La presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció ayer que enviará al
Congreso un proyecto de ley para eliminar la denominada "tablita de Machinea", que establece un
esquema de topes a las deducciones que se pueden realizar a la cuarta categoría del impuesto a las
ganancias y que afecta en la actualidad a los trabajadores con salarios más elevados. La medida
beneficiará a unas 800 mil asalariados que ganan más de 7.000 pesos mensuales, después de los
descuentos de obra social y jubilación.
La medida, que venía siendo analizada por el gobierno hace unos meses —en
agosto y antes de la crisis ya tenía redactado un proyecto que no fue enviado al Congreso— se
vislumbra como una continuidad de los recientes anuncios para incentivar el consumo y la
producción, como el multimillonario plan de obras públicas, el blanqueo de capitales, beneficios
tributarios y un paquete de créditos para adquisición de autos y electrodomésticos.
Actualmente y con las últimas modificaciones que se hicieron sobre este tributo
en los últimos años, quienes ganan hasta 91.000 pesos anuales pueden restar de sus ganancias el
100% de las cargas deducibles; los que tienen ingresos de entre 91.000 y 130.000, sólo pueden
deducir el 50% de esas cargas; los que ganan entre 130.000 y 195.000, el 30%; los que ganan entre
195.000 y 221.000, el 10%; y los que ganan más de 221.000 pesos, no tienen deducciones. Estos topes
quedarían eliminados totalmente y por tanto mejorarían el ingreso de los trabajadores con salarios
altos.
Un ingreso adicional. Este fue el argumento que Cristina utilizó para defender
la iniciativa, que según dijo, implicará "un aumento en el salario" de los trabajadores que pagan
ganancias y que significa "una medida de justa progresividad en materia impositiva y contracíclica
para impulsar el consumo" en el marco de la crisis económica mundial.
En un acto que encabezó en la residencia de Olivos para lanzar un plan de
renovación de la flota de taxis, la jefa de Estado sostuvo que la denominada "tablita de Machinea"
es "un elemento absolutamente regresivo" y consideró que fue una "medida equivocada" que adoptó el
gobierno de Fernando de la Rúa (ver aparte).
Cristina sostuvo que ese esquema de aplicación del impuesto a las ganancias, que
ahora se busca eliminar y que instauró el ex ministro de Economía José Luis Machinea "en momentos
difíciles" de la economía doméstica, terminó por "castigar a muchos de los votantes de la Alianza".
También remarcó que el proyecto que se girará el lunes al Parlamento para su eliminación total
"hace a la justicia y a la situación que estamos viviendo, pero también a la convicción de un
sistema democrático y popular" en relación al salario de los trabajadores.
Tras reconocer que su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, había morigerado su
aplicación, la jefa de Estado destacó que bajo su administración la "tristemente célebre tablita de
Machinea quedará en el olvido".
De paso, Cristina autoelogió su gestión por la decisión de impulsar la medida a
través de la vía legislativa: "No recuerdo un gobierno que haya dado tanto protagonismo al
Parlamento en temas centrales", remarcó.
Apoyo de la CGT. El secretario general de la CGT, Hugo Moyano, presente en el
acto, expresó su "enorme satisfacción" por la medida y dijo que "no sabía absolutamente nada" de
que la jefa de Estado iba a dar esa noticia. "Al trabajador le viene muy bien porque el esfuerzo
que hace el trabajador no podía ser que se lo lleve un impuesto completamente injusto", aseveró el
gremialista.
También desde el gobierno destacaron el impacto de la medida en el marco de la crisis económica
mundial.