Cuando pocos lo imaginaban, Central incorporará a un nuevo jugar, el cuarto en este mercado de pases. De no mediar imprevistos, Alan Bonansea cumplirá este miércoles con la revisión médica correspondiente y posterior firma de contrato para convertirse de esa forma en nuevo jugador canalla. Ayer la comisión directiva intensificó las charlas con Nicolás Russo, presidente de Lanús, y las partes llegaron a un acuerdo, que contempla un préstamo sin cargo hasta diciembre de 2021 con una opción de compra. Será una alternativa más que tendrá el entrenador canalla en un puesto en el que además de Lucas Gamba están los juveniles Luca Martínez Dupuy e Ignacio Russo.
Después de varios nombres que hubo a lo largo del mercado de pases, Central se decidió a contratar un centrodelantero sobre el final del mismo. Lo acordado con Lanús fue un préstamo hasta fines del año próximo, con una opción de compra que rondaría los 500 mil dólares. La negociación se dilató quizá más de lo esperado debido a una cláusula que tiene que ver con algún tipo de beneficio que pueda tener el club de Arroyito (aun sin adquirir esa mitad del pase) en caso de una futura venta por parte de la institución granate.
Para hoy está previsto que el atacante de 24 años cumpla con la revisión médica y la firma del contrato, ya que los clubes del fútbol argentino tienen tiempo hasta hoy a las 20 para inscribir futbolistas. Cuando eso suceda el jugador quedará automáticamente a disposición del Kily González, quien decidirá cuándo estará en condiciones físicas y futbolísticas para salir al ruedo.
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Bonansea tendrá su primera experiencia en primera división.
Para la mayoría de los hinchas de Central el nombre de Bonansea resulta desconocido. Es que el delantero nacido en Villa Gobernador Gálvez actuó siempre en la segunda división del fútbol argentino. Quizá esa falta de experiencia en primera división sea la mayor contra que tenga, pero el Kily y su grupo de trabajo analizaron luego de que fuera ofrecido.
El Kily siempre habló de la necesidad de contar con un jugador de contextura física importante, que pudiera jugar de espaldas al arco contrario y, a su criterio y el de la secretaría técnica, Bonansea (de 1,91 metro) cuenta con esas virtudes. Según confiaron, las referencias que entregaron no sólo de Lanús sino de los clubes en los que Bonansea jugó fueron buenas. No obstante no deja de ser una apuesta, como lo son también Martínez Dupuy y Nacho Russo, con la salvedad de que ambos son parte de las divisiones inferiores.
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En Lanús, Bonansea llegó hasta la reserva, en la que era el goleador, pero su nombre apareció en una lista de 15 futbolistas que por orden del técnico Luis Zubeldía debían ser prestados. Fue así que llegó primero su paso por Almagro (temporada 2017/18, con 7 goles en 23 partidos). Después de eso nunca más pudo realizar una pretemporada en el club granate, ya que fue cedido a préstamo en dos ocasiones más. Primero a Mitre de Santiago del Estero (2018/19, con 17 partidos y 5 goles) y posteriormente a Atlético de Rafaela (2019/20, 20 partidos y 4 goles), donde en el inicio de la pandemia decidieron rescindirles el contrato a todos aquellos futbolistas que habían llegado a préstamo. Fue por eso que se volvió a Córdoba, donde reside, ya que en Lanús vivía en la pensión (por obvias razones en estos momentos está cerrada).
De esta forma el canalla baja la persiana en el mercado de pases, en el que incorporó a cuatro futbolistas (además de Bonansea llegaron Emiliano Vecchio, Fernando Torrent y Jonathan Bottinelli). Seguramente no se trata de un atacante del calibre que pretendía el Kily, pero el okey de parte del entrenador resultó clave para que Central finalmente pueda incorporar un delantero de área.