¿Una vacuna contra el cáncer? ¿Es preventiva? ¿En qué instancia puede aplicarse? La noticia de un desarrollo llevado a cabo en Rusia por el Instituto Gamaleya, genera desde hace un tiempo expectativas en todo el mundo. Y aunque no es la primera que existe para intentar frenar el avance del cáncer, tiene la particularidad de ser una vacuna superpersonalizada, a la medida del paciente. Podría comenzar a probarse en humanos a fines del 2025 o principios de 2026. Por el momento está en la fase preclínica. Especialistas rosarinos opinan sobre esta vacuna, y las expectativas que genera en el mundo médico y entre la población.
Gamaleya es conocido mundialmente desde la pandemia por haber creado la vacuna Sputnik V, la primera que recibió la Argentina durante la crisis del Covid. La vacuna contra el cáncer que están desarrollando ahora, se basa en la tecnología de ARN mensajero (que revolucionó la lucha contra el coronavirus) aunque el laboratorio ruso en su momento utilizó otra plataforma en tiempos de pandemia.
El centro de investigación extranjero busca controlar el cáncer de forma precisa, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y la supervivencia en pacientes con enfermedad oncológica. Pero no es una vacuna preventiva.
La fase preclínica, en la que se encuentra, está enfocada a achicar o destruir el tumor primario, como también ponerle un límite a las metástasis.
Vacuna "de diseño"
La Capital habló con Luis Fein, médico oncólogo, directivo del grupo de investigación Gaico, quien hizo una evaluación sobre la importancia de la vacuna rusa, destinada a personas con cáncer: "Es un tema sumamente interesante", dijo, y agregó: "Si bien existen varios intentos en este sentido a nivel mundial, incluso hay una experiencia argentina, lo especial de la vacuna rusa de ARN mensajero, es que es específica, se hace para cada paciente".
Lo que podría tener de bueno, en caso de ser aprobada para humanos por las distintas agencias reguladoras, lo tiene de complicado: "Es medicina personalizada, con todas las ventajas que eso tiene, pero no puede usarse para poblaciones más amplias", señaló el especialista.
La vacuna, justamente, busca adaptarse a la medida de cada persona con cáncer, reduciendo además los efectos secundarios indeseados más habituales
"La vacuna individual es novedosa. Siempre teniendo en cuenta que se trata de una acción terapéutica, para alguien que ya tiene un diagnóstico. Y por supuesto, debe seguir todos los pasos que implica la investigación clínica y todas sus fases, (con las correspondientes evaluaciones y aprobaciones)", explicó Fein.
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Expectativas sobre la vacuna
El médico oncólogo Sebastián Torres, mencionó que "hablar de vacunas en oncología es algo bastante habitual: cuando nos referimos, por ejemplo, a inmunoterapia (de uso corriente en este área en algunos tipos de tumores), nos referimos a medicamentos que uno podría denominar vacunas".
Torres dijo que "en este caso lo que se busca es entrenar al sistema inmunológico para que este, a su vez, ataque las células malignas del tumor, que es el mecanismo básico de las vacunas".
"Es importante la investigación en Rusia, pero hay que destacar que hablamos de otra herramienta más en el campo de la medicina personalizada en oncología", señaló. "Hoy, por ejemplo, a nivel médico ya no decimos que alguien tiene cáncer de pulmón (en forma general) sino que hablamos de cáncer de pulmón con ciertas mutaciones, lo que nos permite usar determinados medicamentos muy específicos para los receptores detectados".
"En relación con esta vacuna, lo que se puede observar es que ya es medicina ultra personlizada. Es una terapia para esa persona determinada, y no otra. Pero habrá que esperar cómo sigue en cuanto a evolución de la investigación y aprobaciones", evaluó.
Un hallazgo argentino
En el universo de las vacunas en oncología, Argentina ya escribe sus capítulos. En 2022, Conicet anunció la fase II de una vacuna nacional para prolongar la vida libre de metástasis de pacientes con melanoma, el cáncer de piel más agresivo, que tiene riesgo alto de recaídas.
El médico e investigador José Mordoh, del Instituto Leloir, y con más de 30 años de experiencia como científico, es quien encabeza este desarrollo. Explicó que se trata de un tipo de inmunoterapia que es compatible con los llamados "inhibidores de los puntos de control inmunológico".
El estudio Vaccimel reclutó a pacientes con melanoma quienes recibieron esta vacuna junto con otras (BCG y GM CSF), para lograr una fuerte respuesta inmune mientras otro grupo recibió solo interferón (un tratamiento habitual). Los resultados de este trabajo, en 19 pacientes, fueron alentadores.