos todo el botín que partió hacia el colegio de calle Bolivia entre Ituzaingó y Cerrito, pleno barrio Belgrano. Los autores fueron dos menores de 12 y 17 años y el restante mayor de edad. Uno de ellos tuvo la intención de reducir una notebook, pero fue interceptado por la policía.
Pese al gesto de arrepentimiento de dos de los ladrones, la denuncia ya había sido radicada en la comisaría 14ª. Los efectivos de esta dependencia fueron los encargados de entregarle las pertenencias a sus dueños. Sin embargo, al tomar contacto con las diligencias judiciales las autoridades escolares percibieron que los adolescentes estaban profundamente arrepentidos.
La confesión y la actitud de no quedarse con objetos ajenos movieron la sensibilidad de los alumnos del San Pablo. Un grupo de ellos escribió cartas y afiches con mensajes de aliento a los autores demorados en la policía con la convicción de que Dios puede restaurar a las personas.
Luego se constató que todo estaba en perfecto estado. De hecho, ayer los equipos informáticos ya estaban en funcionamiento.
"Atribuimos lo ocurrido a que Dios puede restaurar vidas, cambiarlas, traer luz sobre ellas y lograr la aceptación de Jesús en sus corazones", señaló Pavón al indicar que si bien no fue un hecho cotidiano "hay innumerables testimonios de personas arrepentidas en su obrar".
En el caso puntual de los ladrones arrepentidos, la responsable legal de la institución evangélica no dudó: "Fueron movidos por Dios, nadie los incitó a que confesaran".
Para quienes profesan de este culto, nada resulta al azar. Esta restitución ocurrió mientras se organizaban los actos por los 40 años de la iglesia evangélica del pastor Norberto Carlini. El sábado en Provincias Unidas 2050 se inaugurará una nueva nave edilicia en el santuario con capacidad para 10 mil personas.