La ruta nacional Nº 7 tiene bien ganado el mote de “ruta de la muerte”. Y anteanoche lo corroboró con creces cuando tres personas murieron y sus cuerpos quedaron calcinados tras un accidente que involucró a tres camiones y un auto, que quedaron envueltos en una inmensa columna de fuego. Uno de los cadáveres fue hallado varias horas después, cuando la policía trataba de desenmarañar los hierros retorcidos y advirtió que había otros restos humanos, además de las dos víctimas que se identificaron en un primer momento.
Fue cerca de las 21 de este viernes, entre los kilómetros 385 y 386 de la ruta que conecta Buenos Aires con el límite entre Mendoza y Chile, y que pasa por el extremo sur santafesino. Pasando el puente y antes de llegar a la rotonda de Aarón Castellanos, un camión Volvo patente WGO505 conducido por José Tolosa, de 35 años, se estrelló de frente contra un Fiat Iveco (IGW058) que transportaba desodorantes y perfumes en aerosol marca Colbert y que era manejado por Cristian Damián Ramírez, de 30 años. El Volvo, un camión de transporte de lácteos, iba sin carga.
Tanto Tolosa como Ramírez, los dos choferes protagonistas de ese primer impacto, perdieron la vida inmediatamente.
Detrás del Iveco circulaba un auto Peugeot 206, de una empresa de seguridad que custodiaba al camión con desodorantes, y que se incrustó inmediatamente en la parte trasera del vehículo de carga. Sus dos ocupantes, Sergio Ganellas, de 54 años, y Ariel Lezarce, de 30, pudieron salir del vehículo.
Un tercer camión venía detrás del Volvo. Se trataba de un Iveco patente HXU064 al mando de Jorge Elizalde, de 35 años, que transportaba materia prima para pañales. Elizalde rozó al vehículo de lácteos y se incrustó contra el que llevaba los desodorantes. Auxiliado por los tripulantes del auto, el chofer también pudo salir.
El camión con perfumes y su custodia circulaban en sentido oeste-este, es decir, de Rufino a Buenos Aires, mientras que los otros dos vehículos pesados lo hacían en dirección contraria.
Como consecuencia del choque se produjo una fuerte explosión, presuntamente de los desodorantes, y el fuego alcanzó a los cuatro vehículos. Las llamas fueron tan intensas que debieron trabajar tres dotaciones de bomberos de Rufino con 21 efectivos, dos unidades de San Gregorio, con una docena de bomberos, y una de la localidad de Alberdi, con cuatro voluntarios.
La tragedia no terminó ahí. “Cuando estábamos removiendo los fierros retorcidos vimos que había más restos humanos. Seguimos buscando y encontramos un tercer cuerpo dentro de la cabina del camión de lácteos”, contó a La Capital el sargento Aldo Pereyra, a cargo de la subcomisaría 8ª de Aarón Castellanos. Era una mujer, presumiblemente la novia del conductor, que fue identificada como Claudia Mariela Cuadro, de 28 años. Su cuerpo fue encontrado recién ayer en pleno día.
Pereyra contó que hasta el momento se pudo reconstruir el accidente por los testimonios de los sobrevivientes, que fueron trasladados e internados en la Clínica Santa Fe, de Rufino. “Fue terrible”, resumió el policía, que tuvo que trabajar durante horas en el lugar del hecho, donde la ruta permaneció cortada hasta las 17 de ayer.
M.C.