El Instituto Balseiro, en Bariloche, fue el punto de encuentro para que tres profesionales del mundo tecnológico se conocieran y formaran su propia empresa. Se trata de Teramot, una startup que busca cambiar el modo en que las compañías interactúan con los datos que generan, sacando su máximo provecho a través de un software.
Con oficinas en la ciudad de Rosario, la firma dio sólidos pasos para crecer en el mercado nacional y ahora apunta a buscar inversores en Estados Unidos, como parte de una estrategia de expansión internacional.
Teramot está integrada por su CEO, Bruno Ruyú, quien cuenta con un posgrado de Negocios en Stanford y experiencia en estrategia de datos; Lucas Uzal, cofundador y especialista en Inteligencia Artificial y Leonardo Ruspini, CTO y cofundador de Teramot, dedicado a la ingeniería nuclear y en la creación de software. Juntos, unieron sus saberes y su pasión por la innovación para llevar adelante un desarrollo “único en su tipo”, en palabras de los socios, que agiliza tiempos y achica los costos de procesar grandes volúmenes de información.
“Ofrecemos un software que resuelve en pocos días un proceso que de forma humana puede tardar meses. Si vos querés analizar millones de datos podés contratar a un equipo técnico de expertos, pero el trabajo además de conllevar más tiempo es costoso. Nosotros ofrecemos una tecnología que es capaz de resolver este problema, gastando un 10% de lo que saldría montar esa área”, explicó Ruyú en diálogo con el suplemento Negocios del diario La Capital.
Mejora en los rendimientos
La clave de Teramot, según Ruyú, radica en entender lo que es la ingeniería de datos, una disciplina que funciona como el nexo que permite a las empresas entender y aprovechar a su favor la información que generan. Para lograrlo, el software que desarrollaron implementa técnicas de machine learning (aprendizaje automático), que crean modelos capaces de identificar patrones recurrentes en los datos de interés.
“Básicamente, consiste en tomar la información de los sistemas de transacción donde se registran todas las compras de los clientes y definir, por ejemplo, si estos compran en tal o cual lugar, qué edades tienen, qué es lo que más demandan. Necesitan ver cada consumo vinculando la información de esas transacciones con la de las personas, hay que combinarlos y hacer un modelo de datos para que todo tenga sentido”, detalló el empresario.
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Con experiencia en el procesamiento de datos, el rosarino Bruno Ruyú está al frente de la startup y software Teramot.
Foto: gentileza Teramot.
Para entender el proceso que llevó a los socios a crear esta solución hay que remontarse a un proyecto que Ruyú y Uzal encararon previamente. Se trataba de Halley, una herramienta que prometía solucionar la proliferación de fake news. Mediante algoritmos de deep learning, era capaz de procesar toda la información que se vuelca a la red social X. Ambos se dieron cuenta de que podían usar dicha estructura con las empresas, ya que, según Ruyú, un estudio de Harvard indica que el 74% no logra usar de forma eficaz todos los datos que generan.
“Este es un problema que conozco bien por mi experiencia en espacios como REBA, YPF y San Cristóbal; todas enfrentan el mismo desafío. El negocio nuestro consiste en lograr que esto suceda. Las mejores decisiones se toman cuando hay una visión clara de los datos, las compañías más exitosas son aquellas que basan sus modelos de negocio en la comprensión de sus usuarios. Google, Amazon, Apple, Microsoft e incluso Tesla tienen una estrategia de aprovechamiento de la información detrás de su éxito”, consideró el CEO de Teramot.
Valores y proyecciones de la startup
Teramot ofrece una licencia mensual con un precio internacional que arranca en los u$s 1000 por mes, aunque en Argentina el valor es un poco más económico. Igualmente, Ruyú explicó que hay distintos paquetes que variarán según el tamaño de la firma y cuántas bases de datos se deban conectar para realizar el procesamiento. Estos van de los u$s 1000 a los u$s 10 mil por mes e integra un chatbot, similar al ChatGPT, tendiente a responder consultas y a orientar a las empresas durante la operatoria.
“Lanzamos el producto a principios de este año, ya tenemos un porfolio con quince y este mes sumamos tres más. Estamos apuntando a perfeccionar el producto y hacernos fuertes en Estados Unidos, de hecho, ya tenemos dos personas allá encargadas de comandar nuestra expansión. En total, llevamos invertidos u$s 1 millón en esta tecnología desde septiembre hasta ahora, a partir de capitales de inversores institucionales e inversores ángeles, y apuntamos a hacer una nueva ronda para recaudar más fondos el año que viene en Silicon Valley”, destacó el empresario.