Luis Alfredo Cañete fue asesinado en medio de una escalada de homicidios en Empalme Granaderos en 2022. El hombre de 34 años iba en una Honda Titán por al zona de Ottone al 1200 bis cuando lo atacaron con al menos cinco disparos 9 milímetros y le robaron la moto la tarde del 20 de agosto de 2022. Walter Segovia, considerado un soldadito de la banda narco de Los Salteños, aceptó 18 años y medio de condena como autor del crimen y como uno de los miembros de la organización que, un año después, amenazó a vecinos de Los Pumitas desde el techo de una casa de Cabal al 1300 bis durante una barriada por el crimen del nene Máximo Jerez.
Segovia fue detenido en marzo de 2023 en medio de los incidentes que se desataron en ese barrio de la zona noroeste por el asesinato del chico de 11 años, quien resultó baleado al quedar en medio de un ataque de un grupo narco a una familia rival. Un incidente en el que también resultaron heridos sus primos, tres niños que jugaban con él en la vereda de Cabal al 1300 bis.
Luego del velorio y entierro del niño, los vecinos protestaron frente a la casa de la familia Villazón, apuntada como los transeros del barrio y a quienes iba dirigida la balacera. La situación se desmadró cuando un allegado, el propio Segovia, esgrimió un arma de fuego desde el techo e intentó escapar. Los vecinos demolieron y vaciaron tres casas. El “Salteño” Cristian Villazón fue detenido, al igual que sus padres, acusados de amenazar tras el crimen a los parientes de Máximo para que no hablaran con la policía.
Estallido en Los Pumitas
En tanto que Walter Segovia, ahora condenado tras la firma de un procedimiento abreviado, fue sindicado como quien esgrimió un arma desde el techo de una casa mientras los disturbios eran filmados por las cámaras de televisión y luego fugó hacia una vivienda lindera donde finalmente fue detenido. Esto ocurrió en medio de la pueblada del 6 de marzo de ese año, a las 13.20.
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Según la condena, al bajar de los techos ingresó a la fuerza a una casa de San José al 2500 y amedrentó a sus habitantes con un arma Bersa Thunder calibre 22 largo: apoyó la pistola en el cuerpo de la dueña de casa y de su hija, a quienes exigió que se quedaran quietas y calladas. Luego se escondió en una habitación de la vivienda donde finalmente fue detenido por la policía y el arma se encontró en un calefón.
Una vez en prisión, Segovia fue además acusado por el crimen de Cañete. En el juicio abreviado admitió haber sido quien el 20 de agosto de 2022 interceptó al hombre de 34 años cuando iba en su moto Titán roja por calle Ottone al 1200 bis al llegar al pasaje Santa Clara, efectuó cinco disparos y le sustrajo la moto. Fue a las 18.10 de un sábado en Empalme Graneros, el barrio donde más crímenes se habían cometido en esos meses en Rosario.
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Un móvil del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Sies) llegó hasta el lugar tras el llamado de vecinos. Los profesionales constataron que el hombre, herido en el tórax, no presentaba signos vitales. En el lugar se recolectaron cuatro vainas servidas y un plomo deformado. Aunque el atacante sustrajo la moto y la llevó acarreando, la policía indicó entonces que el vehículo se encontró a una cuadra de la escena del crimen, como si hubiera derrapado. El ataque habría estado motivado en que la víctima había intercedido días antes para impedir que Segovia asaltara a un chico del barrio.
Condena en abreviado
Por estos delitos, Segovia aceptó una condena a 18 años y medio de prisión en una audiencia que se realizó el viernes pasado en el Centro de Justicia Penal de Rosario. Los jueces Facundo Becerra, Nicolás Foppiani y Nicolás Vico Gimena validaron un acuerdo abreviado entre la defensa del acusado y los fiscales Alejandro Ferlazzo y María de los Ángeles Granato. Además de la pena de prisión se le impuso el pago de una multa de 10 mil pesos.
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Lo condenaron como autor de varios delitos. En la causa por el crimen de Cañete, por homicidio agravado por el uso de arma, hurto calamitoso (por sustraer la moto a una persona fallecida) y portación ilegítima de arma. Por el incidente en Los Pumitas, sumó violación de domicilio, amenazas coactivas calificadas y tenencia ilegal de arma civil.
A esto se agregó un hecho de encubrimiento agravado por el ánimo de lucro. El 12 de marzo de 2020 Segovia había sido detenido por efectivos del Comando Radioeléctrico que lo vieron circular en una moto sin dominio por Centeno y Provincias Unidas. La moto, una Honda de 125 centímetros cúbicos, era robada y tenía pedido de captura. Había sido sustraída en un robo con arma del 31 de diciembre de 2019 en la zona sur, en San Martín y Ceibo.