Rosario es la ciudad que más obras aporta al Pabellón Argentino que está participando de la 16ª edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia, Italia, que se inició ayer y se desarrollará hasta el 25 de noviembre. Este evento cultural representa una de las muestras más importantes de esta disciplina a nivel mundial, y en esta oportunidad se expondrán trabajos de más de 40 países.
Para la realización del Pabellón Argentino hubo un concurso que estuvo organizado por la Dirección Nacional de Asuntos Culturales de la Cancillería, en conjunto con la Federación Argentina de Entidades de Arquitectura (Fadea). Y entre más de 30 propuestas, el proyecto seleccionado como ganador fue "Vértigo Horizontal", de los arquitectos santafesinos Francisco Garrido, Pablo Anzilutti, Javier Mendiondo y Federico Cairoli, que contaron con Rodrigo Bordiga, Juan Juárez, Alejandro Irucco, Federico Viudez, Pino Sollazzo, María José Ilari, Paulo Chiarella, y Darío Bergero, como asesores.
Dentro de su atractiva propuesta, que abarca 46 obras, estos profesionales de la ciudad capital de la provincia eligieron 10 de Rosario y su zona. Una presencia significativa. De nuestra ciudad están: Plazoleta Santa Cruz, Conjunto Cívico Monumento-Pasaje Juramento, Escuela de Ingeniería Civil y Auditorio de la Ciudad Universitaria, Pabellones Parque Independencia, Polideportivo Parque Irigoyen, Baños Públicos (Parque Independencia), Escuela Serrano, Acuario Río Paraná, y Colegio de Arquitectos de Rosario.
Mientras que el grupo ganador también incorporó el Espacio Comunitario en Villa Itatí, de Villa Gobernador Gálvez.
"Es como un reconocimiento al espíritu que impulsa a Rosario, a su crecimiento, a su capacidad de transformación, a la relación que tejió con su río, al espíritu democrático que domina el desarrollo de sus espacios públicos y que se convirtieron en características muy representativas", señaló Javier Mendiondo, integrante del grupo que seleccionó las obras del pabellón argentino.
"Si bien cuando elegimos las obras no tuvimos en cuenta eso, como curadores, es un pequeño homenaje a la arquitectura rosarina y a muchos de sus arquitectos más importantes, como Rafael Iglesia, Gerardo Caballero, el Grupo R, y tantos más que influyeron mucho en nuestro ejercicio de la profesión", se encargó de destacar Mendiondo.
Resonancias en la extensión
De acuerdo a lo que confiaron los curadores de la muestra argentina, "Vértigo Horizontal es un concepto que viene de Borges, quien se lo transmite a un amigo al estar en la periferia de Buenos Aires, al encontrarse con la vasta extensión de la pampa y con esa situación de soledad y de distancia inmortales".
"Intenta mostrar la amplitud de la república con todo su potencial e iniciativas, múltiples y diversas, que muchas veces entran en resonancias, se encienden, se apagan, y conforman un tejido muy disperso y muy interesante. Tenemos presente que es un poco la situación de la arquitectura hoy en día. No hay tantas estructuras jerárquicas sino una situación de horizontalidad, de comunicación y resonancias que nos interesaba rescatar", explicaron los profesionales.
Vértigo Horizontal se exhibe en el Pabellón Argentino, que está ubicado en los Arsenales de Venecia durante esta edición de la Bienal. La pieza incluye una estructura de vidrio de 23 metros de largo y más de 2 metros de alto. Recorriendo su interior se puede apreciar una "llanura abstracta", como una escena del tradicional paisaje pampeano: en el techo, el cielo argentino; y en el suelo, un sembradío de trigo. El pabellón se presenta totalmente a oscuras y la iluminación interviene desde el propio dispositivo, para cautivar las miradas de los visitantes.
Con este diseño, una vez que el observador mira dentro de la caja, las imágenes se reflejan en los cristales espejados. En esa instancia se genera la ilusión de un horizonte que termina en una zona oscura, donde se pueden observar los 40 croquis (dibujos originales) de distintos arquitectos argentinos, desde la Patagonia hasta Misiones. Y allí, Rosario exhibe su potencial con 10 realizaciones.
Según revelaron, el dispositivo que propone Vértigo Horizontal es de forma modular, lo que permite su rearmado en diferentes ámbitos (museos, exposiciones, ferias) tanto de Argentina como de otros países.
La propuesta curatorial de Vértigo Horizontal propone un diálogo transversal entre los espacios geográficos y los lugares arquitectónicos. Es una invitación a repensar al territorio argentino como una construcción colectiva y que a su vez, suscita la inesperada generosidad que la arquitectura reúne en cada proyecto.
Continuidad y reflexión
En ese marco, "la horizontalidad del territorio, una condición abstracta y al mismo tiempo real de Argentina, permite trazar el panorama de su arquitectura como continuidad y reflexión", explicaron los autores.
Detrás de esa intención, el Pabellón Argentino "recorre las curvas de nuestra geografía, describiendo la producción arquitectónica de las últimas décadas". Durante ese período, "las obras trazan juntas un paisaje horizontal, en el cual las intervenciones singulares o iniciativas colectivas entran en contacto, en resonancia".
Las obras expuestas reflejan la respuesta de la arquitectura argentina a los principios propuestos por la Bienal, a través de un horizonte inevitablemente abierto y no definitivo. Los autores confiaron que la selección refiere a obras construidas desde 1983, año en que se restauró la democracia en el país, hasta la actualidad.
Así, Vértigo Horizontal expone obras y proyectos de carácter democrático: parques públicos, estructuras sociales o proyectos participados. "Fueron diseños elegidos en virtud de su dimensión primitiva y visceral, como documentos capaces de expresar la fuerza del pensamiento expresado con el trazo, donde prevalece la fuerza de la idea, donde cada elemento colateral desaparece para liberar la identidad de cada idea del proyecto", destacaron los curadores.