Una nueva y compleja disputa empieza a asomar en el horizonte entre Nación y las provincias, que promete ser un episodio tenso por el reparto de los tributos. El ministro de Economía, Luis Caputo, habló de un “súper IVA” con una nueva distribución y alarmó a las provincias, que insisten en ver la letra chica y darle un marco de consenso federal.
“El gobierno tiró el título y media bajada. Nada más. Sabemos lo mismo que los medios, había un compromiso de compartir el proyecto con la provincia y no llegó”, graficó en LT8 el ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares.
En un principio el esquema estaba pensado para después de las elecciones de octubre, aunque ahora aparentemente se aceleró. Entonces, ¿Realmente tiene pretensiones de simplificar los tributos o es una nueva maniobra del gobierno para medir un tema, hacer ruido, y dejarlo naufragar?
El IVA recortado
El IVA quedaría en el 21% pero cambiaría el reparto. En vez de repartirse ese total conforme a la fórmula de la coparticipación, irían un 9% a Nación y el resto las provincias cobrarían la alícutoa que pueda. A cambio, las provincias no deberían cobrar impuestos distorsivos, como Ingresos Brutos, que el gobierno tiene en la mira desde siempre.
El trasfondo es ver quién se lleva el costo político de la carga de impuestos, pero también si el esquema que se defina es sostenible para todas las provincias. La sensación que flota es que Javier Milei y Caputo solo quieren mandar el mensaje a la ciudadanía que Nación cobra solo el 9%, cómo se soluciona el resto, después se verá. Además, en términos reales, ese 9% es el que hoy se queda.
“Actualmente, en mi provincia de cada $10 mil que factura un negocio, hay una carga impositiva nacional de $1.800 y una provincial de $200”, sostuvo Olivares una jornada sobre finanzas públicas provinciales.
Por lo visto, los cuestionamientos son técnicos pero también políticos. Esto se podría resumir en lo siguiente: el gobierno plantea un cambio en la distribución del IVA promoviendo una competencia fiscal entre las provincias.
La cuestión es la eventual escala hacia una guerra impositiva compitiendo por quién cobra menos de IVA de la mano de un ajuste mayor en otros gastos. Eso quiere el gobierno.
Vale repasar que las provincias arrastran un primer año de fuertes recortes en las transferencias no automáticas, una licuación de la coparticipación y, si bien hubo aumento interanual en algunos reportos, la recaudación de las provincias entra en una etapa inquietante. "El primer semestre cerrará con el estrés que los gobernadores ya anticiparon porque la Nación corrió parte de la recaudación, y terminaremos con un equilibrio ajustado. No sabemos si será positivo o negativo, pero será equilibrado", dijo Olivares en LT8.
Otra opción
Luciano Laspina, diputado del PRO y especialista en temas tributarios, cree que un IVA diferencial por provincias generaría muchas complicaciones de índole tributaria y recaudación.
“Una coordinación entre provincias podría ser importante pero la competencia impositiva sería difícil de administrar y riesgosa en términos de recaudación sobre todo para provincias grandes como Santa Fe”, dijo en RTS. En esa línea, podría pasar que las provincias chicas, que se benefician de la coparticipación, podrían desistir de cobrar IVA beneficiándose de provincias más sobradas.
Por eso sugirió un modelo que se ha estudiado en varios lados del mundo: un “IVA mochila” sobre el 21% actual, para compensar una baja de “Ingresos Brutos que es muy distorsivo porque se le va cargando por eslabón”.
El IVA mochila implicaría una sobrealícuota para que se elimine Ingresos Brutos y se compense con este impuesto más neutral y sano. Según Laspina, para la producción es bueno y para el consumidor igual o mejor porque bajaría el costo relativo de la cadena alimenticia.
Al margen de las suposiciones que terminarán una vez que haya un proyecto real, el planteo del interior del país es que la simplificación tributaria se de una discusión amplia a través de un consenso federal. También se cuela la posibilidad de un nuevo esquema de coparticipación, que requiere de mayorías especiales y de las legislaturas. Todo está en veremos.