Por falta de señalización, muchos automovilistas caen en una trampa en la última salida de Rosario —que es la bajada hacia el bulevar Rondeau en la avenida Circunvalación— al tomar, sin querer, la ruta hacia Victoria. El hecho motivó un pedido a las autoridades nacionales para que se establezca una correcta señalización que advierta a los conductores que, por error, ingresan a la traza y al no poder virar se ven obligados a cruzar el puente, pagar el peaje y recién volver, cuando en realidad sólo quieren ingresar a Rosario. El problema vial —que ha generado muchas protestas de los usuarios— es de muy fácil solución: ubicar más señales en lugares estratégicos. Sin embargo, y prácticamente todos los días, más de algún automovilista sufre algún dolor de cabeza por esta situación.
Este diario recorrió la zona tomando la avenida Circunvalación hacia el lado del río, y ciertamente hay que estar extremadamente atentos a la única señal que indica la última bajada, que es la que comunica la autopista urbana con el bulevar Rondeau. Cierto que hay otra señal que está casi paralela a la bajada pero sólo indica el camino "a Victoria con peaje" y no hay otra previa que indique a la derecha la salida a Rondeau. La única advertencia de la bajada, aunque visible, pasa desapercibida y haría falta por lo menos una segunda. Según varios automovilistas consultados que transitaban por la avenida, está ubicada mal. "La señal está a la izquierda del camino y no a la derecha, lo que facilitaría advertir al conductor que debe tomar la bajada a Rondeau si no desea ir a Victoria, además hay que poner varias gradualmente antes de la llegada", dijo Raúl, un taxista quien varias veces vio maniobras bruscas y gestos de fastidio de conductores que cometieron el error de no tomar la última salida a Rosario.
Cuando un conductor pasa de largo no tiene más remedio que iniciar el cruce del puente. Antes no puede doblar en "U" y volver porque un guardarrail de cemento puesto en el medio de la cinta lo impide. Entonces, obligadamente tienen que llegar al peaje, pagarlo, tomar la ruta y recién doblar en "U" antirreglamentariamente y con el consiguiente grave riesgo de chocar con los autos que vienen desde la ciudad de las Siete Colinas. Por suerte muchos optan por lo aconsejable, cruzar el peaje que está a la altura del kilómetro 5,2 y llegar al primer cruce de retorno, ubicado a unos tres kilómetros más allá de las cabinas.
Suelen pagar. Luis Fornasari, supervisor del peaje Isla La Deseada de la consesionaria Camino del Río Uruguay comentó a LaEN_SPACECapital que "muchos automovilistas, que tomaron equivocadamente el puente a Victoria, optan por pagar el peaje que es de 9 pesos y retoman el viaje a Rosario. Ocurre que desde que se inauguró el puente en 2003 nunca se aumentó y, hoy por hoy, no pierden más tiempo: pagan los 9 pesos y regresan".
Fornasari detalló además que "diariamente pasan por el puente —entre ida y vuelta— unos 5.500 vehículos en promedio. Esa cifra varía en días no laborables o fines de semana largo, por ejemplo, el jueves 7 —que en Rosario fue feriado optativo— cruzaron a Victoria 2.833 coches y una cifra similar de regreso. En la semana del 28 de septiembre al 4 de octubre el promedio de vehículos que transitaron ida y vuelta por el puente fue 42.796".
Pedido a Vialidad. Precisamente este diario recibió, en las últimas semanas, diversos reclamos de usuarios del corredor vial por la mala señalización. En este sentido, el Concejo rosarino tiene para su aprobación un proyecto que contempla en realidad el derecho de todos los usuarios de la Circunvalación, muchos de ellos de la región. Concretamente, se le pide al Ejecutivo que tramite ante Vialidad Nacional una señalización que permita advertir al automovilista mucho antes de llegar a la última salida a Rosario.
El impulsor del proyecto, el demoprogresista Aldo Pedro Poy, lo explicó de esta manera: "Por lo pronto, sólo existe un cartel sobre mano izquierda, indicando que se trata de la última bajada, ubicado 200 metros antes, lo que resulta inadecuado, ya que el conductor busca a mano derecha la señalización de bajada, interpretando que a mano izquierda se encuentra la señalización hacia el peaje. Es más, al llegar a la intersección que divide el tránsito entre los que van a Victoria y los que bajan a Rosario, sólo encontramos un cartel indicador con dos flechas, y una vez tomada mano derecha recién ahí vemos el cartel que dice a Rosario".
El edil contó a LaCapital que él mismo se ubicó con sus colaboradores unas horas en el peaje y se encontró con cuatro automovilistas que, en ese lapso, habían caído en la trampa y estaban "a las puteadas. Son múltiples las situaciones vividas por los ciudadanos con respecto de este tema", aseguró.
Otras señalizaciones. También preocupa a muchos usuarios el ingreso a la misma Circunvalación para tomar el puente, ya que quienes vienen del norte de Rosario o de la ruta 11 tienen que desandar la avenida hasta llegar al cruce con la autopista a Santa Fe, hacer un rulo y encarar nuevamente hacia el río. Esa maniobra, que resulta ciertamente antinatural, tampoco está lo suficientemente bien señalizada, y hace que muchos tomen equivocadamente la autopista a Santa Fe, lo que los obliga a doblar en "U" por el cantero central EM_DASHobvia maniobra prohibidaEM_DASH o tener que viajar hasta Granadero Baigorria.
Récord histórico. Muchos rosarinos y otros tantos de Victoria recordarán el verdadero fenómeno que ocurrió al inaugurarse el enlace vial el 22 de mayo de 2003 cuando miles de personas invadieron el puente con sus autos para conocer ambas ciudades. Pasado el interés inicial, a los meses la cifra de autos que transitaban entre las dos ciudades bajó y se estabilizó en unos cinco mil vehículos.
En enero de 2009 hubo un pico con un promedio de 6.500 coches diarios que cruzaron la conexión vial, y en los primeros meses de 2011 se batió esa cifra con más de 7.300 rodados diarios. En esa ocasión se explicó que uno de los motivos fue la apertura del cruce fronterizo de Gualeguaychú, luego de más de tres años de bloqueo al tránsito de vehículos argentinos hacia Uruguay.
Actualmente por el puente Rosario-Victoria, oficialmente denominado Nuestra Señora del Rosario, que tiene poco más de 60 kilómetros de extensión, pasan unos 5.500 vehículos diariamente.
Un dato curioso es que faltando dos días para su inauguración el 20 de mayo de 2003 se reclamaba la instalación de carteles indicadores para acceder al puente —así lo refleja en una nota LaCapital—. El entonces director ejecutivo del Occovi, Carlos Hidalgo, dijo que "se desplegaría la señalización a lo largo de toda la Circunvalación, en las distintas rotondas y en el cruce con la autopista a Santa Fe, para evitar que los conductores se confundan o puedan protagonizar accidentes de tránsito".
La ausencia de indicaciones para acceder al puente generó preocupación en la Secretaría de Servicios Públicos municipal de entonces. El director de Ingeniería de Tránsito, Santiago Tazzioli, comentó que "se hicieron consultas a las autoridades de Vialidad Nacional para saber si se iban a instalar las señalizaciones antes de la habilitación del puente".
Luego muchas se hicieron, pero hace unos años cuando se iniciaron las tareas de ensanche de la Circunvalación —que aún no concluyeron—, un cartel indicativo que pasaba por arriba de la traza se quitó y no se repuso.