La organización ecologista Greenpeace botó en el puerto de Werne (noroeste de Alemania) su nuevo buque insignia, el Rainbow Warrior III, que incorpora los últimos avances tecnológicos para la protección del medio ambiente.
La organización ecologista Greenpeace botó en el puerto de Werne (noroeste de Alemania) su nuevo buque insignia, el Rainbow Warrior III, que incorpora los últimos avances tecnológicos para la protección del medio ambiente.
Con un presupuesto de 23 millones de euros, el nuevo Guerrero del Arco Iris es un velero de 58 metros de largo con dos mástiles dobles con forma de A que parten de ambos lados de la cubierta y se unen en su vértice para permitir desplegar hasta 1.300 metros cuadrados de velamen.
"También con el Rainbow Warrior III seguiremos activos contra la destrucción del medio ambiente. Este nuevo barco es la promesa de que nosotros seguimos apostando por un futuro verde y pacífico", aseguró Kumi Naidoo, presidente de Greenpeace internacional.
El nuevo barco ecologista se desplazará fundamentalmente con las velas, aunque la nave dispone también de un motor diesel eléctrico Caterpillar con catalizador para reducir las emisiones que se empleará solamente para maniobras y cortos recorridos.
Además, la embarcación despliega su velamen con motores eléctricos, tiene una planta ecológica de potabilización de agua marina y un sistema de depuración para sus residuos orgánicos, así como una instalación de reciclado para el resto de las basuras que produzca.
Los ingenieros responsables del diseño del buque, construido en los astilleros Fassmer en los últimos tres años, han evitado además el uso de cualquier tipo de plásticos y de maderas tropicales para utilizar exclusivamente maderas de origen europeo procedentes de bosques de explotación ecológica.
La nueva nave de Greenpeace cuenta en su popa con una gran plataforma para transportar un helicóptero, así como capacidad para 32 marineros, el doble de la que tenía el Rainbow Warrior II, su antecesor, en activo desde finales de la década de los 80.
La goleta reemplaza al Rainbow Warrior II de 50 años de antigüedad, que presentaba numerosas abolladuras por sus diversos encuentros con balleneros, cazadores de focas y madereros ilegales.
En su primera misión la nueva nave posiblemente enfilará a Estados Unidos dentro de la campaña de Greenpeace contra la quema de carbón para generar electricidad. Después se dirigirá a Sudamérica para llamar la atención contra la destrucción de las selvas tropicales en la Amazonia.
La embarcación,tiene además un sistema de liberación rápida de lanchas inflables para el transporte de los activistas a los puntos de confrontación en el mar.
Melina Laboucam-Massimo, de la nación aborigen Cree en Canadá, bendijo la embarcación con humo de salvia y hierba dulce trenzada y con una oración en su lengua nativa. Laboucan-Massimo, de 30 años, activista de Greenpeace y cuya abuela era curandera tradicional, procedió después a una tradición distinta: rompió una botella de champaña contra el casco de la nave.
Los barcos insignia de Greenpeace llevan el nombre de la primera nave hundida en 1985 por comandos franceses en un muelle de Nueva Zelanda y la cual protestaba contra las pruebas nucleares.
El segundo Rainbow Warrior fue retirado de servicio este año y convertido en un buque hospital en Bangladesh. Su última misión fue efectuar mediciones de radiación frente a la costa japonesa tras el desastre del reactor nuclear de Fukushima.
Un argentino a bordo. A bordo de la goleta viaja el argentino Pablo Bullrich, encargado de las redes sociales para Greenpeace local, quien será parte de la tripulación durante tres meses.
"Formo parte de un programa que se llama Nuevas Manos en Cubierta. Somos siete jóvenes de distintos rincones del mundo que seremos marineros a lo largo de un viaje que recorrerá distintas ciudades de Europa y cruzará el Atlántico", relató Bullrich.
Durante la navegación, Bullrich documentará en tiempo real las acciones de Greenpeace que denunciarán los daños ambientales en las aguas del planeta. Compartirá sus experiencias y relatos a través de un blog y el sitio en Facebook de la organización .
"Con su tripulación internacional, el Rainbow Warrior III va a enfrentarse a los criminales medioambientales donde sea necesario e investigará y expondrá actividades destructivas, pero fundamentalmente va a ofrecer una luz de esperanza y servirá de estímulo de acción dondequiera que vaya. Es un orgullo para mí estar representando al país y navegar alrededor del mundo para proteger nuestro planeta", concluyó el argentino.