El torneo Apertura ya tiene ya sus cuatro equipos clasificados a las semifinales y lo que viene es un sprint final en el que prevalecerá la capacidad de cada uno y, por supuesto, la mano de cada entrenador. Entre ellos está otra vez Miguel Angel Russo, ese viejo zorro del ambiente del fútbol que parecía tener los días contados en el circo grande de la redonda, pero que en el momento que sea se las ingenia para imponer su sello, su estilo, su sabiduría.
Tiene una gran ventaja Russo sobre la dupla Orsi-Gómez de Platense, Julio Vaccari (DT de Independiente) y Frank Kudelka (Huracán) y es que la sabe lunga en eso de pelear títulos y de dar vueltas olímpicas. No es garantía de nada, pero experiencia es lo que le sobra.
Russo no necesitaba ningún tipo de reinvención en el fútbol argentino porque cuando dejó Central, en los primeros días de agosto de 2024, había sido campeón con el Canalla hacía menos de un año. Es decir, tenía fresquita la receta que utilizó a lo largo de su carrera.
La nostalgia del hincha de Central
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Russo se fue de Central y en menos de dos meses tomó las riendas de San Lorenzo.
Hay sin dudas un dejo de nostalgia en la mayoría de los hinchas de Central, quienes seguramente querrán que el Ciclón sea el nuevo campeón del fútbol argentino. No por San Lorenzo, sino precisamente por Russo. Posiblemente algunos soñaron con una final contra él, lo que hubiese sido un escenario extraño. O por ahí no, pensando que Russo está hecho para este tipo de partidos. Pero Central ya no está en carrera y no habrá cruce con el San Lorenzo de Russo ni con cualquier otro equipo.
Lo que Russo dejó en claro una vez más es que el paso del tiempo no le hizo caducar sus métodos, su manera de ver el fútbol y mucho menos su capacidad para lograr que sus futbolistas absorban los conceptos básicos para ser un equipo, cuanto menos, incómodo de enfrentar.
"Es el equipo de Miguel"
“Y ya lo ve, y ya lo ve, es el equipo de Miguel”, cantaron desaforados los futbolistas de San Lorenzo en el vestuario del estadio Diego Armando Maradona, minutos después de dejar en el camino a Argentinos Juniors, uno de los equipos (al mismo nivel que Boca y un escalón por debajo del Central de Ariel Holan) de mejor rendimiento en la fase de grupos. El mismo cantito que tantas veces se oyó en el Gigante de Arroyito entre enero y diciembre de 2023 y que, por supuesto, atronó en el estadio Madre de Ciudades en aquella recordada final contra Platense, el mismo rival que tendrá ahora en semifinales. En aquel entonces se había convertido en el entrenador más veterano en lograr un título en el fútbol argentino y en la actualidad es, por lejos, el DT más longevo que hay dirigiendo en primera división.
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Después de la consagración con Central, Russo transcurrió unos pocos meses más en Arroyito, hasta que el desgaste se hizo insostenible y se produjo su salida, que hacia afuera generó sorpresa porque nadie imaginaba una decisión de ese tipo.
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Esos primeros días de agosto parecieron el inicio de una nueva etapa en la vida de Russo, alejado del mundo del fútbol, para poner toda su energía en su cuidado personal. Pero al mes y chirolas le apareció el ofrecimiento de un San Lorenzo que andaba a los tumbos, con problemas futbolísticos e institucionalmente al borde del incendio. ¿Qué hizo Russo? Allá fue, con gusto, convencido de que a partir de su capacidad como técnico era capaz de apaciguar esa hoguera que se vivía en Boedo.
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En diciembre de 2023, Russo logró su último título y fue dirigiendo a Rosario Central.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Donde hay convulsión, Russo
“No está loco, son los desafíos que le gustan. Donde más quilombo hay, más a gusto se siente”, bromeó alguien de su entorno cuando eso sucedió. Indudablemente es así. Ni siquiera la bomba que hizo explotar el ya expresidente Marcelo Moretti (apareció en un video recibiendo dinero para promover a un chico de las inferiores) hace unas pocas semanas alcanzó para dinamitarle el terreno a Russo. Tampoco el paro por falta de pago que hicieron los jugadores los días previo al partido con Argentinos Juniors.
Nadie sabe lo que sucederá en las semifinales y si el Ciclón logrará el pase a la final, para definir contra Huracán o Independiente. Sí es un hecho que, con un montón de batallas ganadas en el fútbol y una crucial en el terreno de la vida, a sus 69 años Russo va.