La práctica de la Esgrima en nuestra institución data del año 1902, desde casi los inicios del club, siendo nuestra Sala de Esgrima la más antigua del interior del país y este deporte el de mayor antigüedad de los actualmente en práctica.
El múltiple campeón nacional de espada Omar Vergara, quien fuera representante olímpico en Munich 1972 y Montreal 1976
La práctica de la Esgrima en nuestra institución data del año 1902, desde casi los inicios del club, siendo nuestra Sala de Esgrima la más antigua del interior del país y este deporte el de mayor antigüedad de los actualmente en práctica.
Las primeras clases de espada y florete fueron dadas por los eximios maestros Montaut y Ledesma a un reducido grupo de alumnos que con el tiempo iría aumentando como eficaz semillero de donde surgieron nombres que dieron honor a la Esgrima Argentina.
El año 1911 registra los nombres de tiradores como Enrique Ferreyra y Modesto Cabrera, posterior presidente de la institución y nombre que lleva con orgullo nuestra Sala de Armas quienes dieron al club los primeros lauros en torneos nacionales.
Es en la década de 1920 cuando se produce una importante participación de esgrimistas del Jockey Club que llevaron a las pedanas la técnica y maestría de esta disciplina que conserva hasta estos días el brillo de su secular tradición. Pudiendo recordar nombres como Baldrich, Mata, Vila, Cabrera, Sotomayor, Larrechea, Navarro, Enz, Torrens, Sivori, Araya entre otros.
Un estilo empezaba a perfilarse a partir de fines de la década del 30 y durante la del 40 con el trabajo impecable de los alumnos del maestro Ledesma: Jorge Sívori, Eduardo Roca, Jorge Abramoff y especialmente Manuel Torrente campeón nacional de florete en 1947 y 1948 y representante olímpico en Londres.
A dicha generación le sucedieron los alumnos de los maestros Manuel Dávila y Juan Francisco Moyano, recordando a Jorge Sivori (h), Gonzalo Palacios Cabanellas, Julio Paz Basualdo, Roberto Bessone, Hugo Morales, que posteriormente empalma con las generaciones que aprendieron del gran maestro Cap. Arturo Charro, cuyo nombre fue dada a una de nuestra pistas, como Juan Carlos Ferreño, Juan José Miquelez, Jorge Araya, Roberto Salvat, Guillermo Orsi, destacando a Omar Vergara múltiple campeón nacional de espada, campeón sudamericano, panamericano y representante argentino en las olimpiadas de 1972 en Munich y 1976 en Montreal además de su dilatada actuación como dirigente deportivo en que fue presidente de la Federación Argentina de Esgrima, e integrante del Comité Olímpico Nacional y de la Federación Internacional de Esgrima.
En los últimos años el maestro Carlos Moyano dio al club dos campeones nacionales juveniles Máximo García Conde y Agustín Begue y actualmente con el maestro Marcelo Cardarelli pudiendo contar algunos de los últimos logros de nuestros esgrimistas Ivo Serenelli campéon nacional juvenil espada y de destacada actuación en Europa e Italia donde residió un año, Carlos Covani campeón nacional de espada, múltiple campeón nacional, sudamericano y panamericano de espada veteranos, Guillermo Orsi campeón nacional veteranos, y en 2019 medalla bronce Panamericano Veteranos. Juan Carlos Covani campeón de la Republica individual y por equipos, Lucca Covani campeón nacional cadetes en 2019, Pedro Sendón representante en pruebas nacionales e internacionales y un grupo de entusiastas infantiles y juveniles que se han acercado a la práctica. A su vez, Carlos Covani y Guillermo Orsi formaron parte del equipo argentino participante en el Mundial de Veteranos de El Cairo.
Es importante destacar el logro de nuestro club al ganar el Campeonato Nacional de clubes por equipo, prueba que se realizó en diciembre de 2017 en el Country de Fisherton, y los Campeonatos Provinciales en 2018 y 2019.
Esto ratifica la vigencia e importancia de la Sala de Armas del Club, centro de excelencia en esta caballeresca disciplina deportiva y permite avizorar un futuro de continuos logros dado el acercamiento a la práctica de varios hijos de socios y del plan de desarrollo del deporte que desarrolla la Subcomisión de Esgrima.
Por Gonzalo Santamaría