La baja de retenciones a la exportación de granos y carnes que anunció el presidente Javier Milei tendrá un costo fiscal de entre u$s 500 y u$s 1.200 millones, según las estimaciones realizadas desde distintos centros económicos.
Los cálculos de los economistas sobre el impacto en las cuentas varía entre el 0,1% y 0,2% del PBI. El mercado de granos espera precisiones
El presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, en la exposición rural de Palermo.
La baja de retenciones a la exportación de granos y carnes que anunció el presidente Javier Milei tendrá un costo fiscal de entre u$s 500 y u$s 1.200 millones, según las estimaciones realizadas desde distintos centros económicos.
El economista Fernando Marull señaló que el Estado naciona resignará recursos equivalentes al 0,1% del PBI, entre u$s 500 millones y u$s 700 millones, lo cual “no compromete la meta fiscal de superávit primario de 2025 de 1,6% del PBI”. En cambio, Hernán Letcher del Centro de Economía Política Argentina (Cep) y Jorge Colina, del Instituto para el Desarrollo Social Argentina (Idesa) lo estimaron en un rango de 0,19% a 0,22% del PBI.
Claudio Lozano, presidente de Unidad Popular y coordinador del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (Ipypp) sostuvo que Milei “le transfirió a la oligarquía u$s 1.250 millones anuales”. El equivalente, dijo, a cinco meses de financiamiento universitario o a más de siete años de financiamiento del Hospital Garrahan.
El sábado, en la inauguración de la exposición rural de Palermo, Milei redujo los Derechos de Exportación (DEX) de manera permanente para la carne bovina y aviar (del 6,75% al 5%), el maíz y el sorgo (12% al 9,5%), el girasol (7% y 5% al 5,5% y 4%), la soja (33% al 26%) y sus subproductos (31% al 24,5%).
En el mismo acto en el que anunció la medida, prometió vetar la ley que sancionó el Congreso para dar un refuerzo de algo más del 7% a los jubilados y actualizar el bono de la mínima. El paquete de cinco iniciativas previsionales, provinciales y de emergencias climáticas y por discapacidad que votó el Senado hace un par de semanas fue estimado por la Oficina de Presupuesto del Parlamento en 1,37%.
Por su programa y política de alianzas, el gobierno optó por ajustar el gasto recortando a jubilados, provincias y prestaciones básicas del Estado, a la vez que lo expande por el lado de la deuda, tomando nuevos créditos y elevando la tasa de interés. Por el lado de los recursos, eligió reponer el impuesto a las ganancias para los trabajadores y la baja del impuesto a los bienes personales, las retenciones y los tributos que gravaban consumos en dólares.
En el acuerdo firmado para habilitar el préstamo de salvataje financiero que le otorgó el FMI en abril, el gobierno se comprometió a obtener un superávit fiscal equivalente a 1,3% del PBI a fin de año. A esta meta, Milei le sumó 0,3 punto como una suerte de compromiso extra. De ese plus saldría el “colchón” para dar recursos al campo.
El gobierno de Milei muestra tener cierta flexibilidad cuando enfrente tiene algún actor social que reclama y cuenta con capacidad de daño, sea en política o económica. Por ejemplo, según datos de la Asociación Argentina del Presupuesto y las Finanzas Públicas (Asap), las transferencias a las provincias vienen subiendo este año hasta el primer semestre el 95% real, mientras que a las universidades el 3,1% real respeto del 2024. En el caso de las prestaciones a la seguridad social caen 34% real. Los dos primeros sectores tienen cierto poder para presionar políticamente al gobierno, mientras que el tercero, los jubilados, no.
Para Nadín Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), si luego de la rebaja impositiva “llega a aumentar la base imponible en alrededor de una quinta parte, el costo fiscal tiende a ser nulo”. El analista recuerda que en 2008 las retenciones llegaron a representar el 3,17% del PBI, mientras que ahora en los últimos 12 meses llega al 0,95% del PBI.
La semana próxima la Cámara de Diputados va a comenzar a analizar los proyectos aprobados por el Senado que van a ser vetados por Milei y a partir de ahí se verá cual podría ser el costo a pagar por Milei para evitar la insistencia en el Poder Legislativo.
En cuanto al impacto que tendrá la nueva “paritaria del campo” sobre los números de la actividad agropecuaria, Dante Romano, profesor e investigador de la Universidad Austral, señaló que “genera una mejora de precios teórica de unos u$s 25 por tonelada en soja, u$s 5 en maíz y u$s 7 en girasol”. Sin embargo, aclaró que el impacto real es más limitado porque el mercado ya venía anticipando este escenario.
La consultora Mariela Brandolini señaló en el portal Agroeducación coincidió en señalar que los rumores y la expectativa de la baja ya habían empujado los precios al alza, especialmente en soja, pero estimó que “aún se podrían ver mejoras”.
“El verdadero impacto dependerá del nivel de abastecimiento que tengan los compradores y de su urgencia por hacerse de mercadería”, subrayó.
A la espera de la oficialización de la medida anunciada por el presidente el fin de semana, la actividad se mantuvo contenida en el mercado de granos de Rosario.
Según el comentario diario de la Bolsa de Comercio, la actividad no mostró mayores cambios respecto a la semana pasada, manteniendo cautela por el lado de la soja, aunque ya aparecieron mejoras en los precios. “El maíz continúa siendo el producto más buscado por la exportación y se observaron más compradores interesados por el trigo, con pequeñas subas en los valores ofrecidos”, señaló.