Dos hombres fueron condenados a prisión perpetua por el asesinato de Miguel Leiva, de 57 años, ocurrido en 2022 en un pasillo de Cerrillos al 3900, en barrio Vía Honda. El ataque fue perpetrado con armas de guerra y participaron tanto adultos como menores.
Según la acusación, que fue llevada a cabo por el fiscal Alejandro Ferlazzo, el domingo 21 de agosto de 2022, alrededor de las 17.30, Leiva estaba en un pasillo de Cerrillos al 3900 donde supuestamente vendía drogas. Fue entonces que apareció un Volkswagen Gol Trend blanco y desde el interior del vehículo comenzaron a dispararle. Cayó pesadamente al tiempo que el auto se detenía. Entonces, uno de los ocupantes bajó y remató en el piso a la víctima con disparos en la cabeza al grito de: “Acá no se vende más”. Y luego dejó un cartón escrito a mano con un mensaje mafioso.
Por el ataque, que fue cometido junto a menores y con armas de guerra, Emiliano Iván Sotelo (21) y Jacinto Dávalos Gacete (34) recibieron la pena de prisión perpetua tras ser hallados culpables del asesinato.
A los delitos de homicidio agravado y tentativa, se sumaron cargos por encubrimiento, portación de armas de guerra y robo calificado. Los condenados fueron detenidos casi en flagrancia: alertados por vecinos tras el hecho, llegó al lugar una patrulla policial de la Policía Motorizada y tras una breve pero intensa persecución policial, los cuatro implicados fueron detenidos en Constitución al 3900. En el auto llevaban tres pistolas (dos 9 milímetros y una 40), dos pasamontañas, celulares y vestimenta vinculada al hecho. La investigación determinó que el objetivo del grupo era eliminar a quienes vendieran drogas en ese territorio, según su propio plan criminal.
Durante la audiencia imputativa, Ferlazzo acusó a Sotelo y Gacete como coautores del asesinato por los delitos de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de armas de fuego y por la participación de menores de edad, y tentativa de homicidio calificado con los mismos agravantes, encubrimiento agravado por el ánimo de lucro y por tener como precedente un hecho especialmente grave (el robo calificado del auto utilizado en el hecho), portación Ilegítima de armas de fuego de guerra y encubrimiento. A su vez, dos menores, ambos de 16 años, quedaron a disposición de la Justicia de Menores por haber participado del hecho.
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Del 2020 al 2022, los homicidios en Vía Honda incrementaron al compás de lo que sucedió en otros barrios de la periferia sudoeste de la ciudad. Por eso a nadie le asombró que en 13 días de ese agosto de 2022, tres personas fueran asesinadas en inmediaciones de Cerrillos al 3900 y de “El arco” de la cancha de fútbol que hay en el lugar, un punto de referencia del narcomenudeo.
Alrededor del cuerpo de Leiva quedaron tirados 30 envoltorios de nailon negro con cocaína, ocho vainas calibre 9 milímetros y otras tantas calibre 40. En la misma secuencia, un vecino de la zona recibió al menos tres balazos pero sobrevivió.
Ferlazzo durante las audiencias entendió que Sotelo y Gacete formaron parte del “plan criminal trazado y programado” para matar a Leiva o a “cualquier persona que estuviera vendiendo drogas en el lugar del ataque”.