A menudo son las pequeñas estafas lo que hace ricos a algunos y empobrece a otros. Al menos cuarenta personas serán más pobres al haber sido perjudicadas económicamente por una mueblería de zona sur. Ante esto enviaron cartas documento y denunciaron en Defensa del Consumidor a Mueblería Rosario, que funcionaba en Alem al 3100, por incumplir con la entrega de muebles, puntualmente sillones que ofrecían a buen precio, unos 20 mil pesos menos de lo que se los ofertaba en algunos comercios del rubro. Los damnificados al hacer una cuenta rápida estiman que la estafa es de alrededor de dos millones de pesos. Los números son sencillos: cada uno fue estafado en un promedio de entre 45.000 a 60.000 pesos y son al menos 40 las personas estafadas.
Los indignados clientes no solo actuaron judicialmente sino que lograron identificar por medio de una pesquisa en la web a otras mueblerías que podrían estar ligadas a Mueblería Rosario ya que se instalaron con similares características también en el sur de la ciudad, en los mismos salones de comercio y que en su momento compartieron páginas web y teléfonos.
Leandro C. compró el 11 de enero un sillón modelo “París” en la Mueblería Rosario, de Alem al 3100. Como toda compra que se hace por la web consultó páginas en Facebook del negocio, relojeó los comentarios de clientes anteriores, vio fotos del showroom y todo le cerró. “Me comuniqué con Jimena, una chica de ventas y me contó cómo era la oferta. Por el sillón me pedían $44.100 a pagar en 18 cuotas de $2.450, yo vivo en San Nicolás y acá el precio ronda los 60 mil, con lo que me convenía este mueble. Hice mil consultas con ellos y en apariencia era una casa seria” contó.
“Me plantearon una entrega en 60 días y esa fecha caducó el 10 de marzo. Me comuniqué de nuevo con la gente de la mueblería en todo este tiempo y me dijeron que por un tema de falta de materia prima se demorarían, cuando vi que no me entregaban el mueble insistí, y comenzaron las evasivas. Así logré contactarme con otros clientes damnificados que ya habían hecho una página en Facebook con los reclamos y nos dimos cuenta de que éramos muchos los estafados”.
Los cuarenta contaban la misma experiencia: entre septiembre y los primeros días de marzo compraron sillones de diversos modelos, los clientes que viven en Rosario fueron directamente tanto al depósito donde funcionaba el showroom como a los salones de atención al público. Los que son del interior de la provincia hacían todo por páginas de internet.
“Cuando nos dimos cuenta de la maniobra insistimos por todos los medios pero comenzaron las evasivas. No obstante cuando nos metimos en la página de Mueblería Rosario notamos que compartían el teléfono celular de referencia comercial con otra mueblería, M&A, y ese negocio estaba en un local de Buenos Aires al 2900, otra mueblería que está en actividad. Es como que abren una mueblería, la cierran y abren otras”, dijo Leandro, que no sale de su asombro y de su indignación.
“Nos estafaron y nadie se hace cargo de nada. La Mueblería Rosario está registrada en julio en Afip a nombre de un tal Abraham C. y, según nos dijeron vecinos del barrio, estuvieron abiertos desde septiembre de 2020 hasta este mes, cuando una madrugada huyeron del lugar”.
Con el mapa de la estafa y las direcciones de los comercios La Capital recorrió los lugares que figuran como conectados comercialmente de alguna u otra forma a Mueblería Rosario. Así en Buenos Aires al 2900, lugar en que funcionaba la mueblería M&A, ahora hay otra y dijeron desconocer varias cuestiones.
Una empleada que trabaja en el local sostuvo: “Nosotros no tenemos nada que ver, nuestra empresa hace poco que se instaló aquí y no sabemos nada. Antes acá creo que estaba otra mueblería, M&A. Por otra parte los dueños de esta mueblería hicieron una denuncia penal por que nos vemos acosados por esta gente que nos reclama algo de lo que no tenemos idea. No sé si los estafaron o no”, dijo la empleada. Al pedirle los nombres de los dueños de la mueblería que funciona allí, la empleada dijo no estar autorizada a revelarlos.
En tanto, en el local de Alem al 3100, donde funcionaba Mueblería Rosario, se dio una situación casi hilarante. Una vecina de la cuadra contó que “esta gente estuvo poco acá y la semana pasada vinieron a la madrugada con un camión y se llevaron lo que tenían, que no era mucho. Hasta la cámara de vigilancia sacaron. Esta semana vino mucha gente a preguntar y a ver el galpón, pero los de la mueblería no pasaron más”.
Si varias de las estafas se hicieron promocionando productos en la página web, a la hora de desparecer también lo hicieron del ciberespacio. Leandro aseguró que “sacaron las páginas, los teléfonos que figuraban, las fotos. Todo. Digamos que no solo levantaron el depósito, también levantaron su espacio en las redes”. El próximo paso de los estafados es avanzar con una denuncia en Fiscalía y esperar así que alguien aparezca.