Robledo Puch: "Que la gente defina si yo soy peligroso"
Lo hizo mediante dos cartas enviadas a un diario porteño. Carlos Eduardo Robledo Puch, considerado
el asesino civil más grande de la historia delictiva del país, rompió el silencio desde el presidio
donde purga condena a reclusión perpetua por matar a 11 personas, violar a una joven y cometer una
veintena de robos durante 1972.
23 de junio 2008 · 01:00hs
Carlos Eduardo Robledo Puch, considerado el asesino civil más grande de la
historia delictiva del país, rompió el silencio desde el presidio donde purga condena a reclusión
perpetua por matar a 11 personas, violar a una joven y cometer una veintena de robos durante 1972.
A pocos días de que la Justicia le denegara la libertad condicional y el arresto domiciliario, El
ángel de la muerte envió dos cartas de puño y letra a un diario porteño "porque llegó el gran día
de esclarecer a la opinión pública", proponer que especialistas mundiales examinen su caso y que la
"ciudadanía argentina" sea la que defina si él es peligroso para la sociedad.
Robledo Puch tiene 56 años y está en la cárcel de Sierra Chica, dice el diario
Crítica de la Argentina. En las misivas se compara con el "perejil" del caso Nora Dalmasso
—en relación al albañil que fue detenido por el crimen de Río Cuarto y cuya vinculación al
hecho jamás fue probada— y jura que no es un asesino serial: "Nunca nadie, ni hombre, ni
mujer, me ha visto con un arma de fuego".
La Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro, a través del
juez Diulio Cámpora, le negó la libertad condicional a Robledo Puch porque "sigue siendo peligroso
para la sociedad". Sin embargo, él sostiene que "no existe el mayor asesino serial de la historia.
Mi caso es el gran bluff de la historia criminal universal".
En ese marco, pide a los magistrados, "que sea la ciudadanía la que decida" si
él es peligroso o "si fue engañada en 1972" y se hace eso de sus lecturas al afirmar que, "como
dijo el gran periodista Rodolfo Walsh, «dentro del sistema, no hay justicia»".
Derechos humanos.Aunque admitió haber robado, se declaró inocente de los
asesinatos a sangre fría que le adjudicaron cuando era un joven de rulos y con la cara aniñada y
sostiene que "hoy todo el mundo se rasga las vestiduras en nombre de las violaciones a los derechos
humanos" pero no existen las condenas de por él lleva 37 años tras las rejas.
Asimismo, manifiesta que "todos los entretelones ilegales urdidos en derredor de
mi caso sirivieron como distracción a la opinión pública a los graves problemas que tenía el
gobierno de Alejandro Lanusse".
El condenado también hace referencia a Eugenio Zaffaroni, ministro de la Corte
Suprema de Justicia.Según Robledo Puch, el magistrado declaró que "las cárceles argentinas son
usinas regeneradoras de violencia" y se sostiene que "es garantista". Ante eso, "quisiera
preguntarle a él por qué cree que quien ésto escribe hace muchísimos años que está luchando para
que una comisión internacional de juristas, criminólogos e investigadores de las más prestigiosas
policías del mundo vean, revisen y estudien los expedientes a través de los cuales fui
juzgado".