La casona histórica ubicada en la esquina de 9 de Julio y Ayacucho, que perteneció al Opus Dei (una estructura de la Iglesia Católica) y se ubica en el corazón de barrio Martin, fue vendida luego de varios meses en los que estuvo exhibida en los que, incluso, se viralizó un video en el que se mostraban sus instalaciones.
Ubicada en 9 de julio y Ayacucho, es patrimonio histórico de la ciudad y se encuentra protegido por la ordenanza nº 8245, que define y cataloga a los distintos inmuebles que el municipio entiende que existe un valor histórico que debe ser preservado. En este sentido, se establecen ciertas limitaciones para realizar ampliaciones, demoliciones, reestructuraciones, acondicionamientos y cualquier acto que modifique la estructura o fachada original.
La superficie total del terreno es de 37 por 21 metros. Se trata ni más ni menos que un testimonio viviente no sólo de la historia arquitectónica de Rosario sino también del rastro que dejó y deja el Opus Dei. La casona fue construida en 1930 y tiene unas 14 habitaciones con baños privados. Además, cuenta con una capilla en el subsuelo, todas las casas de la institución tienen su propio oratorio ya que no van a la iglesia como el resto de los católicos y tienen ceremonias particulares.
Qué funcionará en la casona del Opus Dei en Barrio Martin
Tras meses de estar exhibida para la venta, este viernes se confirmó que el Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario fue la entidad que adquirió el inmueble.
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En ese lugar, funcionará un nuevo centro de salud del gremio conducido por Alberto Botto. “En tiempos donde el Estado se retira, nosotros como organización sindical redoblamos la apuesta por la salud. Esta inversión es una decisión política que reafirma nuestro camino”, expresó Botto tras dar a conocer el cierre de la operación de compra.
Detalles de la casona
En el aviso publicado por la inmobiliaria destacaban que el inmueble fue construido por una familia alemana y que conserva tanto los materiales como el estilo de la época. El video que publicó entonces la empresa en su cuenta de Instagram permitía realizar un rápido recorrido por el interior de esta casa, que siempre llama la atención de los transeúntes. Para quienes están en el tema, llamó la atención el tono de la pieza audiovisual que hace hincapié en lo pintoresco del edificio, sin mencionar en ningún momento para qué era utilizado y qué tipo de actividades se llevaban adelante ahí. Incluso, cuando muestra la particular capilla que hay en el subsuelo.
La persona que mostraba la propiedad omitió los detalles del origen de la propiedad. Se trataba de una residencia de estudiantes y numerarios jóvenes en Rosario, llamada "Residencia Universitaria Litoral". Así lo confirmó la periodista y escritora Paula Bistagnino, quien investigó el tema durante años y es autora del libro "Te serviré". La obra, rigurosa y apasionante, también cuenta la historia de las personas que fueron reclutadas por un grupo organizado con la promesa de ser santas en la vida ordinaria y terminaron despojadas de sus bienes, de su libertad y hasta de su voluntad.
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Rosario, cuna del Opus Dei en la Argentina
Como contó La Capital, el 12 de marzo de 1950 no es una fecha cualquiera para el Opus Dei en Argentina. Antonio Caggiano habilitó en la ciudad la primera residencia de esta institución católica ultraconservadora, que quedó en la mira en los últimos años luego que 43 mujeres que trabajaron allí limpiando como "numerarias auxiliares" denunciaron públicamente falta de aportes, salarios y privación de la libertad. Siete de ellas realizaron su labor gratuita en Rosario.
En 2021, este diario habló con una rosarina, actualmente decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, quien habló de su paso por la Obra. "Estuve en el Opus Dei entre abril de 1982 y septiembre de 1987, siendo adolescente. Mi madre era cooperadora (N. de la R. se suman con oración y aporte económico) y tenía mucha cercanía con algunas supernumerarias por razones adhoc", relató Flavia Dezzuto.
Se enteró de las historias de las exnumerarias auxiliares y también del caso de Claudia Carrero, la mujer de ese grupo que trabajó para el Opus en esta ciudad desde 1999 a 2002.
"El Opus Dei es una institución de la iglesia católica nefasta en muchos sentidos: es responsable de la reducción a servidumbre de muchísimas personas, y tramó sobre esto una telaraña de ocultamientos y mentiras. Buena parte de la jerarquía católica está al tanto de esto desde hace mucho. Ya resulta inocultable, y creo que aunque sea por vergüenza deberían actuar", argumentó.
En ese sentido, en aquel momento dijo: "Ojalá les quede algo de celo por la justicia. Y por supuesto, que los poderes del Estado hagan lo suyo, resistiendo presiones, que las habrá, no me cabe duda". Y rescató todas las "investigaciones y notas que se puedan hacer sobre el Opus". Por último, felicitó especialmente a las mujeres que se animaron a contar sus historias: "No las conozco, pero comparto con ellas haber conocido las entrañas de la misma bestia".
Opus Dei, vertical y educativo
Para entender qué lugar le asignaban a estas numerarias auxiliares en el Opus conviene saber cómo se organiza a grandes rasgos una institución compleja y peculiar con aproximadamente 90 mil miembros en 68 países del mundo.
Es peculiar porque la Obra no se autoproclama religiosa, pero tiene sacerdotes en sus huestes y de hecho fue creada en 1928 por uno, en España. Es una entidad que dice no tener patrimonio a su nombre y que solo "da dirección espiritual", pero por medio de asociaciones civiles comanda múltiples facultades, escuelas y residencias.
Está organizada verticalmente, de arriba hacia abajo. Los más orgánicos son los numerarios y numerarias. Viven en comunidad, en hogares especiales, tras hacer votos de castidad, pobreza y obediencia (al igual que las numerarias auxiliares). Son estudiosos de teología y filosofía, también trabajan gratis para la Obra y si lo hacen fuera de ella, le donan sus salarios. También donan su herencia.
Eso sí, como para el Opus las mujeres siempre deben ser serviciales, en el caso de las numerarias limpian sus propias residencias, los numerarios, no: las auxiliares lo hacen por ellos.
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Los agregados también son varones y mujeres célibes. Pero por cuestiones personales pueden vivir con sus familias de sangre y no necesariamente contar título universitario.
Los supernumerarios, supernumerarias, cooperadores y cooperadoras son laicos y viven fuera de la institución, ya sean solteros o casados. Son profesionales, de clase media alta y alta, bien posicionados en espacios educativos, judiciales, científicos y militares. Se suman a la actividad religiosa, aportan expertez profesional como apostolado y recursos económicos.
Completan la estructura, como casta inferior, las "numerarias auxiliares" (Nax en la jerga interna), mujeres como las de esta nota, que ya abandonaron la Obra. Castas, célibes y obedientes realizan con alto profesionalismo el servicio doméstico para el resto de los miembros, como ofrenda a Dios.