La Municipalidad de Rosario, a través del Plan de Led, viene trabajando en forma sostenida para reemplazar las viejas luces de sodio por luminarias con tecnología led. El objetivo es llegar a tener, a finales de 2027, el 100% de la ciudad iluminada con esta tecnología. La modernización del alumbrado público, con un sistema inteligente y totalmente interconectado, es clave para lograr un servicio más eficiente, económico y sostenible, redunda en la disminución del consumo energético y en una menor emisión de gases de efecto invernadero - GEI), como parte del Plan Local de Acción Climática (PLAC) Rosario 2030.
El PLAC cuenta con un sistema de monitoreo que contiene 62 medidas. La número 41 señala que la meta de llegar con el 100% de luminarias led en la ciudad era en el año 2030, pero se prevé alcanzar el porcentaje total a finales de 2027.
Cabe remarcar que en diciembre de 2019 la ciudad contaba con poco más del 20% de sus luminarias con tecnología led. A finales de 2024, el parque lumínico alcanzó el 70%, ya que se colocaron un total de 41.000 luces led en 35 barrios de la ciudad (alrededor de 6.500 de un total de 8.271 cuadras).
En los primeros cinco meses de este año, se instalaron más de 5.000 luces y se avanza con la colocación de un total de 10.000 nuevas luminarias para alumbrado público en barrios y avenidas, lo que permitirá tener el 80% de la ciudad equipada con esta tecnología.
El recambio a led es llevado adelante por personal de la Dirección de Alumbrado Público, dependiente de la Secretaría de Ambiente y Espacio Público y ya finalizaron en sectores de los barrios Roque Sáenz Peña y San Martín A (distrito Sur); Villa Urquiza y Triángulo y Moderno (distrito Oeste); Plata, Santa Teresita y Puente Gallego (distrito Sudoeste); Industrial (distrito Norte); y Belgrano, Hostal del Sol y San Eduardo (distrito Noroeste).
También en parque Yrigoyen (distrito Sur); las plazas Santa Isabel de Hungría (distrito Sudoeste) y del Che (distrito Sur); un sector del parque Nacional a la Bandera (distrito Centro); las avenidas Rouillón (distrito Oeste); Alfonsín (distrito Norte) y De la Universidad; y un sector de calle San Luis (estos últimos dos en el distrito Centro).
Además, finalizó la colocación de luminarias en sectores de los barrios San Eduardo y Hostal del Sol (distrito Noroeste); Villa Urquiza y Franchetti (distrito Oeste); Puente Gallego (distrito Sudoeste). También en avenida Alfonsín (distrito Norte).
Y avanza la colocación sobre bulevar Oroño, entre Montevideo y avenida Estanislao López (distrito Centro).
Modernización del alumbrado
El sistema de iluminación inteligente basado en tecnología led, interconectado y con un nivel de iluminación apropiado para cada espacio de la ciudad, colabora en la generación de entornos seguros, y a la vez brinda un servicio más eficiente, económico y sustentable.
Cabe recordar que, a través del Plan de Reconstrucción, que incluyó la modernización del alumbrado público, se instalaron 41.000 luminarias led en 35 barrios de la ciudad, lo que se traduce en una mejora en la iluminación de 6.500 cuadras, llegando al 70% del parque lumínico con dicha tecnología (Hasta diciembre de 2019 la ciudad contaba con un 20% de sus luminarias con tecnología led).
Se trató de una inversión histórica que permitió triplicar la cantidad de artefactos con dicha tecnología en relación a 2019, alcanzando un total de 60.000.
En el marco del plan de led previsto para toda la ciudad durante 2025, el municipio avanza con la colocación de 10.000 nuevas luminarias en barrios y avenidas de la ciudad. Para ello, se realizó un llamado a licitación del que participaron seis empresas, cuyas ofertas se conocieron el pasado 28 de febrero.
La incorporación de este equipamiento mejora notablemente la visibilidad de los entornos, ofreciendo una luz potente y focalizada, a diferencia de los globos convencionales que emiten una luz más difusa. Además, el recambio a led también reduce los costos de mantenimiento en iluminación, ya que dichos artefactos poseen mayor vida útil y proporciona un ahorro energético por cada unidad instalada del 40%, permitiendo una utilización más eficaz de la energía.
Su uso disminuye la contaminación y sienta las bases operativas para el desarrollo de una ciudad inteligente, permitiendo mayor celeridad en la gestión de los reclamos y más eficiencia a la hora de prestar el servicio: un sistema de telegestión constituye una herramienta de control y supervisión para obtener datos e información en tiempo real sobre el comportamiento y la operatividad de cada luminaria, la detección temprana de posibles fallas, el horario de encendido, apagado y su consumo.
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Plan Local de Acción Climática
El Plan Local de Acción Climática (PLAC) Rosario 2030 es una herramienta de planificación estratégica del gobierno que permite optimizar la gestión de recursos técnicos y económicos, internos y externos, para hacer posible la transición hacia una ciudad resiliente que conserve su escala humana, preservando los recursos y la calidad de vida para las personas.
El PLAC es fruto del trabajo conjunto entre equipos técnicos del Municipio, la ciudadanía, diferentes actores sociales e instituciones nacionales e internacionales.
Sus objetivos son promover el uso de energías limpias, impulsar la eficiencia energética, la movilidad sostenible y la economía circular, generando las capacidades necesarias para afrontar los efectos del cambio climático con la participación activa de los diferentes actores de la ciudad.
Rosario es una ciudad responsable frente al cambio climático que trabaja para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y para preservar la salud de las personas y los ecosistemas, con el involucramiento de la ciudadanía.
El PLAC es un instrumento de planificación participativa que se enmarca en un sistema de gobernanza climática compuesto por el Gabinete de Cambio Climático y Transición Ecológica Justa, y un Comité Asesor frente al Cambio Climático, los cuales definen las políticas climáticas locales con el objetivo de mitigar los efectos del cambio climático y adaptarse a sus consecuencias.
Este plan se complementa con un Sistema de Monitoreo, Evaluación y Aprendizaje, que opera como una herramienta fundamental de comunicación, seguimiento y transparencia para evaluar los avances y resultados de las acciones emprendidas. Dicho sistema no sólo promueve la rendición de cuentas ante la ciudadanía, sino que también permite ajustar y optimizar las políticas climáticas de manera continua.