Dar una vuelta alrededor del antiguo reloj del parque Urquiza puede convertirse en un viaje a través del tiempo. En la cara que da al río, las agujas marcan las 12.50; en la que da al oeste son las 11.50 y los otros dos cuadrantes dan las 7.10 y las 10.50. Todo en el mismo mediodía de noviembre. Y no es el único reloj público fuera de hora: el del cantero central de Necochea y Pellegrini muestra las 2.30 y las 4.45, al mismo tiempo, y al aparato ubicado frente al Museo de Bellas Artes, en el parque Independencia, no le va mejor, directamente le rompieron una de sus caras y le robaron el mecanismo.
Como parte de las acciones para recuperar el espacio público, desde la Secretaría de Ambiente del municipio se propusieron poner en hora una decena de relojes que están ubicados en intersecciones de calles, rotondas, plazas o parques. Son esas máquinas antiguas, de cuatro o dos cuadrantes, colocados sobre afiladas columnas de hormigón.
Entre ellos, está el de avenida Belgrano y Sargento Cabral, uno de los diez primeros relojes colocados en la vía pública en Rosario. De acuerdo a publicaciones que se conservan en el Museo de la Ciudad, la iniciativa de marcar el paso de las horas en las calles rosarinas llegó a partir de 1940, durante la intendencia de Agustín Repetto.
Otras publicaciones relacionadas con la historia de barrio Belgrano aseguran que el relojero belga Luis Vertrasten, quien donó a la Municipalidad el reloj de la plaza Bégica, de Zeballos y Colón, fue el encargado de legar y aún fabricar los cuerpos de casi todos los relojes públicos que durante años llevaron el tiempo en la ciudad.
Detenidos
Sin embargo, el cambio de época, el vandalismo urbano y la falta de mantenimiento los fue dejando fuera de hora, como al reloj del parque Urquiza, que enfrenta a la vieja estación del Ferrocarril Central Argentino, y funciona "cada tanto", según advierte una pareja que descansa en uno de los bancos del parque.
El mantenimiento de los relojes públicos de la ciudad está a cargo de la Dirección de Alumbrado Público del municipio. La semana pasada, la dependencia publicó una licitación para "la provisión de mecanismos y automatización de relojes públicos".
Se trata, según explica la memoria descriptiva del concurso de precios, de proveer a los relojes de mecanismos que les permitan funcionar "sin necesidad de ser sometidos a mantenimiento y dando siempre la hora exacta satelital".
Para esto, se los proveerá de una nueva máquina y una unidad de control de reloj mediante GPS. Además de un sistema para la iluminación de los cuadrantes y un sistema de policarbonato antivandálico para cubrirlos.
Los trabajos tienen un presupuesto de 775 mil pesos y, en esta primera etapa, alcanzarán para el recambio del mecanismo de los relojes ubicados en Provincias Unidas y 27 de Febrero, frente al cementerio La Piedad, Provincias Unidas y Mendoza, Mendoza y Avellaneda, Puccio y Rondeau, Necochea y Pellegrini, Pellegrini y Oroño, y 27 de Febrero y Oroño; además de los relojes de los parques Alem y Urquiza, y de Sargento Cabral y Belgrano.
Los sobres con las propuestas para realizar los trabajos se abrián en diez días. Una vez adjudicadas, las tareas tienen un plazo de dos meses para dejar en hora una buena parte de los relojes públicos de la ciudad.