Morten Harket, líder y voz del mítico grupo noruego A-ha anunció que tiene Parkinson. El 4 de junio hizo público su diagnóstico, que guardó durante un tiempo. La estrella, que ahora tiene 65 años, inició un tratamiento de estimulación cerebral profunda. Como otras millones de personas en el mundo afectadas por esta enfermedad neurodegenerativa el cantante busca un camino que lo lleve a una mejor calidad de vida.
Terapias paliativas, que demoran minimizan los efectos o demoran el avance de la patología hay varias, pero ninguna logró todavía la cura de la enfermedad.
Ahora, un equipo de científicos liderado por la investigadora Claudia Banchio, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, Conicet y UNR), descubrió que los exosomas, "mensajeros celulares" que están presentes en el cerebro, podrían ser la clave para el desarrollo de futuras terapias exitosas en el abordaje del Parkinson.
Este avance representa una esperanza para un problema mundial ya que se estima que para 2030 habrá 12 millones de afectados.
El hallazgo, producto de años de trabajo, fue publicado por la revista especializada Scientific Reports. "Somos cautos pero tenemos evidencia", dijo la científica rosarina a La Capital.
Banchio está convencida de que lo que encontraron puede funcionar a mediano o lago plazo. Y si bien cuida mucho la posibilidad de generar expectativas que no puedan cumplirse, avanza con toda la fuerza por su sueño y el de su equipo: "Queremos desarrollar compuestos basados en exosomas para el tratamiento de enfermedades degenerativas: ese es el objetivo de máxima".
Los exosomas aparecen como una de las terapias del futuro, y acá en Rosario, se está abriendo una puerta hacia ese porvenir.
Para llegar a consolidar este hallazgo, la experta y el científico Hugo Gramajo fundaron una start up, denominada ExoMas. A nivel mundial sólo tres empresas están buscando exosomas para tratar enfermedades neurodegenerativas. Las otras están en Estados unidos, Inglaterra e Israel. Cada una trabaja con exosomas de diferentes orígenes.
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Qué es el Parkinson
La enfermedad es más frecuente a partir de los 60 años pero hay diagnósticos que llegan antes. Es un trastorno degenerativo del sistema nervioso central que se caracteriza por la pérdida de neuronas que producen dopamina. Esto causa problemas con el movimiento, el equilibrio y la coordinación. Puede generar dificultad para hablar y también depresión. Los síntomas incluyen movimientos repetitivos pero también puede presentarse con rigidez.
Claudia Banchio, quien encabeza el grupo de expertos que avanzó con este descubrimiento (al punto de que están buscando financiadores para seguir profundizando las investigaciones) es doctora, recibida en la Facultad de Ciencias Bioquímicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y tiene un posdoctorado en Canadá.
"Ingresé a la carrera del Conicet con una pregunta: ¿cómo se genera el límite de una neurona ya que son muy ramificadas y necesitan más limites que una célula redonda?", sostuvo.
Así avanzó. Estudiando a fondo la célula neuronal, a partir de diversas líneas de investigación, para después intentar saber cómo pueden regenerarse, y de esa forma aportar a posibles terapias para enfermedades neurodegenerativas.
¿Cómo funcionan los exosomas?
"Los exosomas son comunicadores naturales que se descubrieron hace pocos años. En nuestro caso hace cinco años que trabajamos poniendo el foco allí", dijo.
"Se trata de vesículas microscópicas que tienen los lípidos y llevan ácidos nucleicos y proteínas como un mensaje. Nosotros, en laboratorio, nos pusimos a purificar exosomas y vimos que el mensaje depende de la célula que le da origen, y ellos llevan el mensaje asociado a otras células", explicó.
"Evaluamos el efecto de los exosomas, que aumentan la diferenciación de las células madre a neuronas, y en el modelo de Parkinson ejercen neuroprotección", amplió la científica.
Junto a Mercyleidi Díaz Reyes, becaria doctoral del Conicet, y primera autora del trabajo, emularon la enfermedad en e laboratorio y demostraron que al agregar exosomas "las neuronas viven más y disminuyen el estrés oxidativo del envejecimiento".
Resultados alentadores
Díaz Reyes ya está probado modelos in vivo de Parkinson "y se están obteniendo resultados muy alentadores, y no solo para posibles terapias de esta enfermedad sino también para accidentes traumáticos en deportes de contacto, en ancianos que sufren caídas y golpes, por ejemplo", señaló Banchio.
Para iniciar fases preclínicas y probar lo descubierto hasta ahora, necesita nuevas inversiones importantes.
En un comienzo los rosarinos contaron con el apoyo económico que les brindó el fideicomiso SF500 (del gobierno provincial y Bioceres), pero para seguir pero ese dinero ya se terminó y es fundamental contar con nuevos aportes que permitan avanzar en este desarrollo que en algún momento podría cambiar la vida de millones de personas en todo el mundo.