“Los modelos económicos como el que aplica el gobierno actual tienen un desenlace conocido, son ciclos de ajuste y endeudamiento que no pueden ser eternos”. Así lo señaló Julián Moreno, presidente nacional de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) durante el acto que se realizó en Rosario para celebrar los 38 años de la entidad y la distinción que recibió del Concejo municipal Juan José Sisca, referente histórico a nivel local, como militante gremial empresario.
Moreno recordó que Apyme luchó, en muchos de sus 38 años, contra “modelos neoliberales como los que hoy están repitiéndose, sin demasiadas ideas nuevas”. Son ciclos de acumulación por valorización financiera, que tienen como contrapartida la destrucción de la industria y el empleo. “Sabemos que esto va a terminar porque estos ciclos que no pueden ser eternos, no podés endeudar al país cada vez más y luego ajustar y ajustar para poder pagar una cuota parte, llevar la obra pública en cero, bajar las jubilaciones y dejar a los jubilados sin remedios”, dijo. El ajuste, advirtió, “cada vez le va a pegar más cerca a toda la sociedad”.
“Este modelo tiene un desenlace conocido, no solo no acumula reservas sino que no permite, con este tipo de cambio revalorizado, producir nada de manera competitiva, si aparte te abren las importaciones, no queda una empresa”, señaló. Como la industria ocupa casi el 20% del trabajo formal en Argentina, “el proceso de destruirla es muy nocivo para la generación de empleo y producción”, indicó. Desde su punto de vista, la tarea es “cortar lo antes posible, y para eso hay que tomar conciencia de cuál es el problema, saber que esto no es algo que teníamos que pasar sí o sí y que no tenemos por qué tener un destino de miseria teniendo un país como Argentina”.
Una situación “jodida” para los industriales
A un año y medio de gestión del actual gobierno nacional, Moreno señaló que la situación de las pymes es “muy jodida” y muchos empresarios “están llegando con lo último para sobrevivir”. La reducción de 500 mil cuentas sueldos es una de las métricas de la crisis. “Puede ser que el trabajador que está detrás de ese puesto de trabajo que se pierde zafe un tiempo con una aplicación, pero así la estructura económica se va desgranando”.
De hecho, señaló que la sensación de estabilidad financiera lograda en la segunda parte del año fue “a costa de fumarse cerca de u$s 20.000 millones de balanza comercial superavitaria y u$s 20.000 millones del blanqueo de capitales”. Y cuando parecía que al equipo económico no le quedaba aire, apareció el Fondo Monetario como prestamista de última instancia.
“Hoy están sosteniendo una estabilidad con este colchón que le dio el FMI y operando en el mercado de dólar futuro de acá diciembre; diciéndole al mercado: juéguense al carry que van a tener hasta diciembre seguro un tipo de cambio muy bajo con el cual van a poder hacer una linda diferencia apostando la tasa en pesos”, explicó. Todo depende, agregó, de “los conejos que van sacando de la galera”. Pero estos ciclos, aseguró, “se van consumiendo porque el modelo no genera las reservas que necesita para pagar la deuda que generan”.
En ese escenario, alertó, “no hay industria posible” y “el costo de esta estabilidad para las próximas generaciones enorme”.
“El gobierno avanza cuando no hay rechazo, está a punto de entregar parte de Tierra de Fuego con una base militar norteamericana, nosotros tenemos que trabajar justamente para revertir este efecto sobre la conciencia de la gente y plantear la esperanza de que existe la posibilidad de volver a tener un país con desarrollo y con futuro”, señaló.