Todavía es un misterio quién ingresó y dónde los casi 500 kilos de cocaína encontrados en un barco del muelle Vicentin en el puerto de San Lorenzo. Si bien en un primer momento se pensaba que había sido en la localidad santafesina, ahora toma fuerza la hipótesis de que pudo cargarse en el puerto de Montevideo.
El buque MV Ceci tenía 20 tripulantes y el capitán a bordo, y estuvo fondeado en la rada uruguaya cuatro días hasta que comenzara a remontar el río Paraná rumbo al puerto de San Lorenzo para cargar 46 toneladas de girasol que tenían como destino Amsterdam, Holanda.
Una vez en el puerto santafesino, en una inspección de rutina ordenada por el capitán, el primer oficial del buque encontró en la cámara frigorífica utilizada para almacenar la comida de la travesía unos 469 kilos de cocaína.
Cocaína oculta
La droga estaba bastante bien escondida en cajas, acomodadas entre unos 100 kilos de carne. Previamente había ingresado el proveedor local de alimentos al barco, que llegó a la zona en otra embarcación como es habitual.
Por ese motivo es que se sospecha que fue en ese momento pudo ser "contaminado" el barco con la sustancia que luego encontró el capitán para así dar aviso a las autoridades. Sin embargo las nuevas pruebas se inclinarían hacia el puerto de Montevideo.
Según publica Clarín, hay varios indicios sobre esto pero el más curioso y determinante es que las bolsas en las que habían guardado los panes de cocaína estaban saladas. Sí, gusto a sal.
Suena poco ortodoxo, pero a uno de los investigadores se le ocurrió hacer la “prueba del gusto” y terminó siendo clave para entender que había estado en contacto con agua de mar. San Lorenzo es un puerto de río y, por lo tanto, de agua dulce. Mientras que solo cuatro días antes había estado en Montevideo, ciudad de mar.
La investigación a cargo de Prefectura, el juez federal N° 3 de Rosario, Carlos Vera Barros y los fiscales Claudio Kishimoto y Matías Álvarez, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), apuntan a establecer el origen de la droga, que llevaba una corona como marca.
Se presume que la droga era de origen boliviano, pero aún no se identificó quién era el dueño del cargamento. Algunos apuntan al capo narco uruguayo Sebastián Marset, prófugo de la Justicia de su país desde julio de 2023. No hay indicios, al parecer, pero es un narco destacado por mover embarques de cocaína por la Hidrovía como eje logístico.