Franco Pisso es abogado, docente, comunicador y creador de contenido con más de un millón de suscriptores en YouTube. Pero, sobre todas las cosas, es un rosarino que encontró en la educación y la oratoria no solo una vocación sino una forma de cambiar la vida de los demás y también la propia. En una charla a corazón abierto con Tomás Trapé para el ciclo In Situ, repasó sus comienzos, los desafíos de vivir de internet y el valor de mantenerse fiel a los propios valores.
Embed - Franco Pisso con Tomás Trapé en #INSITU
En la entrevista, Franco Pisso contó que todo empezó en plena pandemia. Ya daba clases en la universidad cuando sus estudiantes le pidieron que subiera sus explicaciones a YouTube. Sin saberlo, estaba por comenzar un nuevo y exitoso camino.
La especialidad de Franco Pisso es la oratoria, desmenuzar discursos políticos, debates y estrategias comunicacionales con mirada crítica. “Intento hacer docencia usando las redes como canal. Anclamos temas complejos en cosas que interesan, como si la China Suárez se peleó con alguien. Así conectamos”, explicó.
Pandemia, Shark Tank y Maradona
“El primer video que subí fue una reacción al programa Shark Tank, hablando de cómo presentar ideas. Lo hice en un departamentito con mi novia, colgando el micrófono de donde podía”, recordó entre risas.
Al principio, casi nadie veía sus videos. Entonces, Franco se propuso un objetivo: si en un año no llegaba a 7.000 suscriptores, abandonaría.
“Después de varios intentos, un amigo me sugirió analizar el lenguaje no verbal de los protagonistas del conflicto entre Morla y Maradona. Subí ese contenido y explotó”, contó. A partir de ese momento, el canal creció hasta alcanzar el millón de suscriptores.
La "magia" del trabajo
Pese a que muchos creen que la fama en internet llega casi por azar, Pisso no está entre ellos. De hecho, él se define como un “laburante de internet”.
En diálogo con Trapé, remarcó que no hay magia ni improvisación: “Muchos piensan que los creadores nos levantamos a las doce, hacemos dos videítos y listo. Pero si no lo tomás como profesión, no funciona. Yo estudio estadísticas, miro contenido que a veces no quiero ver para entender por qué funciona”.
Con los pies en Rosario
Su camino lo llevó a lugares impensados: Franco Pisso llenó el Gran Rex, fue tapa de la revista Gente, dio conferencias en Latinoamérica y compartió escenarios con referentes internacionales.
Aun así, eligió quedarse en Rosario. “Mantenerme acá me ayuda a no perder el eje. Sigo cruzándome con los amigos de siempre y caminando por Oroño. Rosario es lo suficientemente grande para ser atractiva, pero lo suficientemente chica para que alguien te pida permiso al pasar”, sostuvo.
Desafíos personales y sostén emocional
La popularidad no fue gratis. Pisso cuenta que enfrentó ansiedad y presión. “Cuando empecé a hacerme conocido, llamé a una amiga y pedí el contacto de una terapeuta. Sabía que si esto crecía, necesitaba ayuda para mantenerme centrado”.
Encontró sostén en su fe y en su familia, especialmente en su madre, a quien perdió tras una larga enfermedad. “Ella me enseñó a buscar un propósito, aunque no creyera en mí. Fue la persona más fuerte que conocí”, recordó emocionado.
Fiel a sus valores
Fiel a sus convicciones, Pisso rechazó propuestas millonarias de casas de apuestas online. Mientras otros famosos aceptaban dudosas propuestas comerciales, él nunca dudó.
“Me ofrecieron un monoambiente a cambio de promocionar. Pero sería una falta de respeto a mi audiencia. Esa plata se la sacan a ellos, que me pusieron donde estoy”, sostuvo.
En sus videos, Franco Pisso evita los extremos ideológicos y propone un enfoque crítico pero empático. “Podría ganar más explotando la grieta, pero me gusta hacer pensar. La grieta favorece a los políticos, no al ciudadano”. Sobre la democracia digital, señaló que “mucha gente descarga su bronca en redes. Eso calma, pero demuestra una democracia de baja intensidad. En Rosario votó menos del 50%. Eso es grave”.
Su propósito en la vida
Pisso reflexionó sobre la espiritualidad, los consumos culturales de los jóvenes y la carencia espiritual: “Veo creadores materialmente exitosos pero espiritualmente rotos. Nos falta brújula”.
Antes de cerrar, volvió a lo esencial: su propósito. “No hay que enamorarse de una idea, sino del propósito. Una idea puede fallar. Lo importante es para qué lo estás haciendo”. Esa convicción, junto a su autenticidad y esfuerzo, lo convirtieron en una de las voces más escuchadas de su generación.