Fiamma Ayelén Buratti (31 años) es bióloga, doctorada en la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y asegura que pudo materializar su sueño de convivir y compartir conocimientos con la comunidad científica mundial. Participó de la 74ª Reunión de Premios Nobel en Lindau, Alemania, donde compartió su experiencia en el campo de la investigación científica con 35 Premios Nóbel a lo largo de una semana, luego de un exigente proceso de selección entre 600 jóvenes.
"La excelencia académica en nuestro país no tiene nada que envidiarle al primer mundo, sólo nos falta un poco de financiación para avanzar en nuestras investigaciones. Esto es un premio al esfuerzo, la pasión y dedicación", valoró Fiamma, en diálogo con La Capital.
El año pasado obtuvo el título de doctora en Biociencias Moleculares y Biomedicina, en el marco de un programa de doctorado bilateral entre Argentina y Alemania ofrecido por el MPLbioR y el Max Planck Institute for Multidisciplinary Sciences in Göttingen. Hoy trabaja en un laboratorio en Gotemburgo (Suecia) y el próximo mes viajará a Estados Unidos para investigar sobre los avances en la lucha contra el cáncer.
La trayectoria de la científica doctorada en la UNR
La aventura científica de Fiamma entre pipetas y microscopios comenzó como un juego en su Colonia Almada natal, un poblado cordobés de 500 habitantes. Egresó como bióloga de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y desde allí aplicó para una beca extendida por el Conicet para profundizar sus estudios en el Laboratorio Max Planck de Rosario (UNR) respecto a mutaciones estructurales que ocasionan el mal de Parkinson.
Hoy cursa su tesis posdoctoral en Gotemburgo y disfruta de su estadía en el laboratorio. En breve, viajará a Estados Unidos para avanzar en investigaciones sobre la cura de esta enfermedad neurodegenerativa y también sobre el cáncer.
"La experiencia resultó excelente, ya que pude conocer a científicos como John Jumper, el Nobel más joven de la historia en Química y pionero en descubrir la estructura tridimensional de una proteína y la predicción de todo este tema que estoy investigando. Y también pude almorzar con Joachim Frank (alemán y también Premio Nobel en Química), quien creó la criomicroscopía electrónica de partículas individuales (cryo-EM), proceso que permite congelar la proteína para poder observar el comportamiento en microscopio", comentó.
Allí, entre encuentros e intercambio de ideas, describió su trabajo focalizado en la a-sinucleína, una proteína neuronal que cumple un rol fundamental en la enfermedad del Parkinson.
"Cuando se dan este tipo de mutaciones se da esta enfermedad, por eso trabajé con mutaciones en el Max Planck de Rosario y también en Alemania. Esa investigación nos permitió diagnosticar un nuevo enlace químico, en la interacción con lípidos que agregan a los componentes neuronales y forman fibras", explicó mientras caminaba por las calles de Gotemburgo, donde realiza su tesis posdoctoral desde noviembre.
En la charla, que transcurrió a través de WhatsApp, reveló que el laboratorio es su parque de diversiones, el lugar que más le apasiona. Describió que su tarea consiste en analizar a través del microscopio el comportamiento de diferentes sustancias para descubrir nuevas maneras de abordar la enfermedad y poder frenar su avance. "Son las patologías más difíciles de encontrar una cura, por eso hay una gran cantidad de investigadores de todo el mundo abocados a esto", aseguró.
La excelencia académica de los científicos argentinos
En medio de la alegría y felicidad que le produce la estadía en Gotemburgo, donde a esta altura del año los días son extensos y las noches apenas duran un par de horas, Fiamma afirmó que el nivel académico de los científicos egresados en el país es superlativo al compararlos con otros egresados del primer mundo.
"Tenemos un excelente nivel y eso habla de la excelencia académica de nuestras universidades. Sólo nos falta un poco de financiación y apoyo en todo lo que hacemos", sostiene.
No obstante, asegura que "poder estar en estos lugares, compartir y tener otras experiencias es súper importante, pero el nivel académico es hasta mejor que en otros lugares del mundo". Cabe destacar que el paso de Fiamma por el Laboratorio Max Planck de Rosario fue "sobresaliente", tal como lo aseguran desde ese espacio.
"Desarrollar nuevas técnicas a partir de nuevas ideas y compartir un mate con tu mentor mientras formás parte de una investigación es algo inolvidable", subrayo Fiamma, en referencia a su estadía de dos años y medio en el Max Planck, puesto que los dos años y medio restantes permaneció en la ciudad alemana de Göettingen a partir del intercambio binacional mencionado. Y si bien la defensa de su tesis la realizó en Rosario, viajó para graduarse en la ciudad alemana.
Un día en el laboratorio de Gotemburgo
Un día cualquiera de Fiamma en Gotemburgo comienza entre las 8 y las 9 de la mañana en el laboratorio, el área que más disfruta, mientras el resto de la jornada transcurre en lectura de papers (informes de la comunidad científica), reuniones grupales del equipo de investigadoras e investigadores y los avances alcanzados en la semana.
"Se discuten y evalúan nuevas ideas para saber si los resultados alcanzados con las investigaciones son los esperados o se deben analizar modificaciones", detalló. Y aprovechó para valorar todo el proceso de selección que atravesó para aplicar a la Reunión de Premios Nobel, con un importante aval y recomendaciones que hoy le permiten codearse con la elite de la ciencia mundial.
>> Leer más: Una egresada de la UNR halló tres especies de plantas inéditas en el Chaco
Adelantó que a fines de julio viajará a Estados Unidos para investigar sobre el cáncer y que después se verá qué depara el destino, aún sin poder creer cómo cambió su vida desde noviembre del año pasado a la actualidad. En ese sentido, resaltó el esfuerzo que realizan los estudiantes e investigadores de Argentina y que eso, tarde o temprano, da sus frutos.