El rosarino Carlos "Junior" Alanis cumplirá uno de los tantos sueños que tiene desde que decidió volcarse al boxeo: pelear en el mítico Luna Park. El invicto boxeador se presentará este viernes en una pelea por la defensa del título latino OMB superpluma y con la ilusión a futuro de ir en busca de la corona mundial con el fin de convertirse en el primer rosarino en alcanzar la gloria eterna. "Mi primer objetivo es defender mi título y después ser campeón del mundo", sostuvo con la contundencia que aplica sus golpes arriba del ring, lugar en el que se siente cómodo y feliz. "Pelear en el Luna Park es algo hermoso, estoy motivado y orgulloso de poner el apellido y Rosario en ese lugar", agregó con suma ilusión y satisfacción.
Junior nació hace 24 años rodeado de guantes y elementos de boxeo, lo que marcó su camino dentro de este duro y sacrificado deporte. Su abuelo, padre y hermano fueron boxeadores y siempre estuvo en el ambiente boxístico, tan es así que cuando apenas daba sus primeros pasos jugaba a ser boxeador y golpeaba la pesada bolsa del gimnasio. "Vi a mi hermano pelear de chiquito y a medida que fui creciendo me fui metiendo. Así empecé hasta que lo hice seriamente", recordó Alanis en la charla con Ovación recordando a su hermano, el Niño, ex púgil profesional.
No es nada fácil incursionar en este deporte e ir en busca de la gloria y hacer historia. Es uno de los deportes más sacrificados y el boxeador debe enfocarse con determinación sin desviarse del camino ni siquiera un día. La preparación para cada batalla es intensa y con un doble turno feroz. No solo para llegar en perfectas condiciones físicas, sino también táctica y técnica. Y, además, seguir al pie de la letra una dieta para dar el peso exacto para pelear.
"La dedicación y el sacrificio es terrible. No lo sufro porque me encanta, nunca tuve problemas para entrenar. Pero me lleva todo el día. Entreno doble turno. Arranco a la mañana a las 6. Corro lunes, miércoles y viernes; martes, jueves y sábado hago la parte de fuerza y potencia. A la tarde entreno también la parte de boxeo, la técnica y táctica", relató Junior, quien lleva adelante la rutina de lunes a sábado y solo descansa los domingos.
No todos pueden dedicarse de lleno a este deporte porque hasta no ser un profesional reconocido no aparecen bolsas importantes. Y para lograrlo hace falta un largo trayecto desde el amateurismo hasta lograr dar el salto de la profesionalidad. "No laburo por mi viejo, que es el que más me banca. Si no tendría que trabajar también. La mayoría de los boxeadores deben hacerlo porque la plata no alcanza y no se pelea todas las semanas", contó Alanis, que vive en barrio Latinoamérica y ostenta un invicto de diez peleas como profesional.
"En el amateurismo no se piensa mucho en dinero porque lo que se recibe es mínimo: cerca de cuatro mil pesos. De profesional un poco más. Pero no se pelea seguido. Cuando boxeás a diez round después necesitás una recuperación de dos o tres meses. Es una carrera larga y de mucho empeño", comentó.
El boxeo no es simple y puede dejar secuelas a futuro por la cantidad de golpes que puede recibir un boxeador. Quizás se siente en la juventud, pero sí a futuro. Al respecto, Junior deslizó: "El mejor del mundo, Floyd Mayweather, es un empresario y un tipo muy inteligente. Maravilla Martínez hizo una carrera larga, tuvo peleas duras y hasta hace stand up. Pero hay otros estilos con boxeadores guerreros que reciben más golpes. Y el cuerpo después pasa factura".
"Mi referente es Floyd, siempre lo admiré. Por lo que es como atleta, muy disciplinado y nunca dejó de entrenar más allá de ganar todo lo que ganó. Lo hacía como si no tuviese nada", afirmó Junior, considerado con un estilo de ser más boxeador que pegador.
Alanis incursionó en un deporte de puro sacrificio y privaciones, tan es así que debe caminar por una vida diferente de los demás. "Se pierden muchas cosas en este deporte. A mí la joda no me gusta y casi ni salgo, pero en las juntadas con amigos, comer asado o pizza y yo no puedo... Quizás después de una pelea, pero no tanto. Son sacrificios que a veces duelen, pero lo hago con gusto porque disfruto del deporte", sostuvo.
Como en todo deporte transitó momentos llamativos que suceden peleando en diferentes clubes y buscando hacerse un nombre en el boxeo. Una situación anecdótica le sucedió en San Nicolás. "Pagaban 40 pesos por pelear y mi rival no me quería enfrentar. Había viajado hasta la ciudad y el loco se arrepintió, así que le di mi bolsa para que lo hiciera".
Alanis, quien está en pareja desde hace unos años, también habló de un tema -a veces- tabú como es el sexo y que, por ejemplo, en el fútbol, Carlos Bilardo les daba consejos a sus dirigidos. ¿Cómo es en el caso de los boxeadores? "Cada uno tiene sus creencias y muchos dicen que no los afecta. Yo me cuido al menos quince días antes, tampoco es que le doy tanta importancia", aclaró.
El púgil contó que no es amante de las cábalas y "solo rezo un salmo" porque va con toda la confianza que le otorga la preparación que llevó a cabo. El viernes hará historia en subirse al ring del Luna Park -será televisado por TyC Sports-, escenario de tantos laureados y recordados boxeadores como el Mono Gatica, Nicolino Locche, Carlos Monzón, Ringo Bonavena, Sergio Víctor Palma, entre otros tantos que emocionaron con sus presentaciones a los amantes del boxeo en el mítico lugar. La chance de comenzar a instalar su nombre en este deporte la tendrá Junior, cuya misión es defender el título que ostenta y así tener la oportunidad de ir en busca del sueño dorado: ser el primer rosarino campeón del mundo.