Podríamos decir a modo de generalidad que el inicio de un proceso Terapéutico comienza con el reconocimiento por parte del consultante que hay algo en su vida que le está generando malestar. Hay una especie de llamado a hacer algo distinto. Sigmund Freud, creador del Psicoanálisis conceptualiza en “Inhibición, Síntoma y angustia” (1925) que la angustia es una “reacción ante una situación peligrosa” o una señal de alarma ante un peligro interno o externo. Retomando está definición podríamos decir que el paciente llega a sesión en estado de alarma.
Muchas veces el consultante sabe cuál es el motivo de su consulta, y otros lo van descubriendo en el proceso mismo de la terapia. Saber por dónde empezar no es condición para iniciar un proceso Terapéutico. Sí es indispensable que el consultante se sienta a gusto con el terapeuta, del vínculo Psicólogo consultante dependerá la evolución en el tratamiento.
Iniciar terapia, es como iniciar un viaje, adentrarse a una aventura de la cual no volveremos de la misma forma en que iniciamos.
Los psicólogos acompañamos y brindamos herramientas para que nuestros pacientes mejoren su calidad de vida. Proponemos realizar un proceso en el que el paciente pueda verse a sí mismo, y navegar (se) en sus propias profundidades. Cuando hablamos de procesos, estamos aludiendo a la no linealidad y a la no unicausalidad. Por lo tanto, sanar emocionalmente requiere compromiso, tiempo y paciencia.
El Psicoanálisis, en sus orígenes, reconoció el valor de la sanación en el acto de hablar. Poder hablar de nuestros padecimientos, nos permite en primera instancia ordenar y significar la experiencia, darle un lugar y un sentido. En el acto de hablar, descargamos y también construimos. Tal es así que para el psicoanalista J.Lacan, cuando fue entrevistado en la revista Panorama en 1974 se le preguntó por la cura a través del Psicoanálisis, y él respondió “ el neurótico es un enfermo que se cura con la palabra, ante todo con la suya. Debe hablar, contar, explicar él mismo.”
Nuestro trabajo como terapeutas es artesanal, del uno a uno, cada paciente, cada padecimiento requiere de diferentes recursos, dos consultantes con la misma temática requieren de palabras distintas para sanarse.
Ps. Carolina Soledad Adad. Miembro del equipo profesional de Psique Consultorios